-Si, estar a su lado es cómodo
Joseph frunció el ceño, Erick no parecía entender.
-Atraído como en el amor
-No tengo la posibilidad de sentir- respondió Erick rápidamente- al menos no de esa manera
-Señor Moore, lo que Joseph dice no es absolutamente imposible, sus feromonas han sido bastante estables el último mes, este sentimiento de "Amor" es simplemente un proceso químico creado por el cuerpo humano, podría repercutir positivamente en su condición. Con sus feromonas estables podría ser capaz de llevar una vida normal
-Es innecesario, mi condición actual es bastante buena
Erick respondió, Leah y Joseph eran sus leales subordinados, uno era su médico y el otro era su psiquiatra/psicólogo según lo requiriera la ocasión, ambos llevaban bastante tiempo a su lado así que conocían su carácter
-Su condición actual está lejos de ser buena o normal, los "sentimientos" que usted posee…
Leah tocó el brazo de Joseph para indicarle que guardara silencio, la tez de Erick no era muy buena, sus cejas estaban ligeramente fruncidas pareciendo irritado. Erick no podía sentir, era más preciso decir que no quería, su estado de ánimo fácilmente podría desencadenar una serie de ataques mentales, desde pequeño había aprendido a controlarse hasta el punto en que era natural para él reprimir sus emociones, las únicas personas ante las que se permitía sentir era su familia, era porque su cuerpo las catalogaba como personas "seguras", por eso era infinitamente paciente con ellos, porque eran los únicos con los que se podía sentir vivo.
-Nos hemos visto menos de cinco veces
Dijo Erick después de calmarse un poco, Leah dio un suspiro de alivio en donde nadie podía ver, enfrentarse a su jefe siempre era como estar en una cuerda floja, nunca se sabía cuándo un paso en falso les costaría la vida
- ¿Entonces es amistad? - preguntó Leah confundida- Pero no creo que ese sea el caso ¿Qué hay de diferente en ese omega? ¿Podría ser posible traerlo para algunos exámenes?
Erick se negó de inmediato, la especialidad de Leah era el estudio de feromonas y cada examen involucraría a las glándulas que las generaban, las glándulas eran el órgano más sensible de una persona, Erick estaba acostumbrado al dolor que generaban dichos exámenes porque había sido sometido a ellos desde su infancia, pero para un omega frágil (En realidad para cualquier persona normal) ese dolor sería peor que morir.
Esa noche Carla fue despertada por su hermano, en la oscuridad no podía ver su rostro, estaba confundida, quería quejarse para poder seguir durmiendo, pero este era su hermano mayor, solo podía soltar una sonrisa halagadora
-Hermano~- Una bolsa de papel cayó sobre su regazo, Carla la abrió confundida, adentro estaba la nueva película de su director favorito que aún no se estrenaba en cines, había mencionado el tema a su hermano mayor pero no pensaba que realmente lo conseguiría para ella, su sonrisa se volvió inmediatamente más sincera- ¿Puedo verla ahora?
-Veámosla juntos
Esa noche Carla y Erick vieron la película dos veces, el ánimo de Erick volvió a la normalidad de su agitación anterior. No sabía que era diferente en ese vendedor, pero tal vez podría curarlo, siempre había pensado que moriría a los 30 años, su objetivo en la vida era llevar a empresas Moore al escenario mundial, actualmente Moore Biology era su principal fuente de ingresos, pero las otras ramas no lo hacían mal, había trabajado desesperadamente para cumplir sus objetivos pensando que moriría joven pero ahora había una esperanza.
Estudiar la causa de lo que hacía diferente a ese omega bien podía hacerse con exámenes, sería doloroso, pero no lo mataría, si fuera otra persona incluso diseccionarlos por partes no lo haría parpadear, pero pensar en ese niño llorando de dolor lo hacía sentir incomodo ¿Qué pasaba con él?
A pesar de la lucha interna de Erick su expresión apenas había cambiado, Carla acostumbrada a la cara de Póker de su hermano disfruto de su sesión nocturna de cine.
Saya se despertó tarde, después de renunciar en el restaurante pensaba buscar un trabajo, pero anoche se había dormido hasta muy entrada la noche. Pensó en la dueña del restaurante al verlo irse de la comisaría, era una fugaz mirada de culpa, Noah había preguntado si quería hacer algo con ellos, pero Saya creía que era mejor solo alejarse, ese era un problema familiar y no quería inmiscuirse, renunciar también era lo mejor, no podrían convivir con ese asunto sin sentirse incomodos, pero era inevitable sentirse un poco triste, esas personas lo habían acompañado por mucho tiempo.
Mientras se cepillaba se miró al espejo, ligeras ojeras estaban bajo sus ojos, en su piel clara eran especialmente llamativas, su expresión tampoco era la correcta, escupiendo la pasa de dientes respiró hondo y se obligó a sonreír, haría amigos, las cosas irían mejor, pensó en la frase de su abuela "Si tienes tiempo para llorar tienes tiempo para buscar una solución", aunque en ese entonces era un regaño ahora lo comprendía un poco. Pensando en su abuela su sonrisa se hizo más sincera y las emociones que lo incomodaban fueron barridas lentamente.
Sin estar acostumbrado a tener tanto tiempo libre decidió limpiar a fondo la casa, por la tarde fue a la florería, su vista se desviaba por ratos hacia la entrada, preguntándose ¿El señor Moore vendrá hoy? Se rio de su especulación, obviamente era un hombre muy ocupado.
Lucy y su padre tenían un compromiso así que fue él quien cerró la tienda, cuando se iba un auto que conocía bien se estaciono y una voz que nunca confundiría preguntó
- ¿Ya cerraron?
Saya vio como el señor Moore salía del auto, su habitual traje impecable tenía un par de arrugas casi imperceptibles, tal vez tuvo un mal día, se veía cansado
-Puedo abrir de nuevo si necesitaba algo
La suave voz de Saya mejoro el humor de Erick, lo había visto solamente ayer, pero quería verlo de nuevo, realmente le agradaba, "¿Se siente atraído por ese Omega?" la pregunta de Joseph resonó en su cabeza, sus oídos se pusieron un poco rojos, era imposible, podía contar las veces que se habían visto con las manos y aún le sobrarían dedos
-Está bien, no era nada importante- Saya no lo creía, cualquier cosa que pudiera hacer que el señor Moore se moviera por sí mismo era importante, que una persona como él se tomara el tiempo para hacer algo que podía encargar a alguien más era la prueba- Quería ver algunas flores para una fiesta de mi hermana, pero será otro día
-Ya está aquí ¿Seguro que no quiere entrar?
Preguntó Saya dudoso, Erick se volvió a negar, Carla no tendría ninguna fiesta e incluso si la tuviera sería en un antro. Un silencio incomodo se extendió, Saya no entendía porque el hombre aún se negaría
- ¿Quieres ir a beber algo?
La propuesta de Erick vino de la nada, tomando desprevenido a Saya.