Son 13576 la cantidad total de puestos y locales que conforman el mercado de la gula, los puestos mantenían la misma arquitectura que los puestos ambulantes del mundo terrenal. Son pequeños,de acero o madera, con un simple mostrador donde están puestas las mercancías, de un tubo sobresalen unos ganchos de los cuales cuelgan las distintas piezas que se ofrecen a los clientes. Los locales son mas formales, pero en su mayoría comparten cierto parecido a los puestos, tienen un piso reluciente generalmente blanco, un mostrador grande ordenado y presentable, pero sin importar si es formal o informal todos los puestos tienen un producto en común, cuerpos humanos. Ya sean dedos cercenados en el mostrador, antebrazos desgarrados mostrando la carne para que se denote la frescura, torsos colgados en los ganchos siendo cortados brutalmente, cabezas empaladas gimiendo de dolor, cada uno de los puestos, cada unos de los locales, mostraban una verdadera carnicería de cuerpos desmembrados.
— En este lugar voy a presentarte al líder de los mercaderes — hablo tranquilamente Ukosok — el te ayudara a buscar a tus hijas e hijo, supongo que estas muy emocionado por encontrarles verdad Daniel… Daniel?
— Creo que emocionado no es la palabra correcta — dijo Lepaula mientras miraba un poco preocupada a Daniel.
Atrás de ellos se encontraba un Daniel doblegado, con su cara pálida, respirando fuertemente para no desmayarse, con sus manos trataba fuertemente de tapar su boca para no dejar salir su desayuno.
— Bueno que se le puede hacer tiene que acostumbrarse — comento algo cansado de la situación Ukosok — Eh mira ahí esta. Poryac!! por aquí.
Poryac es un Bestial joven y delgado, sus rasgos bestiales mas notables eran sus colmillos inferiores que sobresalían de su mandíbula, sus ojos eran redondos y negros de un profundo negro que pareciera que viera directamente a tu alma, su cabello era corto y fino de un color grisáceo. Viste un camisa a cuadros de color rojo y un pantalón azul con una botas cafés. Mientras Poryac se acercaba a Ukosok era saludado por los comerciantes que lo detenía para hacerle preguntas, la sonrisas de los comerciantes junto con la forma tan respetuosa con la que se dirigían a él daba la imagen de un líder carismático y serio. Poryac llego saludando amistosamente a Ukosok y dando un saludo muy formal a Lepaula.
— Que los trae por aquí Ukosok — Dijo con voz alegre Poryac.
— Quiero presentarte a Daniel, es el padre de los jueces — sin mirar, Ukosok señalo a su espalda
— ¿Cual es? — dijo Poryac mirando curiosamente
— ¿Eh? — continuo extrañado Ukosok — Que!!! ¡Todavía no se levanta!
— ¡Cariño! — Interrumpió un poco molesta Lepaula — Tienes que ser mas compresible
— Bueno que se le puede hacer — con un fuerte suspiro continuo Ukosok — Poryac, me gustaría que lo llevaras con los jueces y de paso le expliques cómo funciona el mercado de la gula ¡Pero no abuses de su condición! por eso te pido que te controles. Bueno por desgracia no puedo quedarme más así que por favor despídeme de él por mí.
— ¡Enterado jefe! — Contesto entusiasmado Poryac — déjamelo a mi.
Mientras Ukosok y Lepaula se retiraban, miraban un poco preocupados por Daniel que seguía en cuclillas.
— ¿Bueno por dónde quieres empezar? — se escucho una voz ronca cerca de Daniel.
— Pe, perdón todavía no puedo acostumbrarme — comento todavía nervioso Daniel.
Al levantar la mirada Daniel vio la cara de una persona con los ojos unidos, la boca era manipulaba como si se tratase de un títere dejando ver solo unos 3 dientes, la quijada rota y ensangrentada. El cuello estaba desgarrado mostrando claros signos de la forma tan violenta en que fue desprendida la cabeza.
— Que… QUEEEEEEEE!!! AAAAAAAAAHH!! UUGGHHH WAAAA — Daniel ya no pudo mas.
30 minutos después en una banca del mercado...
— JAJAJAJAJA ya no puedo mas JAJAJAJA ah ah no puedo respirar — Poryac continuo riendo a todo pulmón.
— As estado riendo sin parar desde hace 30 minutos y yo sigo sintiéndome mal — decía Daniel apenado.
— Ja ja ja es que como no reír solo con recordar la cara que puso mi equipo de limpieza es hilarante — Poryac tomo un respiro para calmarse — Pero no te preocupes ya mande a hablarle a tus hijas e hijo así que ya no tendrás que pasar por mas puestos.
— Gra… gracias — tomo un fuerte respiro Daniel — Espero no quitarte tiempo.
— No te preocupes, estoy para darte una mano — Poryac sostenía una mano desmembrada.
Después de 2 minutos de risa incontrolable…..
— Bueno — continuo alegre Poryac — en lo que llegan te contare como funciona aquí.
— Ya no sé si agradecerte, siento que te digo algo vas a d jugarme otra broma — Daniel miraba cabizbajo.
— Ja ja ja no tengas miedo — dijo Poryac mientras golpeaba la espada de Daniel — Bueno para empezar tienes que tener en cuenta que los "cuerpos" son la materia prima de todo este mundo y cada cueva maneja esta materia prima de distintas maneras dependiendo de la cueva en la que estes, por ejemplo, aquí manejamos a los cuerpos como material de comida que repartimos a todo el mundo por eso es que en todo este mercado vas encontrar ventas de partes de los cuerpos.
— Si, ya me di cuenta — Daniel súbitamente recordó algo que enfrió todo su cuerpo — Entonces eso significa que todo este tiempo lo que e ingerido, lo que acabo de vomitar es…
La mirada de Poryac cambio de una manera tétrica, como si disfrutara de la mirada de terror que tenia Daniel.
— Así es — La voz de Poryac fue mas suave y susurrante.
Daniel se puso a recordar aquellos días en que Be llegaba con las compras, mismas compras que el cocinaba y que él consumía.
— No puedo creerlo — La cara de Daniel mostraba esa desesperación — Ellas, el, sabían lo que me estaba dando esas supuestas chuletas, jamón, carne lo sabían y aun así solo me veían, riendo, burlándose de mi lo mas seguro es que…
— ¡NO PIENSES ASI! — Una seriedad invadió el rostro feliz de Poryac — Odio ponerme así de serio.
Con un gran respiro Poryac retomo la calma.
—Si Be quisiera hacerte una broma las haría como yo lo hago—continuo Poryac ya mas tranquilo—Déjame explicarte algo y espero puedas entender. Los demonios, todos nosotros veníamos de una herencia de violencia, en la antigüedad nuestro poder, nuestra posición social se media a travez de comparar nuestra fuerza y brutalidad, las almas, mejor dicho los cuerpos eran usados como un medio para mostrar esa violencia. Pero todo cambio cuando el mismo Lucifer cambio las reglas y creó lo que ves ahora, una sociedad mas tranquila donde los demonios viven en paz, pero nuestra rivalidad no sé a ido por lo que hemos tomado nuevas formas de competir.
— Justo como me lo dijo Ukosok — interrumpió Daniel — Me comento que cada una de las cuevas tiene su manera para seleccionar a su gobernante y que los jueces no pueden entrar por que seria muy ventajosos para ellos.
— Bing bing bing — Poryac volvió a su alegría anterior — Parece que si pones atención, en el caso de Gula nuestra competencia se basa en quién puede ofrecer la mejor carne. Para determinar su calidad hay distinta formas, desde cómo engordas al cuerpo, como lo torturas los cuerpos para que libere mejor los jugos, hasta la forma en la que los desmembran. En este caso Ukosok es el gobernante por que su estilo de tortura es especial, cuerpo que tortura cuerpo que dará los mejores sabores, por otro lado yo soy mas del estilo de desmembrar, no es por presumir pero fui elegido como líder del mercado por mi estilo sangriento de cercenar, mmmmmjuu un placer para la vista y el paladar.
— Pero eso que tiene que ver con que los trillizos me dieran de comer cuer…
— Por eso necesito que entiendas esto primero. Aunque la regla es que no participen por su superioridad la verdad es que tus hijos son uno jueces inútiles.
La cara de Daniel mostraba lo impactado que estaba por esa información.
Los jueces del infierno, el simple hecho del nombre indica lo superiores que son en comparación de cualquier demonio, sus nombres obligaban a que fueran venerados, no como gobernantes, no como reyes, ni como tiranos, eran venerados casi como si fueran dioses entre los demonios. Los jueces son seres que estaban a miles dé pasos del demonio más fuerte de las 9 cuevas y solo estaban a un paso de alcanzar el poder de Lucifer.
— ¿Son inútiles? — Seguia impactado Daniel. — Eso es…
— Bueno, bueno, calmante — tranquilizo Poryac a Daniel — Eso era antes, pero algo paso hace unos 4 meses. Sin esperarlo un día llegaron y me preguntaron si se podría hacer cortes finos con la carne, para mi fue extraña esa petición, ningún demonio busca hacer cortes finos, todos sabemos que entre mas llamativos los desmembramientos mejor, por lo que es una técnica poco conocida. No era imposible hacer un corte fino y limpio pero para poder saber si fue correcto el corte se tendría que lograr sin que el cuerpo sintiera que fue cortado así sabrías que fue un corte rápido y limpio, pero por eso es que es complicado casi todos los cuerpos están en un estado constante de sufrimiento y quejas, ademas si alguien pudiera hacerlos serian solo ellos 3 gracias a sus capacidades únicas, como las uñas y dientes super afilados complementados con su velocidad. Para serte sincero les dije sin esperar que lograran algo, pero 1 mes después, mientras rondaba por los puestos un fuerte grito de alegría llamó mi atención, en uno de los puestos mas escondidos se encontraban celebrando Be, Cer y Ro, lo que pude ver me dejo sin palabras, del torso que esta suspendido había caído un fino corte carne pero antes de poder ir a felicitarles una frase me detuvo. "Con esto podremos hacerle el emparedado que tanto quiere Daniel". Las palabras de alegría de Be acompañadas de las sonrisas de Cer y Ro me dejaron atónito, esa victoria tenia un propósito más profundo de lo que había pensado por lo que me retire sin decir nada.
Una lagrima rodó por la mejilla de Daniel, no pudo evitar que uno de sus recuerdos lo invadiera.
1 mes después de que Lucifer lo dejara como el nuevo padre de los jueces, Daniel se encontraba sentado en la sala de su casa. La habitación estaba obscura, solo una pequeña lampara iluminaba el libro que se encontraba leyendo.
— Bueno parece que voy bien ganándome la confianza de los trillizos, a sido algo complicado pero espero que pronto pueda llevarme bien con ellos y poder verlos sonreír — Daniel se sobo su estomago — Ya es noche, valla en estos casos como me gustaría poder probar un emparedado de jamón ¡Pero! no hay tiempo que perder tengo que seguir preparándome.
Daniel no necesitaba comer, gracias a la bendición que le dio Lucifer el no podría morir ni por inanición ni deshidratación, tampoco sufría desnutrición por lo que la sensación que tenia era solo por las ganas de poder sentir alimento y poder saborear los viejos alimentos que él recordaba. Mientras él se sumergía en sus pensamientos, no había notado que un pequeño curioso había escuchado sus palabras.
Ya en la habitación de los trillizos.
— ¡¿Qué quieres que hagamos que?! — exclamo sorprendida Be.
— So, so, solo digo que no estaría mal tra, tra, ¡tratar de hacer algo por el! — Contesto nervioso Ro — Digo se a esforzado por nosotros.
— ¡Ah! es una molestia esto — continuo Be.
— Pero como dice Ro, Daniel se a estado esforzado por nosotros — la dulce voz de Cer se escucho — creo que merece que le demostremos algo de agradecimiento, digo el nunca a dejado de tratar de cuidarnos a pesar de lo mucho que lo lastimamos. Recuerdas Be la ves que casi te caes del 5to piso por estar jugando en la orilla.
— Si pero saben bien que no me pasaría nada, e caído de hasta 10 pisos y sin ningún rasguño.
— Daniel lo sabia — Continuo Cer — y aun así prefirió el caer por el balcón que verte caer y tu sabes bien que su mirada de preocupación era real, ademas a ti te agrado que él hubiera hecho eso ¿no?.
— Bien, bien, ya entendí — comento apenada Be — esta bien ¡Hagamos ese emparedado a Daniel!
— !Siii¡ — gritaron Cer y Ro al unísono
— Solo una pregunta — dijo Ro — ¿Ustedes saben que es un emparedado de jamón?
— No, pero supongo que podemos decirle a Virgilia — dijo confiada Cer.
Volviendo al día actual
— Así que por eso estaban felices cuando saboree ese emparedado — Seguía impactado Daniel.
— Desde ese día — Continuo alegre Poryac — Quería conocerte Daniel, quería conocer la persona que les devolvió esa chispa. Como te lo decía, por fuera en la ciudad ellas eran alabadas por todos solo por el simple hecho de ser jueces, pero en el mercado eran marcadas como inútiles, no tenían ningún talento en especial y eran superadas sin problema, pero desde que pudieron hacer ese corte fino las cosas cambiaron, muchos demonios recorren casi todo el mercado en búsqueda de poder comprar esos cortes únicos y especiales. Esas niñas y ese niño, vivían en la obscuridad del mercado pero ahora se an levantado, an vuelto a ser los orgullos jueces de la Gula, por eso Daniel muchas gracias por ser la motivación que les hacia falta.
La sonrisa sincera que mostró Poryac lleno de sentimientos a Daniel, todos esos ataques que recibió, no eran con coraje ni con odio, mucho menos como burla, era buscando perfeccionar su técnica, para poder crear algo para Daniel por eso nunca le dijeron de donde provenía la carne por que esos 3 solo querían ver a Daniel disfrutar alegremente su emparedado y al igual que el solo querían verlo sonreír.
— No Poryac, mas bien yo debo de agra…
— ¿El orgullo de Gula? — Una voz rasposa se escucho a espaldas de los dos — No me hagas reír
Detrás de ellos se encontraba un bestial muy diferente a los demás, era alto un poco más grande Ukosok pero mucho mas delgado casi esquelético, su cabello era conformado por plumas cafés, su nariz era picuda y sus ojos de un amarillo intenso. Sus brazos tenían plumas pequeñas y finas siguiendo el mismo patrón que cualquier bestial pero, a diferencia de los otros bestiales, de sus manos sobresalían unas uñas largas y negras, los rasgos de un águila real.
— ¡Ah! hola Aavig que te trae por aquí — a pesar del saludo alegre de Poryac por la forma en que fruncía el ceño demostraba lo poco que le agradaba.
— No me mires así — Siguió sarcástico Aavig — sabes que me pongo nervioso ¡Muy fácilmente!
Sin aviso una de las garras toco el cuello de Daniel
— ¡DEJALO EN PAZ! — el grito de Be retumbo en el lugar.
La mirada furiosa de Be y la mirada desafiante de Aavig se cruzaron, un brutal enfrentamiento por rescatar a Daniel esta por ocurrir.