Diosas de la Belleza Inmortal (EDITADO)

La Nube Congelada Asgard estaba tranquila y desierta como siempre.

Después de todos estos años de tiempos dorados, nadie se atrevía a irrumpir en sus terrenos para causar alboroto, no obstante, siempre hay gente que tiene mierda en el cerebro y quieren hacer las cosas a su manera.

Muchos cultivadores masculinos quisieron probar suerte ya que la noticia de un miembro del mismo género como parte de tal lugar les hizo soñar a lo grande… ni siquiera pudieron llegar a entrar en los terrenos externos cuando fueron atrapados y mutilados horriblemente.

Esto no quiere decir que la nueva Nube Congelada Asgard tenga un hermetismo férreo, simplemente sabe quienes son las personas que se acercan con buenas intensiones y las que solo vienen a joder el día.

Las interacciones con las otras facciones siempre fue de manera amena y nunca dejaron que su nombre sea mancillado por nadie, convirtiendose en la potencia que es hoy en día.

Además, el reclutamiento de nuevas discípulas se llevó de manera normal todos estos años.

Su selección se basaba no solamente en la belleza, si no en el talento puro y desde que nuestro protagonista se unió a este lugar, los estándares fueron muchó más altos que antes.

Las nuevas reclutas al ingresar se sorpendían y maravillaban con todo, sin embargo, también aprendían algo simple, pero poderoso: el poder en este lugar estaba centrado en el único miembro masculino, su maestro principal o conocido también como el guardián del Imperio Viento Azul.

Esto no era algo parecido a un culto sexual de tal individuo, no te confundas, ya que había alumnas quienes solo necesitaban una guía con el cultivo nada más y no había problemas con ello.

No se obligaba a ninguna de las mujeres aquí a estar con el maestro principal, todo era por propia voluntad, y no por esto dejaban de recibir los beneficios de pertenecer a esta secta.

Todas recibían el mismo trato con respecto al cultivo, no había algún tipo de discriminación.

Sin embargo, el núcleo fuerte de este lugar estaba formado por mujeres quienes se habían entregado al hombre en cuestión en cuerpo y alma.

Eran mujeres que aceptaron sus sentimientos y comenzaron a vivir acorde a sus deseos, por lo que pudieron librarse de sus prejuicios anteriores.

Esto influyó en todos los niveles, por ello se abolió la prohibición de tener pareja, siempre y cuando el hombre, con quien sea que se case una discípula, tenga que vivir en una zona aledaña a la secta y no mezclarse con el resto de alumnas.

Esta ley era mera formalidad, ya que todas las discípulas que querían una relación, la deseaban tener con nuestro querido protagonista y las mujeres quienes no entraron en una relación con el tipo eran las de nuevo ingreso, el resto ya habían probado la 'bendición' de su gracia y ampliaron sus horizontes en ese aspecto.

Con el paso del tiempo las chicas de nuevo ingreso terminarían tan deslumbradas por este tipo que voluntariamente se entregarían también

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Feng Qianhui había terminado de dar el discurso de bienvenida a las nuevas discípulas, no era algo grande, solo un pequeño grupo de treinta niñas, quienes se deslumbraron por pertenecer a la secta más poderosa del Continente.

El número de jóvenes reclutas es mínimo en comparación con otras sectas donde reclutan miles de jóvenes, sin embargo, ella quería tener calidad sobre cantidad para su Asgard.

Luego de explicarles todas las cosas, enseñar todos los lugares y presentar a todas las maestras (excepto a las siete hadas y Yuanba), mandó a las niñas con sus hermanas mayores para que se asienten en sus cómodos hogares.

La arquitectura de este lugar había cambiado radicalmente en los últimos años, aun mantenían la mayoría de estructuras formadas por hielo, pero las cosas como inmobiliario, comedor, habitaciones, servicios, todo eso se había adaptado de una visión 'hogareña' que planteó su amado esposo, quien tenía siempre ideas nuevas las cuales les gustaron a las damas de dicha secta.

Debido a sus sentimientos liberados, ellas ya no veían su residencia previa, fria e insípida, como hogar, ya que anhelaban el calor familiar, el sentarse en muebles cálidos, dormir en sabanas de seda y tomar baños relajantes…

Habían comenzado a sentir el gusto por los detalles, como lo haría cualquier mujer, todo gracias al hombre que cambió sus vidas.

La Gran maestra llegó al salón del trono donde se encontraba su discípula y 'hermana' Gong Yuxian, con quien compartía la dirección de la Nube Congelada Asgard.

Ella estaba revisando algunas cosas sobre los preparativos de 'mudanza', ya que moverían toda su secta hacia el mundo propio de su esposo muy pronto.

No tenía sentido quedarse en este planeta cuando sabían de la existencia de otros mundos a los cuales deseaban visitar.

Lo curioso es que Yuxian tenía puesto hoy un atuendo un poco diferente al del resto de hadas.

Parecía una combinación entre el vestido nevado y un traje de oficinista, siendo el toque final de todo esto un par de gafas negras muy sexys.

Ella se las ponía cada vez que hacía 'trabajo de oficina', tal como lo describía su esposo.

"¿Como te fue con las nuevas niñas Qianhui?" - preguntó la mujer quien estaba ocupada con los preparativos.

"Igual que como lo fue la última vez, ellas estaban estupefactas al saber de los Reinos Divinos y las esperanzas de llegar a ellos" - Respondió la Gran Maestra mientras se dirigía a uno de los muebles de descanso para poder relajarse.

"Jejeje supongo que nuestro marido les dará una sorpresa aun mayor cuando vuelva luego de atender sus asuntos en el Reino de la Bruma Azure. Ahh… ya casi acabo con esto, solo me falta unos informes de Qianxue y Lianqie para terminar con esto" – Respondió Yuxian mientras apilaba todos los papeles en una sola carpeta.

"Aun no entiendo por qué te gusta hacer ese trabajo de oficina si tenemos matrices para organizar la información, sé que te emociona jugar con nuestro marido al jefe y la secretaria, pero él no está en estos momentos" – La Gran Maestra dijo de manera sarcástica mientras leía un libro.

"¡N-No tiene nada que ver mis gustos en la intimidad aquí! ¡Jum! Solamente me agrada tener este atuendo ya que me combina muy bien"- Yuxian habló sinceramente con un poco de rubor, ya que su marido siempre tenía ideas locas y los juegos de roles era una de ellas.

"Ahh… antes de la transferencia debemos asegurar todo lo necesario para la Tribulación Celestial de las gemelas, ellas han estado presionado desde hace días a nuestro esposo por ello, aunque creo quemás están celosas de que sean las últimas de las siete en pasar por ello, je"- Qianhui volvió a hablar de una manera relajada.

"Lo sé, todo esto es como un sueño… Tú, Yuechan y yo en el nivel Soberano Divino, el resto de maestras entre el Rey Divino y la Tribulación Divina, las Discípulas mayores en los niveles de Alma Divina y Origen Divino… y tenemos al resto de discípulas siento Monarcas u Overlord…. Esto en solo 5 años… realmente un gran sueño"

Qianhui solo sonrió ante las palabras de su hermana.

"El mundo afuera solo tiene conocimiento de que la Nube Congelada Asgard había entrado oficialmente a los niveles Divinos ¡Pero nadie tiene una idea exacta de cuan aterradora es nuestra fuerza para este pequeño planeta! Si se diera a conocer esto, el resto de viejos cultivadores, quienes pasaron ciento o miles de años tratando de romper el nivel Monarca, morirían al escupir toda su sangre jejeje"

Esta idea hacia sonreír a las dos mujeres, por lo irónica que es la vida…

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Océano austral - Nido del Diablo de la Matanza Lunar.

"¡HAAAAAA!"x2

"¡¡¡BOOOOOOOOM!!!"

Una gran explosión sacudió toda el área marítima debido al poder divino que se libero en este lugar.

En la zona donde debería estar una gran formación solo había una serie de hermosas matrices las cuales estaban conteniendo de una manera fácil toda la energía oscura, la cual emanaba de un objeto pequeño y redondo.

Esto fue secundario, ya que antes de sellarse ese objeto, hubo una batalla en donde dos mujeres hermosas pelearon contra un ser grisáceo de casi cinco metros de altura, el cual irradiaba una energía similar a la del objeto suprimido.

Este no era otro que el Demonio Soberano de la Matanza Lunar, quien fue asesinado por ambas Hadas en una dura batalla, al menos para él, ya que las mujeres, si bien dieron todo de si, nunca estuvieron en un verdadero peligro.

"Ahh… Ahhh… Fiuu… esto sí que estuvo intenso, ahora espero que podamos regresar para que nuestro querido nos dé una gran recompensa ¿no lo crees Qianxue?"

Una de las mujeres habló de una manera animada.

Tenía una apariencia incomparablemente hermosa, con una figura esbelta y atlética, muy proporcionada en sus busto y trasero, con una silueta exquisita.

Aunque esta mujer es muy soñadora, tiene su poder en el décimo Espíritu Divino.

"Fuuu… no seas impaciente Lianqie, aun debemos terminar de sellar la Rueda de miríada de tribulaciones del infante malvado, recuerda lo que dijo nuestro esposo sobre nunca confiarnos, si bien él nos ha dado vestidos protectores contra energía oscura, no debemos relajarnos"

Respondió de manera seria otra hermosa mujer, quien tenía una figura de infarto.

Su cintura esbelta, línea del cuerpo curvada, amplias nalgas ocultas por el atuendo de nieve y un par de 'globos' tan abundantes y grandes.

Esta hada muy seria es aún más poderosa que la anterior, teniendo su poder en el cuarto Rey Divino.

"Si, lo sé, no tienes que ser muy seria hermana mía, no soy una de nuestras discípulas, shess.... recuerda que nosotras hemos gritado de la misma manera y en la misma cama, así que ten más confianza en mí ¿ok? *guiño*"

El mensaje desvergonzado de Jun Lianqie hizo que el hada de grandes pechos se sonrojara furiosamente.

"¡Q-Que estás diciendo maldita mujer lujuriosa!" – Respondió de manera agitada y avergonzada Murong Qianxue, mientras trataba de alcanzar a la culpable de esto.

"Jajajajajajaja" - Lianqie se fue volando para no ser alcanzada por su hermana, quien luego de la vergüenza inicial comenzó a reír también.

Todo esto mientras las matrices sellaban completamente al Tesoro Celestial que nada pudo hacer contra estas formaciones.

"Jajajaja... jejeje...Ahh…ok, basta con esto.... fiuu... debemos darnos prisa si queremos llegar a tiempo para la Tribulación de ambas niñas, han estado con este tema desde hace semanas y no quiero que nos pongan mala cara si nos perdemos este evento"

Habló finalmente Qianxue, a lo que asintió la otra hada. Recogieron la rueda sellada y marcharon hacia su secta.

Esta escena era algo habitual entre las siete hadas, quienes vivían su vida de manera plena desde que liberaron sus sentimientos y se entregaron a su esposo, cosa que las bendijo completamente.

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Región Divina del Este – Reino Darkya

Se podía ver los restos congelados de la que una vez fue la Secta Divina del Alma Negra, una organización que controlaba todo este Reino de Bajo Rango, la cual estaba dirigida por el Rey del Reino de este lugar, llamado Lei Qianfeng, quien actualmente estaba todo hecho mierda entre los escombros de su hogar.

Se podía ver múltiples cuerpos rotos o triturados por el hielo que se introdujo en cada parte de ellos, miles y miles de cadáveres dispersos por todos lados, solo el maestro de secta pudo sobrevivir al poderoso ataque que acabó con todos aquí.

Frente a él estaban tres hermosas mujeres, que si fuera en otro momento podría jurar eran diosas pertenecientes a un reino Rey excelso.

Sin embargo, la frialdad y furia con la que golpearon a este pequeño reino hizo que su imagen cambiara a la de monstruos despiadados.

"¡P-Por qué el Reino de la C-Canción de Nieve ha atacado mi Reino inferior, n-nunca hemos entrado en malos tratos con ustedes!"

El moribundo Rey del Reyno habló con injusticia en sus palabras, no entendía como semejante Reino comandado por un Maestro Divino atacaría así su pequeño lugar.

"Estas equivocado pedazo de basura, no pertenecemos a ese Reino, nosotras venimos por orden de nuestro esposo, ya que tu explotación de la Raza de espíritu de bosque colmó su paciencia, por ello traemos su decreto hacia tu patética existencia"

La que habló fue una de las mujeres quien tenía un rostro hermoso, con una figura esbelta y bien dotada, unos senos pronunciados y un trasero llamativo.

Su forma de hablar trasmitía palabras extremadamente directas, ya que no le gustaba cualquier cosa que perturbe la concentración de su amado y seguiría todos sus comandos al pie de la letra.

Esta mujer es Mu Lanyi, quien tenía una fuerza similar a la de el desdichado Rey del Reino.

"Q-Quien diablos es tu e-esposo, maldita muje- ¡ARGGGH!"

Qianfeng ni siquiera terminó de hablar cuando fue pisoteado en las bolas por otra de las mujeres, quien tiene una tez excepcionalmente blanca, con labios bermellones y cabello negro, unos senos resaltantes y un par de grandes nalgas llamativas, todo eso oculto por su vestido nevado.

Esta mujer es Chu Yueli, quien tiene actualmente el poder de un Rey Divino de decimo nivel.

"Eres un ser patético, no solo abusas de una raza que ni siquiera se consideran cultivadores para que puedas aplicar la ley del más fuerte, si no que eres un tipo el cual ni siquiera funciona como hombre. Ahh… ahora entiendo por qué tu mujer te puso un sombrero verde con su propio sobrino, je"

¡Las palabras de Yueli hicieron que los ojos del tipo se abrieran como platos!

Él había quedado impotente por su método de cultivo, por lo que no había tenido contacto con su esposa desde hace años, pero ella jamás le reclamó nada.

Sin embargo, era verdad que cuando su sobrino Gu Gukie venía cada año para verla, ella mostraba una gran sonrisa de felicidad por ello.

¡¿Acaso era por que ellos se encontraban para follar como animales?!

"¡Mentira ¿eres tan despreciable que tienes que mancillar la memoria de mi esposa de esa manera?!" – habló con furia el moribundo hombre, sin embargo, había dudas en sus palabras.

"Ohhh… ya me lo había dicho mi esposo, que no aceptarías la verdad, por ello el vino hace algunos años para grabar esto y enseñártelo en el momento más oportuno"

Sin esperar palabra alguna Yueli sacó una piedra de imágenes y la apretó con un poco de energía profunda, por lo que comenzó a funcionar.

Se pudo ver en la proyección una zona al aire libre, como si fueran cascadas y lagunas.

En en la orilla se podía ver una pareja, quienes estaban desnudos y enredados pasionalmente.

El tiempo estaba en medio de la noche y la luz de la luna brillaba en sus caras, haciendo que sus rostros pudieran verse claramente, mientras sonaba la respiración pesada del hombre y los gritos de placer de la mujer

Lei Qianfeng sintió como su alma abandonaba su cuerpo al ver esas imágenes.

¡Eran su sobrino Gu Gukie haciendo el amor con tía, su propia esposa Xiao Qingtong!

"Je, ¿ahora me crees? Esto ha sido así los últimos 8 años, tiempo en el cual has sido el maestro de secta gloriosamente cornudo… vaya, que gran recuerdo el de tu esposa eh, apuesto que, de todos tus hijos, algunos ni siquiera fueron tuyos"

Las venenosas palaras de Lanyi hicieron que el hombre vomitara una gran cantidad de sangre mientras moría con una gran rabia indignante, poniendo fin a todo lo relacionado con el.

"Bueno hermana, este tipo ya se murió ¿ahora que es lo que haremos? No quiero llegar tarde para el evento de las gemelas" - Dijo Yueli mientras veía como se extinguía la vida en el sujeto tirado en el piso.

"Busquemos a la raza a quienes Yuanba quiere poner bajo su protección, debemos asegurarnos de que todos entiendan a donde se dirigirán para que no tengan ningún problema. Ahora, Lanyi, ve y trae a la esposa del tipo muerto, nuestro marido le dará un buen regalo a esa pequeña tortuga, je"

Chu Yuechan, la tercera mujer, habló de la manera más simple posible, ella estaba dirigiendo a este grupo ya que su poder era el de un sexto Soberano Divino, por lo que podía hacerse cargo de sus dos hermanas aquí presentes.

"Jejeje ya quiero ver la cara de esa tortuga cuando vea lo entregada que estará su tía con nuestro querido"

Con una sonrisa el hada se fue por el cuerpo inconsciente de Xiao Qingtong.

Habían hecho creer al Rey del Reino que su mujer había muerto para poner más dramatismo a todo.

"Esa pequeña tortuga ni siquiera es consiente que su madre baila sobre la polla de nuestro amado actualmente y si se llegara a enterar de eso también, creo que le dará un derrame cerebral jajajaja"

Yueli dijo mientras su hermana solo movía su cabeza en negación, pero con una sonrisa en ella. Luego las tres se fueron hacia el lugar donde se estaban ocultando la Raza de espíritu de bosque.

En lo alto en el cielo, sin que las mujeres se den cuenta, había un pequeño robot redondo quien estaba viendo toda la escena.

Yuanba lo había mandado para que cuide a sus mujeres en caso de que ocurra algún inconveniente.

Para este entonces, Giru ya había formado una camaradería con su portador, una amistad muy buena nacida a base de bromas, insultos y maldiciones, como toda gran amistad.

["Joder, esas mujeres son tan desgraciadas como el maldito bastardo, No me extraña que, después de tanto tiempo junto a él, se les pegara la parte maniaca que tiene"] – El robot solo negó con la cabeza y se fue volando tras ellas.

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Región Divina del Este – Reino de la Bruma Azure

En el palacio central de la secta gobernante de este reino estelar se encontraba el Rey del Reino, Mu Baimei, el cual estaba arrodillando de manera tan servil, al borde de besar los pies de un imponente hombre, quien se encontraba sentado en el trono principal.

"M-Maestro, todos los preparativos están listos, t-tal como los pediste"

El tipo postrado habló sin levantar la cabeza ya que, quien estaba en el trono con una mirada aburrida, era uno de los seres más aterradores que había conocido, no porque sea famoso o alguien perteneciente a un Reino Rey, si no por la mujer que se encontraba a su lado.

¡Y no era para menos ya que ella se había convertido en la persona más buscada de todo el Reino de los Dioses!

¡Qianye Ying'er!

De pie al lado de ese sujeto, se encontraba esta mujer, quien tenía un cuerpo asesino, un explosivo pecho, una cintura hermosa, un trasero de infarto y unas piernas hermosas.

Su rostro no se podía ver ya que traía una máscara la cual privaba al mundo de una hermosura sin igual, mientras sus cabellos dorados estaban amarados en un hermoso moño, digno de una experimentada sirvienta.

"Mi maestro esperará a la llegada de quienes pasarán la tribulación, puedes esperar afuera"

Las frías palabras de la mujer hicieron que el hombre se retirara casi gateando, sin siquiera mirar a los dos individuos con una sensación de haber salido de las puertas del infierno.

Ni por asomo pensó en traicionar a este hombre, quien podía hacer cosas milagrosas con sus formaciones, como el devolverle la vida a su querida esposa, o el hecho de lograr 'domesticar' a la Diosa Brahma, por lo que este tipo apostó a ganador, ¡jurando lealtad absoluta desde el fondo de su alma!

Luego de que el hombre se fue, la mujer dejó de emitir un aura digna y se lanzó sobre su maestro a horcajadas, quitándose la máscara y besándolo apasionadamente mientras molía su cuerpo contra el suyo.

Yuanba, quien le dio una sonrisa irónica ante la actuación de su sirvienta, no se quedó quieto ante esto y comenzó a masajear su divino trasero, haciendo que la mujer comenzara a gemir en su boca mientras se besaban.

Luego de un buen rato en donde la rubia se vino un par de veces solo por le toque de su amado, se rindió y se desplomó sobre el ancho pecho de este tipo, respirando pesadamente.

"Que traviesa y desesperada eres Ying'er, sabes a lo que vinimos y aun así estás con tales ánimos, tendré que castigarte después~" – el hombre habló mientras acariciaba la espalda de la rubia, mientras esta se retorcía por el toque.

"Mmm, es que no puedo estar frente a ti sin poder servirte maestro, Ahh~… esto es el resultado de tu entrenamiento, tienes que hacerte responsable~" – La rubia dijo sin ningún reparo mientras sonreía a su amante.

Justo cuando esto pasaba, varios círculos de teletransporte aparecieron y de ellos salieron las siete hadas de la Nube congelada Asgard junto a la Maestra y Gran Maestra, quienes al ver a la rubia montando a su hombre solo negaron con una mueca, ya que sabían como era esta mujer cuando estaba a solas con su esposo.

El verlas llegar hizo que Yuanba dejara de lado a la rubia, quien solo dio un puchero, y recibiera a sus mujeres con abrazos y besos, los cuales fueron felizmente correspondidos.

"Hermosas como siempre mis bellas hadas, su marido aquí presente ya tiene todo arreglado para que podamos pasar sin problemas el evento de sus dos hermanas menores. Ahora vayamos a la plataforma donde lo haremos"

Después de decir esto, Yuanba se fue con dos chicas en ambos brazos, eran las gemelas Feng Hanyue y Feng Hanxue, quienes eran las más jóvenes de todas las siete Hadas, con unos cuerpos exquisitos y una belleza embriagadora.

Estas niñas iban abrazadas de su hombre llenas de felicidad, ya que por fin se pondrían al día con algunas de sus 'hermanas' mayores.

Es así como poco a poco iba madurando el grupo que muy pronto sacudiría todo el Caos Primordial, trayendo respeto, temor y envidia de todos lados, las llamadas "Diosas de la Belleza Inmortal"