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Capitulo 17: Discusión

Tsubaki contemplaba meditabundamente la ventana de la sala del consejo estudiantil, su rostro estaba atestado de bastante nostalgia.

Recordar sucesos del pasado le había hecho recordar los tiempos que vivía feliz con su familia hasta el día que se manifestó su Sacred Gear.

Fue exiliada como un perro y anduvo durante meses por todo Japón exorcizando espíritus con sus habilidades hasta que conoció a Sona.

Adaptarse a ser una diablesa no fue fácil, era un mundo distinto y costumbres distintas, sobretodo una vida nueva era la que Tsubaki comenzó.

Le debía todo a Sona, ella le dio un hogar, alimento, paz y disfrutaba de su compañía, todo fue realmente bien pero sabía que faltaba algo.

Faltaba algo que complementase a su vida, algo que entendiera su forma de ser y de pensar, algo a lo que abrazarse en las noches más oscuras.

Ella quería sentirse amada en el fondo, quería experimentar esa sensación en su cuerpo, esas mariposas que se sentían en el estómago al estar cerca de esa persona. Quería sentir todo aquello.

Siendo una de las chicas más populares de la academia le sobraban los pretendientes... pero todos ellos eran superficiales y sólo se fijaban en su cuerpo, sin conocerla tal y como es en verdad.

El caballero de Rias llamó su atención, Kiba Yuuto era su nombre, un chico amable, simpático, inteligente, buena persona y no era pervertido.

Tsubaki buscó desesperadamente llamar su atención pero no lo logró, es más Kiba no se había inmutado, como si Tsubaki fuese algún objeto de poca importancia o algo parecido.

Se resignó a que jamás encontraría a esa persona a quien dar su amor, hasta que conoció a Goku, el chico de segundo año llamado "Rey de fantasías".

Tsubaki trató de no hacerse muchas ilusiones como pasó con Kiba, creyó que Goku era algún tipo arrogante y seductor al ver que las chicas le aclamaban como fangirls con mucha frecuencia.

Pero en los últimos días Tsubaki se había fijado en que Goku era todo lo opuesto: era simpático, humilde, gracioso... y al contrario que Kiba Goku no se ocultaba bajo ninguna máscara emocional.

Tsubaki sabía que Kiba ocultaba sus deseos de venganza y era sonrisa que mostraba siempre era una sonrisa hipócrita, no conocía bastante a Goku pero sentía mucha pureza y bondad en él.

La noche anterior se dio cuenta de que él era lo siempre había deseado: esa persona con la que reírse, contarse anécdotas e incluso halagó su comida, algo que ni siquiera Sona habia hecho.

Se sintió nerviosa al hablar con él, perdió su fachada seria aquella noche y se mostró tal como era... y fue bastante agradable siendo sinceros.

Así que, quería repetir esa experiencia, quería conocer más a Goku para saber si él era esa persona que le había puesto el destino.

"Te noto pensativa Tsubaki"

Tsubaki se giró viendo que Sona le estaba mirando con preocupación, asi que esbozó una sonrisa para relajar a quien era su ama/señora.

-No es nada Kaichou, sólo estaba pensando en ciertas cosas -comentó Tsubaki- A propósito, ¿ya contactó con Beelzebub-sama para ese asunto?

-Sí, pero tiene bastantes ocupaciones en el inframundo así que me ausentaré durante el fin de semana -informó Sona ajustando sus lentes.

Ajuuka era quien se encargaba de los asuntos tecnológicos del inframundo, así que era normal que el Maou se encontrara sí de ocupado.

Sona no le había dicho lo que sucedió con el cuerpo de Goku, asi que se inventó una excusa a la altura de la situación explicando que sus piezas desaparecieron así de repente, Ajuuka tampoco pidió muchas explicaciones ya que estaba liado y era algo fácil de solucionar.

Más que nada Sona quería saber de antemano a qué se enfrentaba, hasta que no estuviera segura no podría decírselo a Ajuuka ni a los otros Maou.

-Me haré cargo de la situación Kaichou, no se preocupe, puede confiar en mí -habló Tsubaki viendo seriamente a Sona quien asintió.

-Por cierto, ¿en qué o quién pensabas? ¿en un chico? -preguntó Sona con curiosidad para ver si Tsubaki caía en la trampa que le habia puesto.

-¡¿Có-cómo lo sabe?! -demandó Tsubaki ruborizada y Sona sonrió victoriosamente ante aquello, daba gracias a que Seekvaira le enseñó ese truco después de hacerla caer tanto.

-Me lo acabas de decir con esa pregunta y con el rubor en tus mejillas... -respondió Sona y Tsubaki bajó la cabeza avergonzada- ¿Es Kiba, no es así? Soy mala en esos temas pero se ve a leguas que te gusta -añadió ella observando a su reina.

-Dejó de gustarme hace un tiempo, no merecía la pena sentir algo por alguien... a quien jamás llegaría a gustarle -respondió Tsubaki con toda sinceridad- pero hay alguien más, un chico...

-No me digas que... -Sona lo adivinó al instante- Tsubaki, no sabemos con certeza qué o quién es él, de momento debes mantener la distancia con él hasta que averigüemos qué es él en verdad.

Tsubaki sabía que Sona podría tener razón con aquello, al igual que tampoco podría tenerla. No perdía nada con intentarlo y... además no sentía malignidad alguna en Goku como para tener que alejarse de él por mera precaución, no quería eso.

-Kaichou yo estoy segura de que él es alguien bueno, hablé con él anoche y estoy segura de que no es nuestro enemigo -replicó Tsubaki viendo a Sona, quien frunció el entrecejo al oír aquello.

Sona sabía bien que Tsubaki era ingenua en ese aspecto pero tenía que anteponer sus deberes de reina y vicepresidenta a su propia felicidad.

-Aliados hoy y enemigos mañana Tsubaki, tal vez sólo esté ocultando su verdadero ser, ¡Quien sabe! Como tu 'rey' quiero protegerte, hasta que no sepamos qué es deberías alejarte -a su vez replicó Sona y Tsubaki también se mosqueó.

-¡No! Yo también tengo derecho a saborear la felicidad por una vez en la vida... y me da igual si es mi enemigo o no porque a su lado me siento... distinta -habló Tsubaki y Sona inconscientemente creó remolinos de agua girando a su alrededor.

-Tsubaki como tu rey te ordeno que no te acerques a él, no sólo te expones sino expones a los demás de mi nobleza ante un posible peligro -ordenó Sona viendo duramente a su reina.

-Me rescataste y me diste un hogar y te lo agradezco... eres mi rey y te respeto por eso... pero no tienes derecho a decirme qué es lo correcto para mí Sona... -habló con frialdad Tsubaki dándose la vuelta hacia la puerta.

-Tsubaki Shinra, no te atrevas a salir de esa puerta, ¿me oyes? -habló Sona y Tsubaki hizo caso omiso, saliendo del lugar- ¡¡Tsubaki!!

Tsubaki contuvo las lágrimas que empezaron a formarse en sus heterocromáticos ojos y salió corriendo en dirección al baño, arrepentida por haberle dicho aquellas palabras a Sona.

Sona se frotó la sien y suspiró, sus ganas de tenerlo todo bajo su control le superaron y no le permitieron ver que estaba privándole a Tsubaki de lo que más anhelaba en su vida: felicidad.

Con Goku.

Goku miraba con preocupación la ventada del aula pensando en lo acontecido hace unas horas cuando Reynare se presentó de nuevo frente a él.

Se giró hacia Issei y le vio con una sonrisa estúpida en el rostro, seguro que jactándose por haber conseguido una cita romántica con Reynare, o Yuuma, lo cual preocupaba a Goku.

¿Qué buscaba Reynare con un humano? Nada bueno, seguramente. Es más, Goku se percató de que las palabras de Reynare estaban sumamente llenas de falsedad, lo que le preocupaba más.

No es que él fuera muy amigo de Issei que digamos, pero si podía salvarle no dudaría en hacerlo. Aunque, ¿tenía la más mínima oportunidad de vencer a un ángel caído?

Había avanzado bastante con el sistema a lo largo de estos días, pero aún así estaba lejos de poder ganar contra un ángel caído, le faltaba por lo menos unos meses más para poder lograrlo.

Así que tendría que ir mucho más allá de sus límites para cumplir con la misión, tendría que darlo todo en los entrenamientos de estos días.

Aun así el sistema le había dado la misión de acabar con Reynare, ¿sería que en verdad tenía que posibilidades de ganar? Y tampoco le hacía gracia la idea de tener que matar a una "persona".

"Goku, ¿ocurre algo malo?"

Goku se giró y vio a una preocupada Murayama, que en las clases de inglés era su compañera de asiento y bueno, en biología, química y demás.

-No es nada, sólo recordé algo -respondió Goku forzando una sonrisa, que no confortó a Murayama ya que se notaba su preocupación.

-Llevas respondiéndome lo mismo toda esta semana, ¿seguro que no es nada...? -preguntó Murayama mirando fijamente sus ojos ónix.

Por un momento Goku decidió contarle todo acerca del sistema, hablarle sobre sus preocupaciones actuales y demás cosas.

Pero estaba sólo en todo esto y no quería involucrar a nadie, mucho menos a Murayama a quien apreciaba; así que negó y sonrió mirándola.

-Tranquila estoy bien, no debes preocuparte -le habló Goku a Murayama con una sonrisa haciendo que se tranquilizara- Entonces, ¿el domingo era el día en que quedábamos?

-S-sí, era el día de nuestra cita..... -farfulló Murayama algo apenada pero al ver el rostro curioso de Goku decidió rectificar- ¡Qu-quiero decir el día en que quedaremos como amigos!

-Claro, somos amigos y por eso quedamos -contestó Goku sonriendo aunque aquello no le agradó demasiado a Murayama que digamos.

Antes de que siguieran charlando el profesor se levantó de su asiento, ahora mismo tocaban clases de inglés para desgracia del pobre Goku.

-Mrs son, if it does not bother you, could you lend a little more attention to my english class...? -profirió el profesor fingiendo un acento barato que seguro habia aprendido en algún bar de la esquina y que presumía de haberlo estudiado en Londres.

Goku asintió ante aquellas palabras habiéndolas entendido a la perfección gracias al sistema, giró su vista a la pizarra y vio escrita una frase.

[Analizando oración... fallo detectado]

[Buscando posibles alternativas de arreglo]

[15 alternativas encontradas en total]

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