webnovel

194

Rápidamente, de la misma manera en que una chica joven y dotada se bajaba la cremallera de su vestido abierto y apretado... el tiempo también pasó abierto y apretado.

Dos días... no, 46 horas y 32 minutos habían pasado desde la reunión de Alexander con los pequeños Demonios, y protagonistas de la serie original, y en este momento, en la mañana, Alexander estaba sentado en zen con los ojos cerrados, mientras sus cejas estaban muy unidas, y las gotas de sudor corrían por su frente.

'Vamos.'

La Técnica de Cultivación de la Nada que Alexander había creado por él mismo, le permitía extraer la energía de la realidad pura con su cuerpo físico y alma intangible.

'Un poco más.'

La Energía de su Dantian circulaba y Alexander aprovechó cada una de sus cualidades para controlar perfectamente la activación de su mismo poder diversificado, sus Habilidades.

Todas respondieron, todas estaban asequibles.

Excepto Asora.

'Mierda, ¡vamos!'

Alexander vertió la energía producida en su Alma hacia su Habilidad más grande, y de exorbitante tamaño, hasta que...

*Wish*

Como una represa que se rompe, ¡la Energía fluyó en Asora, activando instantáneamente la Habilidad!

Alexander apresuradamente se paró, mantuvo la Habilidad activa pero no entró allí inmediatamente, y desapareció de su posición actual dejando sólo su imagen secundaria.

"Hmm, ¿mi rival no estaba meditando allí ahora mismo? Que raro, bueno, no importa."

Hakase sacudió su cabeza y siguió haciendo lagartijas con los pies en el aire.

.....

"Yasaka."

"Ah, queri... ¿do?"

"¿Alex-sama?"

La Señora zorro y Yasaka se sorprendieron con la visita repentina de Alexander en la oficina, pero cuando Yasaka vió que este estaba con los ojos húmedos y una expresión de alegría irrefutable, ella se quedó todavía más estupefacta.

"¡Ya puedo! ¡Ya desbloqueé Asora!"

"Ah... ya veo."

Yasaka se tomó unos segundos para comprender completamente la situación, y entonces suspiró, se puso la mano en el pecho aliviada, ella pensó que a Alexander le había pasado algo por su expresión tan exaltada.

Luego ella le sonrió con cariño a su amante, y fue hacia él para abrazarlo amorosamente, "Menos mal, querido, finalmente puedes reunirte con tu familia de nuevo."

Alexander abrazó fuertemente a Yasaka, él se sentía emocional ahora mismo.

Entonces él besó con soltura a Yasaka, probando sus dulces labios rojos, ignorando la otra persona de mediana edad sonrojada, presente en la habitación.

Yasaka saboreó la sensación de los labios de su amante, y sólo por este mismo beso ella podría decir lo emocionado que él estaba.

Ella se sintió algo complicada, pero sabiendo muy bien de primera mano, lo que era separarse de Alexander por sólo un día, Yasaka sintió algo de lástima por sus "Hermanas Mayores", que no lo habían visto en varios días para ahora.

De hecho, no sólo eso, sino que en estos últimos tiempos, Yasaka sabía muy bien que Alexander no podía quitarse tal cosa de la cabeza.

Él no lo aparentaba demasiado, pero Yasaka que ahora conocía a Alexander mejor que la palma de su mano, tanto física como mentalmente, especialmente física... tenía perfectamente claro que su mente estaba en otro lugar.

"Yasaka, tengo que ir."

Él le dijo, Yasaka sólo asintió.

"Ve, Alexander, mi amor, tanto tú como tu familia tienen el derecho de estar unidos al igual que lo estás con nosotras, ve, y vuelve con el resto de la familia, de nuestra familia."

"Yasaka..."

Alexander estaba incrédulo de lo perceptiva que era Yasaka, él sintió que ella lo comprendió por completo.

"Yo hablaré con Kunou, y me haré cargo de todo aquí, jeje~ Aunque puede que Kunou este enfurreñida cuando regreses, pero aún así hablaré con ella, por eso ve ahora mismo, sé que es lo que necesitas más ahora, querido."

Alexander asintió, "Bien, Yasaka, lo siento por tener que hacer esto tan repentino, y esto no volverá a pasar nunca más, definitivamente no."

Una luz se dibujó en el cuerpo de Alexander que por un momento llenó toda la habitación.

Yasaka no tenía idea de que era esto, pero Alexander era consciente de que era otra promesa auto-impuesta y que estaba profundamente conectada a su propia Alma.

Alexander miró con ojos amorosos a Yasaka cuando la luz de la promesa interna se desvaneció, la cual casi se derrite siendo el objetivo de esa mirada de su perfecto amante.

Luego él la besó de nuevo, la besó con posesividad, la besó con lengua, la besó con una lujuria que no siempre mostraba, y le tomó sus grandes nalgas celestiales para apretarlas con esmero.

El hilo de saliva de apariencia erótica se hizo entre ambos cuando Alexander retrocedió, y él pegó su boca al oído de Yasaka, que estaba hecha un desastre entre gemidos calientes y auspiciante placer.

(Cuando regrese, Yasaka, te prometo que te enseñaré porque en Eos me decían el Dios de la Noche, prepárate, mi mujer... prepárate para mi regreso, porque en ese momento... verás de "todo" lo que es capaz tu hombre.)

No pasó un segundo desde que Alexander dijo tales palabras dominantes, mordió traviesamente la oreja de zorro de Yasaka, y desapareció completamente de la habitación.

Yasaka se tomó 3 minutos enteros para calmarse, para calmar su corazón que no quería ser calmado, para enfriar su cuerpo que no podía estar más caliente, para limpiar la sangre que salía de su nariz, para dejar la respiración caliente e irregular.

'Por Kami...'

Yasaka bajó su mano derecha y la puso sobre su entrepierna por encima de su Yukata, se avergonzó un poco de lo tan malditamente mojada que estaba, pero ella estaba en un pequeño trance ahora mismo.

'¿Qué mujer... qué mujer en este mundo, puede soportar algo así... tanta... excitación...?'

Yasaka no era una mujer de Alexander en vano.

Ella estaba convencida de que había pocos o ningún ser en este mundo, que podría otorgarle tanto placer a una mujer como lo hace Alexander.

Su calidad de compañero sexual era tan alta que posiblemente ningún Dios relativo real podría llegarle a los tobillos. Porque Alexander es un maestro en en la actividad llamada "sexo", y por si fuera poco, su especialidad es enviar a la mujer al cielo de placer.

Ella estaba convencida de que no importa que tipo de mujer fuera, después de una noche con Alexander, ella sería abierta de una manera tan divina que su propio ser se conectaría con su sentido primordial de la palabra "mujer" en sí.

Y al contrario de lo que se podría pensar, la lujuria en exceso estaba mal vista cuando dos personas eran desconocidas entre ellos, o cuando no se tenían una gran confianza, sin embargo...

Cuando se trataba del enlace tan grande que Yasaka tenía con su amante, con su hombre, cualquier cantidad de lujuria nunca estaría fuera de lugar.

Dioses.

Yasaka no podía empezar a enumerar la cantidad de veces que ella se humedecía al día pensando en Alexander, o peor, interactuando normalmente con él. Cualquier mirada ocasional atrevida, una olfateada de su propio aroma celestial, una sonrisa pícara de las que él suele dar, o sus toques impulsados por ese sentimiento que hacía casi literalmente, renacer el cuerpo de cualquier mujer que fuera su receptora, todo esto sucedía naturalmente cuando una mujer que comparte un vínculo carnal y espiritual con Alexander, estaba junto a él, y Yasaka tampoco podía contar las veces que su ropa interior se mojaba.

Y por eso que es que ella estaba tan afectada ahora mismo, por eso es que Yasaka estaba nerviosa en un 2%, y expectante en un 98% de lo que pasaría cuando Alexander regresara.

*Escalofríos*

Ella sólo le dedicó una oración a Amaterasu-sama para no parecer tonta y borracha de lujuria en ese momento, y poder hacer frente y satisfacer a su pareja como él mismo planeaba satisfacerla a ella.

El tiempo pasó mientras Yasaka estaba allí, embobada con sus pensamientos lujuriosos.

Pero en ese momento tan delicioso...

"Y-Yasaka-sama..."

Como si se hubiera electrocutado, Yasaka se erizó completamente y giró su cabeza hacia atrás como si de una máquina oxidada se tratase.

"¡M-M-Mentora!"

"¿Q-Q-Qué fu-fue todo e-eso?"

La Señora zorro estaba toda roja mirando a Yasaka, y sus piernas estaban restregándose fuertemente la una con la otra.

Aunque ambas mujeres maduras estaban tan nerviosas y excitadas ahora mismo que parecían pequeños conejos tímidos.

...

Después de un tiempo, Yasaka se logró reponer completamente.

Por ahora, sólo se concentraría en dos cosas.

Primero, explicarle toda la situación a su mentora, y segundo, también explicarle a Kunou.

Ella no sabía cuándo volvería su hombre, pero estaba segura de qué regresaría, después de todo...

Y después de excitarla así, Alexander definitivamente vendría.

Él definitivamente vendría y le daría la noche más memorable que Yasaka tendría en toda su vida.

Él era así.

Su hombre era así.

Siguiente capítulo