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CAPÍTULO 38.5- Soy un protagonista infantil.

CAPÍTULO 38.5- Soy un protagonista infantil.

Cumplo con todos los requisitos de un protagonista cliché.

Soy muy cliché… Demasiado… Pero para mí, eso es bueno. Los protagonistas como yo siempre sobreviven y ganan al final… Espero que ese cliché se cumpla.

Cuando cumplí 7 años me di cuenta de algo horrible… ¡Soy un chico infantil!

La reencarnación tiene efectos negativos en mi cerebro. Por ejemplo, me gustaba jugar con Mei… Jugábamos con sus muñecas, su juego de té… Incluso jugábamos a un juego llamado "Familia". Yo era el papá y ella era la mamá… ¡Y me divertía jugando!

Me volví un niño realmente… Por eso soy infantil… Mis decisiones no son las más maduras… Por ejemplo, yo mato a las personas que han matado, pero no me pongo a pensar que, tal vez, mataron a una persona en defensa propia. Y, siendo sincero, no me importa.

Solamente he matado bandidas. Y he visto con mis propios ojos lo que las bandidas hacen. Violan hombres. Secuestran aldeanos para vender sus órganos. Torturan a las personas. Matan a los niños pequeños… Y se divierten haciendo eso.

Es por eso que no tengo piedad.

Yo no soy un protagonista que se cree un héroe caballeroso y bueno. Ayudo a las aldeas y orfanatos porque me beneficiará en el futuro. Por ejemplo, Eris se enamoró de mí porque salvé su aldea. Esa era una estrategia que tenía. Si salvo aldeas y ayudo a los orfanatos, existe la posibilidad de que una chica poderosa se enamore de mí. Es cliché, por eso lo hice.

Pero no ayudo a todas las personas que lo necesiten. Si no tengo tiempo, no las salvo.

Por ejemplo, en la aldea de Elfos, cuando derroté al demonio, había Elfos gravemente heridos… Y no usé mi magia curativa en ellos. ¿Por qué? Se me olvidó. Me acordé cuando me estaba bañando, pero me dio flojera ir a la aldea y curar a los Elfos. Mio tiene magia curativa también, así que le pedí que use su magia en ellos. No tengo miedo de que descubran que es un Semidemonio porque Mio usa una túnica con capucha cuando sale de casa. Nadie se dará cuenta de que es un Semidemonio si no la pueden ver bien.

Si yo fuera un protagonista que se cree un héroe, no mataría y ayudaría siempre a las personas. Yo mato y ayudo a las personas cuando puedo. Si un villano secuestra a Mei y me obliga a elegir entre salvar a Mei o salvar a 20 niños, elegiría a Mei. Un verdadero héroe intentaría salvar a ambos, pero prefiero evitar que Mei muera. Mientras pienso en un plan, el villano podría asesinar a Mei. No me considero un héroe por eso. Prefiero salvar a mi familia.

Bueno, soy un héroe, pero es porque así se llaman los invocados.

—¡Me quedó delicioso!

Yo, de 8 años, estoy cocinando un poco de carne. La cocinera de la familia me estaba enseñando.

No soy como los protagonistas isekai que preparan comida de su mundo.

En mi mundo, Nia y mi tía cocinaban… Sabía preparar huevos, pero solo eso. No sé cocinar realmente.

Por eso decidí aprender a cocinar en este mundo.

—La carne está perfecta… Aprendes rápido, Kei.

—Gracias.

Mei entró a la cocina y se acercó corriendo a mí.

—¡Hermano, juguemos!

Verla sonreír me hace feliz… Una hermana… Siendo sincero, siempre quise tener una hermana… Nia lo sabía, es por eso que me llamaba "hermano". Era hijo único… Y tener hermanos en este mundo me hace feliz.

—¡Claro! Yiya, me retiro. Gracias por la ayuda.

Mei y yo salimos de la cocina… Ser un pequeño niño no es tan malo.

Mei saltó a mi espalda y me abrazó con fuerza… ¿Cree que soy un caballo?

—¡Vamos, caballo! ¡Corre, corre!

¡Sí, cree que soy un caballo! Vaya, vaya… Eso me hizo sonreír… Nia y yo jugábamos ese juego… Aunque me incomodaba un poco, porque podía sentir los pechos de Nia en mi espalda. Sí, jugaba ese juego con Nia incluso cuando ya estábamos grandes. Jugábamos ese juego desde pequeños… Era nostálgico.

—Esta vida no es tan mala.- Pensé.

—Supongo que mi vida terminará aquí.- Pensé.

Near tenía su pie derecho sobre mi cabeza.

Me cortó los dedos de las manos y atravesó mi hombro derecho con su espada.

Sus compañeras solo observan sin decir nada… Charlotte, Bandia, ayúdenme… Esto es demasiado doloroso… Me quema… Siento que me quemo… El dolor es insoportable… Esa maldita espada… Mierda.

No puedo evitar llorar… Siento demasiado dolor. Gritaría de dolor, pero Near me dijo que, si gritaba, mataría a Mei.

—¡Por favor, deja a mi hermano!

Las sirvientas fueron derrotadas… Mei estaba llorando… Ella no puede ayudarme… Le dije que no haga nada.

Se acercó a nosotros, pero una barrera de hielo apareció frente a ella. Sabía que no me haría caso.

—¡Mei, no te acerques!

—Te dije que no hables.

Near comenzó a patear mi cabeza.

Mi sangre salpicaba por todas partes y Charlotte estaba temblando. Quería ayudar, pero no puede… O eso quiero creer.

—¡¿Eso es todo?! Eso fue decepcionante.

El hielo desapareció… No tengo magia para mantener la barrera.

—¿H-hermano?

Near suspiró y se alejó caminando.

—Está muerto. Eso fue muy decepcionante. Vámonos.

—N-no… ¡Hermano!

Mei usó su magia curativa en mí… Mis heridas desaparecieron… Pero no respiraba... Ya es demasiado tarde.

—¡Hermano, despierta, por favor! ¡Despierta!

Frima se acercó a ella.

—Está muerto. Puedo usar mi…

—No.

Near la detuvo con sus palabras.

—¿No escuchaste lo que dije? Vámonos.

Frima bajó la mirada.

—Sí… Está bien.

Mei abrazó a Frima con fuerza.

—¡Por favor, revive a mi hermano! ¡Por favor!

—Maten a esa niña y vámonos.- Dijo Near.

—¡Revive a mi hermano, por favor!

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