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Capitulo 100: Charla y más problemas

Goku abrió sus ojos atónito al sentir los labios de Suzaku sobre los suyos y la suave mano de la chica posada delicadamente sobre su mejilla.

Ella le estaba besando.

Pero a diferencia de antes...

Ahora eran pareja, por lo que sin dudas en su mente correspondió el beso que su amada había iniciado y que segundos después, interrumpió.

El chico la miró confuso.

-Quiero disfrutar el tiempo contigo y mostrarte que realmente te amo de verdad... -susurró con suavidad la Himejima mirándole a los ojos.

Unos ojos que rebosaban alegría.

Alegría que compartía con Goku.

También quería disfrutar el tiempo con Suzaku, además de Tsubaki claro... el futuro era incierto por lo que había que aprovechar el presente.

-Yo también quiero... -contestó Goku sonriendo y como si la fuerza de gravedad los moviera, sus rostros se aproximaron quedándose a nada.

Una distancia insignificante.

Que poco a poco se fue reduciendo...

Hasta que sus labios se unieron.

Aquel fue un beso simple y parsimonioso donde profesaban el amor que sentían el uno por el otro y que brotaba desde lo profundo de sus almas.

Pronto comenzó a escalar y aquel beso que inició simple se volvió más salvaje, donde sus lenguas rosadas danzaban violentamente.

Goku, que tenía más experiencia en esto, la estaba arrastrando con su lujuria a un jardín totalmente desconocido para la Himejima.

Un jardín que tenía ansias de explorar.

Tales ansias poseían las rudas manos del chico, que no tardaron en recorrer los muslos carnosos de Suzaku acariciándolos a través de su kimono.

"Hmmm"

Suzaku dejó escapar un gemido al sentir un intruso entre sus piernas, pero pronto las manos de Goku abandonaron aquella zona erógena.

Y ascendieron lentamente por el curvilíneo cuerpo de Suzaku apreciando cada parte hasta que alcanzaron dos montañas de suavidad.

Eran sus senos...

"Son grandes"- pensó Goku en un momento de lucidez al sentir aquellos orbes de en sus manos, eran mucho más grandes que los de Tsubaki.

Y eso... aumentó su lujuria.

Subyugado por una sed libidinosa Goku iba a desatar el obi del kimono de Suzaku para ir más allá, pero reparó en la expresión de la chica...

Había sido un estúpido.

"Ella todavía no está acostumbrada a estas cosas, fui un tonto al apresurarlo todo"- pensó Goku disgustado y se apartó de su novia.

-¿Q-qué t-te o-ocurre? -le preguntó Suzaku recuperando el aliento después de una sesión donde lo único que hizo fue soltar gemidos.

Gemidos que albergaban su lascivia.

-Perdón... estaba yendo demasiado rápido, no quería incomodarte -habló el azabache bajando la mirada. No pretendía arruinar las cosas.

Con Tsubaki había llegado a consumar el acto varias veces así que hacer este tipo de cosas tan placenteras era bastante normal entre ellos.

Pero Suzaku era una historia diferente.

Su relación con ella recién había empezado, por lo que debía ir más despacio. Ella no era Tsubaki y su relación no se encontraba al mismo nivel.

De por sí era extraño para él tener dos novias, todavía no se adaptaba a esta peculiar situación.

-Lo entiendo... -Suzaku se sentó a su lado- Acabamos de comenzar y... para hacer estas cosas tiene que transcurrir cierto tiempo...

Pero sorprendentemente...

La chica le dio un beso en la mejilla.

-Pero eso da igual, lo importante es que lo disfrutemos los dos... o los tres -añadió Suzaku sonrojada, dado que ella compartía a Goku.

-Bien, lo entiendo -el chico asintió con una sonrisa y el disgusto desapareció de su rostro tras unos instantes- Debo termin... ¿Aika?

Advirtió repentinamente cómo Aika caminaba tambaleante hacia el salón, pues había dormido mucho tiempo y sin duda estaba desorientada.

-¿G-Goku-kun? -preguntó Aika frotándose los ojos, lo último que recordaba era a aquel ser de diez alas volando sobre el cielo de la escuela.

Tiempo después.

"¿Te encuentras mejor?"

Goku preguntó mientras caminaba al lado de Aika en dirección a la escuela, quedaban cuatro calles más para que arribaran a su destino.

-Hm -Aika asintió levemente ante tal pregunta, parecía perdida en sus pensamientos y Goku se percató de aquello desde hacía unas horas.

Una vez que se despertó Aika la acompañó hasta su casa y esperó a que ella se bañara, y se vistiera el uniforme para ir juntos a clase.

Pero notó que ella estaba alelada.

Y tenía una ligera sospecha al respecto.

-Goku-kun... si yo te preguntara algo, ¿me responderías con sinceridad? -preguntó Aika mirándole con sus ojos resplandeciendo.

El azabache asintió dubitativo.

-Esas cosas como ángeles, demonios o dragones... ¿existen? Vi al club de lo oculto luchando contra un ser alado -habló Aika.

Creyó que había sido un sueño pero el hecho de que despertara en casa de Goku le confirmó que no era así... todo lo que vio anoche fue real.

Por eso estaba desconcertada.

"Tal como lo pensaba... Sigh, espero hacer lo correcto"- pensó Goku rascando su nuca- Aika... todo lo que viste ayer... esas cosas existen.

Aika asintió tragando saliva.

-Entonces... esas veces que me decías que estabas ocupado, o el hecho de que faltaras a clase... ¿es debido a esas cosas? -preguntó.

Goku se sorprendió por la perspicacia de Aika, no se le hizo complicado saber en qué ocupaba él su tiempo. Bueno, tenía que sincerarse.

-Si te lo cuento, ¿me prometes que guardarás el secreto? -Aika asintió ante su pregunta- Bien, pondré mi confianza en ti... te diré la verdad.

Y así fue, le dijo "la verdad".

Pero claro, omitió cosas; dijo que hace nada descubrió sus poderes y decidió entrenar para volverse más poderoso y proteger la ciudad.

-El ser que viste anoche iba a destruir la ciudad, por eso Rias-senpai y los demás lucharon contra él... hasta que vine y lo derroté -añadió el joven.

Aika aún estaba procesando todo.

Saber que media escuela estaba compuesta de demonios no fue fácil, pero le consolaba el hecho de que ellos estaban "de su lado".

Luchaban por proteger la ciudad.

Así como lo hacía Goku, a quien amaba...

-Eso era lo que te quería contar... y bueno, realmente espero que esto no afecte nuestra relación -profirió Goku con una risa nerviosa.

-¡No! Eso jamás... sólo que estoy sorprendida, pero me alegra saber que estás para protegerme Goku-kun -habló Aika con su sonrisa clásica.

"Hablando de eso"- pensó Goku frunciendo el ceño con cierto desagrado, recordó algo que le molestó sumamente y Aika le miró atónita.

-¡¿Qué es lo que hacías en la escuela a esa hora?! -demandó Goku encarándola con gran seriedad- ¡Podía haberte pasado algo grave!

Aika bajó la mirada al oírle.

-Lo siento... no quería regresar pronto a casa así que me entretuve ahí, yo... lamento haberte preocupado -habló Aika en tono arrepentido.

Pero de pronto, así sin más...

Sintió unos brazos alrededor de ella.

-Jamás me habría perdonado si algo malo te hubiera llegado a pasar -declaró Goku abrazando a la muchacha, si la hubiera perdido anoche...

Ni quería pensarlo.

Aika se ruborizó y escondió su cabeza en el pecho de Goku, fundiéndose en un abrazo con el muchacho que robó su corazón cual cazador.

-¿Por qué razón no querías regresar a casa? -preguntó Goku todavía sin separarse de ella.

Aika bajó nuevamente la mirada.

-N-no quería estar sola... ahora que ya no está Natsuki, siento que la casa es muy grande para mí... -contestó Aika con una voz melancólica.

-Es mi culpa, prometí que no te dejaría sola... y eso es lo que he estado haciendo -confesó Goku recordando lo le prometió a ella aquella noche.

Hasta ahora, no lo había cumplido.

-P-pero Goku-kun... tú tienes cosas más importantes que hacer, además tienes una novia... -habló Aika desviando la mirada.

Sí, vio a Suzaku esta mañana.

Y pudo ver el beso que ella le dio...

Goku se sorprendió por el hecho de que ella se había dado cuenta, aunque en realidad tenía dos novias... pero claro, no tenía porqué decirlo.

-Pero eso no quiere decir que no pueda pasar tiempo contigo... dime, ¿te gustaría venir a vivir conmigo? -preguntó Goku con una sonrisa.

-¿Eh? -fue lo único que pudo proferir Aika, totalmente desconcertada por las palabras del azabache- "¿Acaso dijo... ir a vivir con él?"

-Si la única forma de evitar que vuelva a pasar lo de anoche es que te vengas a vivir conmigo... entonces que así sea -declaró Goku sonriendo.

"Aunque realmente el espacio es reducido y no sé si ellas lo aceptarán..."- indagó Goku con una gota de sudor cayendo por su sien.

Pero quería ayudar a Aika.

No podía defraudarla así sin más.

Él... se lo había prometido.

-Y-yo... n-no sé qué decir... ¿no seré una carga para ti? Además... tienes novia -volvió a repetir Aika con un tono de voz sumamente dudoso.

-No, no lo serás, me sentiría más seguro si estuvieras a mi lado -habló Goku intentando convencerla, pero había algo que no sabía.

Y es que aunque Aika estuviera más segura a su lado, también sería un blanco fácil para sus enemigos... aunque claro, Goku no lo sabía.

Todavía no se había dado cuenta.

-B-bien, vale... iré a vivir contigo -Aika habló finalmente y Goku dio un salto de alegría- "Tal vez... pueda confesarle lo que siento..."

Sí, vería esto como una oportunidad.

Una oportunidad para por fin ser feliz.

Minutos después.

La puerta de entrada estaba a unos metros y allí esperaban como siempre la presidenta del consejo estudiantil Sona junto a su adjunta.

-Ve delante, dentro de nada te alcanzo -profirió Goku mirando a su amiga, quien asintió con una sonrisa y se fue dando trotes hacia la escuela.

Goku vio con una sonrisa cómo se marchaba Aika, después de todo lo que había vivido... ella se merecía toda la felicidad del mundo.

"Veo que ya se despertó"

Se percató de que había llegado a la puerta principal de la escuela y quien dijo aquello fue Tsubaki, que le miraba con una sonrisa.

-Sí... y debido a eso tuve que explicarle lo sucedido -respondió Goku acercándose a la chica quien se mostró algo sorprendida.

Antes de que Tsubaki pudiera decir nada sus labios fueron sellados por los de Goku mientras una mano rodeaba con confianza su cintura.

-O-oye a-aquí no... -susurró Tsubaki sonrojada mientras intentaba forcejear ante los avances de Goku, que la atraía hacía sí con su brazo.

-*Tos* Recuerden que están en público -habló Sona fingiendo una tos pero lo que no era fingido era el enorme sonrojo que había en su rostro.

Pero por suerte, nadie vio la escena...

-L-lo siento Kaichou -se disculpó Tsubaki y le envió una mirada acusatoria a su amado, quien desvió su mirada mientras soltaba un silbido.

-Oye por cierto, oí algo sobre una cumbre de facciones... -habló Goku recordando lo que dijo Suzaku esta mañana- ¿De qué tratará eso?

Sona ajustó sus lentes.

-Los líderes de las tres facciones se reunirán para hablar de lo ocurrido con Kokabiel, deberías hablarlo con Rias -contestó Sona mirándole.

"Ugh, entonces yo estaré involucrado"- pensó Goku con una sonrisa nerviosa- Bien, iré ahora antes de que inicien las clases... nos vemos.

Goku se despidió de las dos féminas y se encaminó hacia el viejo edificio de la escuela, donde se encontraba el club de ocultismo.

Justo antes de llegar al edificio, vio a una figura bajo la sombra de un árbol y tras acercarse unos metros más consiguió reconocerla finalmente.

-Yūto-san eres tú, hacía tiempo que no te veía -saludó Goku amablemente, se le hizo muy muy raro no verle en la batalla contra Kokabiel.

-Lo mismo digo Goku-san, oí que luchaste muy bien anoche contra Kokabiel... felicidades -habló Kiba mostrando una sonrisa en sus facciones.

-No fue nada, todos nos esforzamos para ganar la batalla -contestó Goku rascando su nuca y así fue, todos ellos dieron su mejor esfuerzo.

-Pero tú el que más. Por cierto, ¿qué sucedió con las Excalibur? ¿Fueron todas absorbidas? -le preguntó el chico rubio con bastante interés.

-Sí, la mayoría, pero pude recuperar algunas -respondió Goku materializando la Excalibur que resultó de la fusión de las otras espadas.

Le ordenó a Kokabiel liberar la espada de su interior, y el ahora soldado sombra de nombre Iron hizo conforme a la orden del Monarca.

Liberó la energía sacra que absorbió y ésta se condensó hasta formar la espada, él no se debilitaría pues su fuente de maná era Goku.

-¿Podría... verla de cerca? -le preguntó Kiba nuevamente viendo con ojos extraños la espada reluciente, y Goku se percató de su mirada.

-Bien, ¡aquí tienes! -exclamó Goku lanzándole la espada al rubio, quien extendió su mano derecha para poder así tomarla con toda seguridad.

Kiba abrió sus ojos.

Esta espada... fue la causa de lo desgraciada que fue su vida, y sobretodo de la muerte de sus amigos y compañeros hace ya tantos años

Pero no lo había olvidado.

No podía olvidar el infierno que vivió ni los rostros de sufrimiento de sus amigos al padecer aquella tortura... Kiba jamas lo olvidaría.

¡Nadie podría borrarlo de su memoria!

Por eso debía destruir esta espada aquí y ahora, así vengaría a sus amigos y honraría su memoria... con eso ya podría irse en paz.

Flush.

Rápidamente Kiba creó una espada demoníaca para destruir la espada, pero sorprendentemente la espada voló de sus manos así de repente.

Fue Goku quien la recuperó usando "Manos del Soberano" para ello, tenía un mal presentimiento con Kiba y recién lo acababa de confirmar.

-No sé qué pretendes pero no te dejaré destruir esta espada, y tampoco quiero hacerte daño así que márchate -le advirtió Goku con seriedad.

Kiba apretó sus puños.

-¡Cállate! ¡Tú no lo entiendes! ¡Debo destruir Excalibur para vengar a mis amigos! Y lo haré aunque tenga que asesinarte -exclamó Kiba.

Todo sea por el objetivo.

"¿Los problemas nunca se acabarán o qué?"- se preguntó Goku maldiciendo su suerte. Sabía que tenía que aumentar con urgencia dicha ranura.

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