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Hacia la Capital (II)

Eventualmente llegamos a la ciudad, la cual era un poco más pequeña en comparación a la mía. La entrada sur en la que nos encontramos ahora se veía intacta y deshabitada.

[¿No hay guardias en la frontera?]

[Tampoco se observan civiles. Es sospechoso]

[Tengan los ojos bien abiertos]

Conversaban los militares mientras nuestro vehículo disminuyó la velocidad. Aproveché de observar las casas, las cuales varias tenían daños estructurales. Era como si algo hubiera impactado en ellas, quizás un objeto de grandes dimensiones... ¿Habrá sido uno de esos seres? No puedo descartar esa opción, nosotros fuimos invadidos por uno que causó varios destrozos y sobretodo muchas muertes.

En ese instante tuve una extraña sensación, un sentimiento familiar recorrió mi cuerpo como si de un escalofrío se tratase cambiando mi semblante.

[¿Pasó algo héroe?] me preguntó el capitán.

[No es nada probablemente, tan solo...]

No pude terminar mi frase porque el momento temido por todos estaba ahí en frente a varios metros de distancia, una criatura de gran tamaño. Tenía el mismo tono de color como los otros 2, aunque su piel parecía no tener pelos. Su forma era más bien bizarra, como si una jirafa se parara encima de un elefante. Posee un largo cuello y extremidades similares a tentáculos que usaba para devastar con todo lo que se encontrara a su paso mientras continuaba desplazándose por la calle.

Nos detuvimos sin que ello se percatara de nuestra presencia.

[Es uno de esos... así que no era mentira, si existen] dijo el cabo.

[No puede ser. ¿Es verdad que son resistentes a las balas?] le preguntó el sargento al capitán.

[No lo sabemos con certeza, aun así no podemos dejarlo ir] respondió sin dudar.

[Pero capitán...]

[¡No sea cobarde! ¿¡Por qué se ha enrolado en esta institución en primer lugar!? ¡Para proteger al pueblo! ¡Este es el momento para demostrarlo!]

A pesar del emotivo discurso las piernas de los otros 2 no paraban de temblar. Vaya, parece que es momento de entrar en acción y lucirme un poco.

[Ustedes esperen aquí. Si pasa algo vuelvan inmediatamente] dije y abrí la puerta del vehículo bajándome de el.

[Oye, ¿¡qué crees que haces!?]

[Probar que puedo ser un héroe] respondí comenzando a caminar hacia adelante.

[¡Espera!]

Ignoré todo el resto y me enfoqué en lo que es importante, en este gran enemigo que tengo en frente.

Mirando la espalda de tal enorme ser hizo que se erizara mi piel de la emoción. Nuevamente debo demostrar de lo que soy capaz. Si soy alguien que pueda hacer la diferencia en este nuevo mundo. Bien, vamos.

Me concentro en estos sentimientos que ya se me hacen cada vez más familiares a medida que los utilizo, y sin problemas puedo convocar a mi guante y espada. La criatura parece reaccionar. Se detiene, gira su cabeza y me queda mirando. Dentro de sus ojos emana un leve brillo rojo desde la pupila. Finalmente se da vuelta como reconociendo mi presencia.

Estamos a 10 metros de distancia aproximadamente, mirándonos fijamente. Ahora que lo pienso me recuerda a un diplodocus, esos antiguos dinosaurios con el cuello largo. Pero además de sus 4 patas tiene esos 2 largos brazos en forma de tentáculos que me recuerdan que esto no es un simple animal, sino algo más peligroso y desconocido. Un escenario sacado de la fantasía.

En los alrededores no hay nada más que edificios que parecen abandonados, escombros, autos destrozados, señaléticas en el piso y algunas grietas en el cemento. Detrás de mi aun puedo ver de reojo el vehículo militar, deben estar anticipando nuestra batalla.

[Miren bien, ¡así es como se pelea contra estos monstruos!] grité abalanzándome hacia mi enemigo.

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