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Capítulo 24 - Cada cosa en su lugar

Décimo cuarto año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, Ciudad de Ariel, Mansión del señor de la ciudad, mes de Octubre.

Dentro de una habitación se puede ver un grupo de mujeres interrogando a un solo hombre. Este hombre no es otro que Kain, todas quieren saber que paso en Legnica y con Sasha. Así que Lucy tomando el liderazgo, dirigía el interrogatorio mientras el resto de sus hermanas, miraban al acusado. Kain por su parte, estaba sentado contra la pared. Estaba tranquilo y eso mismo molestaba a Lucy.

-Habla, dependiendo de lo que digas puede que tu sentencia baje- dijo Lucy bastante molesta. Este hombre se fue por más tiempo de lo esperado mientras la dejaba "sufrir" en más de un sentido.

Kain sonrió -cualquiera sea la sentencia- dijo -soy culpable y no me arrepiento de nada. Bromas aparte, necesitamos conversar. Sé que mi madre debe haber enviado algunas cartas. Y por sus caras es mejor que terminemos lo antes posibles, parece que estuvieran envenenadas- le dio una mirada a sus esposas. Sus rostros se parecían al de un drogadicto con abstinencia. Con grandes ojeras y rostros pálidos, casi enfermizos.

-No te preocupes Kain, conversemos primero- dijo Justina mientras se acomodaba los lentes -ya hemos arreglado para que durante tres días no tengamos que ir al trabajo, así que terminemos esto ya- Justina era ordenada y no quería perderse los detalles, pero había que terminar luego o perdería toda su decencia y lo "atacaría".

-Ok. Primero, logre mis dos objetivos más un extra. Por una parte, todo salió bien con Sasha. Segundo, El templo fue encontrado, era muy místico y tenía un monto de cosas útiles, trataré de enseñarles-

-¿Y el extra?- pregunto Lucy llena de curiosidad, como siempre, le encantaban todas las cosas nuevas que Kain trae o hace.

-Oooh, eso. Fui contactado por un mago, uno de verdad- Kain sonrió y solo espero la reacción de sus esposas. Las cuatro mujeres miraron a Kain con ojos llenos de incredulidad mientras él bebía té. Kain conforme con esas miradas, continuo -cuando me contacto me pidió visitar a su rey. Dijo que mis palabras fueron significativas y quería conocerme-

Justina acomodo sus lentes y dijo -eso es técnicamente imposible, te faltaría tiempo y energía para hacerlo-

-Mi amorosa Justina, ¿alguna vez tu marido te ha mentido?-. Justina se sonrojo al ser llamada amorosa y miró a Kain con ojos húmedos -cough, como dije en un principio, es un mago-

Las mujeres ahora miraban con expectativas. Kain sonrió y empezó a explicar toda la historia. Después de un tiempo Rose que tiene la tendencia de soñar despierta en estas ocasiones, fantaseaba con el poder que había ganado Kain y dijo a gran voz -muéstranos cómo de lejos puedes llegar-

-Vengan conmigo entonces- Levantándose, Kain tomó a las cuatro mujeres, se tomaron de las manos y desaparecieron de la casa.

-o-

Ciudad de Ariel, galpones del puerto, mes de Octubre

El frio de la costa se sentía en los huesos y el cantico de las gaviotas les confirmaba que ya no estaban en la mansión. El escenario había cambiado por una frías calles grises y unos grandes edificios del mismo color. En su mayoría se utilizaban cómo bodegas para las embarcaciones. Lo bueno fue, que en esta calle que se utilizaba para separar los galpones, no había nadie. Lo malo fue que hacia un frio de los mil demonios.

Ante el repentino cambio de escenario, las cuatro mujeres solo pudieron exclamar -¡OOOH!- y poco después sintieron un ventarrón frio que se coló hasta los huesos. Las cuatro empezaron a tiritar y abrazarse a sí mismas.

-¿Qué opinan?- pregunto Kain -en estos momentos este es mi limite. Ahora estamos en los galpones del puerto, casi al límite de la ciudad, puedo moverme unas tres a cuatro veces en el día-

Rose emocionado por dominar el poder del mundo y conocer sus misterios grito -¡quiero aprenderlo!-.

Por su parte, Kain sonrió mientras la abrazaba y le dijo -te enseñaré, pero si lo puedes dominar es cosa tuya-

-¿No hay problema?- pregunto Lucy con un poco más de compostura. Esta era una habilidad excepcional y mucha gente sería celosa de enseñarla. Kain por su parte la miro negando con su cabeza, parece que esta mujer se olvida con quien habla. Soltando a Rose camino a Lucy, la abrazo y la beso.

-Conversemos lo demás a la noche o mañana- dijo Lucy, bajo su tono de voz y le susurro -ya estoy mojada-. Después de un breve intercambio, Lucy ya no podía más, su sangre joven corría como un corcel por sus venas y le gritaba que actuara salvaje.

-¿Qué opinan ustedes?- pregunto Kain

Ann respondió indignada -eso no se pregunta, yo creo que salta a la vista-

Justina y Rose asintieron.

-Bien, entonces vamos-

-o-

Kain durante dos días completos sólo durmió, fornico, comió, fornico, se bañó, fornico y solo al tercer día, dio indicios de estar vivo. Fue una maratón completa hasta quedar exprimido. Por la noche, ya cuando no le quedaba fuerzas a nadie, una conversación bastante problemática se entablo.

Lucy que estaba acostada sobre Kain, dijo -marido, hace un mes llegó una carta de mamá, dice que quiere verte. Lo más probable que sea porque saliste del territorio sin preguntar por su permiso- para ella era claro, esto pasaría sí o sí. La reina tenía puesto un ojo en su hijo. La reputación de Lemuria ya era mala, si su hijo viajaba a otros reinos era posible que empeore.

Mientas Kain pensaba en lo que tiene que haber pasado y que era lo que quería su madre. Lucy pasaba sus manos por el pectoral de Kain, colocaba su oído en el corazón para escuchar sus latidos -parece que la pequeña Ariel quiere venir de viaje- dijo -no creo que su majestad le dé permiso ahora que se acerca el invierno-

-Podría quedarme aquí todo el invierno e ir en la primavera- respondió Kain -no creo que a papá le importe mucho-. Ignorando la urgencia de la solicitud, Kain atrajo la delicada boca de Lucy y la beso un par de veces. Bajo sus manos hasta alcanzar el carnoso trasero y lo masajeo.

-¿Otra ronda?- pregunto Lucy con fuertes expectativas

-¿Porque no?- respondió Kain

-Hazlo por atrás y muerde mi cuello, pero no muy fuerte- dijo Lucy. Como todo el mundo tenía sus fantasías y para ella, era imaginarse a Kain convertido en un animal y que la "comiera".

-¿Porque?-

-Me gustan pensar que eres una bestia y estoy siendo comida, puedes hacerlo duro si quieres-

-Bien, acuéstate sobre esta almohada y levanta un poco tu trasero, ahora voy a empezar-

Lucy hizo lo que le pidieron y su trasero quedo levemente levantado. Desde atrás tenías una linda vista, sus labios estaban un poco abierto y su vulva un poco hinchada de tanto tener sexo. Por su parte, Kain dejo caer su cuerpo sobre Lucy y levantándole el cabello, le mordió el cuello y poco a poco se introdujo en ella.

-Gracias por volver Kain- dijo Lucy con una voz ahogada mientras sentía como su vagina se estiraba -mi cuerpo dolía por no tenerte, ahora me siento completa, aaah. Tan intenso, déjalo dentro ok, no quiero que nada se desperdicie- dijo mientras era embestida una y otra vez. Kain mantenía su agarre y le besaba y mordía el cuello, pasando por los delicados hombros y volvía al cuello.

-Ahí viene uno grande- dijo Lucy mientras sentía que una gran ola de placer subía por su cuerpo. Por su parte, Kain aumento el ritmo de las embestidas y Lucy continuo rogando -córrete conmigo por favor, hagámoslo juntos, así, ahí, aaah-.

Kain y Lucy se corrieron, poniendo sus cuerpos tensos hasta que todo saliera. Kain fue el primero en aflojar y dejó reposar su cuerpo sobre Lucy mientras ella todavía seguía estremeciéndose del placer. Kain jadeaba, pero nunca se aburrió de la suave piel de Lucy, la abrazaba por detrás mientras recorría la delicada piel de los hombros, el cuello y la espalda. Por otra parte, ella sentía el calor tanto por dentro como por fuera mientras recuperaba sus sentidos y sus extremidades quedaban lánguidas.

Pasaron unos minutos y los cuerpos sudorosos y cansados se habían tranquilizado. En medio de besarle los hombros y el cuello, Kain le pregunto -¿Cómo va tu trabajo?¿te gusta?-. Cuando Kain recién había llegado a la ciudad, muchos funcionarios fueron despedidos y se contrataron nuevos. Se suponía que había eliminado a todas las malas hierbas. No obstante, Kain siempre tenía la preocupación de cómo la tratarían a Lucy si él no estaba presente. Después de todo, muchos ciudadanos y sobre todo los nobles, no aprueban que la reina este inserta en los asuntos del reino. Lucy que es la administradora de la ciudad, podría tener los mismos problemas.

-Va bien- respondió Lucy fatigada -es divertido, tengo mucha gente a cargo. En un principio era molesto, todo el mundo me temía ya que soy tu mujer, pero ahora la gente me respeta por mi capacidad-

-Me alegro que te sientas feliz haciendo lo qué haces-

Lucy se dio vuelta y beso a Kain. Mientras estaban cara a cara, le pregunto -¿Kain, podemos dejar de tomar la medicina?, sé que es un poco antes de lo acordado, pero quiero un bebé. Tú no estabas y me dolió muchísimo, no sabes cómo te extrañe, así que pensé que si tuviera un hijo podría sentirme menos triste-

Kain suspiro y respondió -solo faltan dos meses, te lo prometo, no me moveré y si lo hago solo será por poco tiempo, así que espera. El otro año estaremos ocupados con los bebés y ya no te sentirás tan sola-

Lucy con lágrimas en los ojos se comió su tristeza y abrazó a Kain. Después de un rato, Lucy se quedó dormida. Kain por otro lado, se sintió un poco culpable por dejarla tantos meses sola. Después de darle unos cuantos pensamientos al tema, cerro sus ojos y trato de dormir mientras abrazaba a Lucy. Pero no pudo conciliar el sueño y al final termino pensando en Sasha. Se pregunto ¿Cómo estaría? y pensó en que no la vería hasta que complete la plataforma.

-Tengo que completar la plataforma lo antes posible- murmuro -el próximo año lo más probable es que nazcan mis hijos y ya no pueda salir-

Kain miro una vez más el rostro dormido de Lucy con unas lágrimas que se asomaban. Limpio las lágrimas, la besó en la frente y se durmió.

-o-

A la mañana siguiente todos se habían levantado, menos Ann y Kain. Los que tenían deberes fueron a revisar el estado de las cosas después de tres días de ausencia. Mientras tanto Ann utilizaba la oportunidad para tener más sexo y si fuera posible quedar embarazada. Aunque sólo Lucy habló con Kain, todas escucharon la respuesta y no estaban muy felices.

(Hombre egoísta, te fuiste de viaje- pensó Ann -dejándonos con trabajo y urgencias. Ahora te niegas a darnos lo que queremos. Siempre podemos olvidar y por un "descuido" dejar de tomar la medicina).

Kain recién hace solo un minuto había acabado dentro de Ann. Ahora estaban abrazados y regaloneando en la cama. Kain le dio una buena mirada a los ojos y podía decir que algo pasaba -¿Qué planeas?- le pregunto

Ann que fue pillada infraganti de repente miro así a otro lado tratando de disimular.

-Puedo decir fácilmente que planeas algo- dijo Kain, mientras le movía el rostro para que lo mirara a los ojos. Algo que no cambio en todos estos años fue el amor que sentía Kain por Ann y después de compartir tanto, podían entender el uno al otro o al menos, eso pensaba Kain.

Ann suspiro y confesó su disgusto -¡estoy molesta contigo!, ¿Cómo puedes ser tan egoísta? te pedimos algo que nos hará feliz a todos y no puedas cumplirlo. ¡Te fuiste por tres meses!, dormiste con otra mujer y cuando te pedimos que adelantes un poco, te niegas ¿por qué?-

Kain se sorprendió por el repentino estallido de Ann. Esta mujer por lo general es muy sensible y cordial, nunca alza la voz y siempre mantiene su compostura. Después de ver el rostro enojado de Ann, Kain trato de ordenar sus pensamientos y respondió -Ann, entiendo que estés molesta, pero esperar dos meses mas no es la gran cosa. Supongo que sabes que se demora en hacer un bebé, ¿no?-

Ann asintió mientras miraba a Kain.

-Haz estado esperando por mucho tiempo, ¿Por qué tan apurada?, dime ¿algo paso?, ¿algo te asusta?-

Ann negó con la cabeza pero igual añadió -sé que van a llegar más mujeres y no quiero perder mi lugar. Además, lo que dijo Lucy no es falso; la tristeza de no tenerte, la angustia de no saber dónde estabas y las urgencias de dormir contigo, nos hicieron pensar en nuestras vidas. Con el tiempo vas a tener que viajar y no siempre vas a poder estar aquí. Todas tenemos nuestros propios trabajos y podemos dedicarnos a lo que queremos, pero ¿Qué pasa cuando quiero estar contigo?, ¿Qué pasa cuando quiero que me abraces?, ¿Adónde te encuentro?-

Pero Kain le dio una firme mirada y dijo -¡Un bebé no es la solución!, esto es algo normal con lo que vamos a tener que lidiar. No permitiré tener hijos como un sustituto de mí, me sentiría mal por ellos. Además, cuando ellos sean mayores también se irán, ¿Qué vas a hacer en ese momento?-

Ann con lágrimas en los ojos dijo -¡¿entonces que debería hacer?!, ¿sabes cómo me siento cuando pienso que estas lejos de mí?-

-No llores Ann. Eso es parte de crecer, mi amor. Aprender a lidiar con la soledad y las urgencias- Kain abrazo el delicado cuerpo de Ann y trato de limpiar sus lágrimas.

-Eres muy egoísta Kain, muy egoísta-

-Sí, lo sé, pero te amo y espero que entiendas mis palabras-

Ann miro a Kain y lo abrazó mientras lloraba en sus brazos. Pasaron unos minutos y Kain dejo durmiendo a Ann. Se levantó y se fue a su oficina a trabajar en la plataforma de transferencia.

-Estos dos meses van a ser largos- murmuro mientras cerraba la puerta.

-o-

Decimo cuarto año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, Ciudad de Hyperion, anexo del castillo, mes de diciembre.

Kain tuvo que viajar a la capital del reino por orden del Rey. Incluso si había llegado invierno y estaba cayendo nieve, tuvo que viajar para darle una explicación a la emperatriz (la reina) del porque había dejado el reino sin avisar. Ahora la reina lo está interrogando en su antigua oficina adónde estudio hace años. Los tres, Magdalena, Ann y Kain estaban sentados en tres sillas, casi al lado de la chimenea. El calor ayudaba a apalear el frio de la construcción de roca sólida. Por su parte, Kain se encuentra solo, ya que Ann, la persona que debería respaldarlo, está del lado de la reina. Aun no lo perdonan al parecer.

-Ann querida- dijo Kain con incomodidad -¿no deberías estar en este lado apoyando a tu marido?-

Ann lo ignoro y miro hacia otro lado. Ann ha estado muy molesta, siguen teniendo una vida marital normal. No obstante, eso no quiere decir que le perdone tan fácilmente su egoísmo.

-Parece que le hiciste algo a esta niña- dijo la reina Magdalena con su voz clara y mediadora -ya hablaremos sobre eso. Ahora lo que quiero saber es ¿por qué saliste sin avisar?- Magdalena estaba molesta, ya tiene muchos problemas con los nobles de este reino como para que Kain vaya hacer problemas a otros lados.

-Tenía una buena oportunidad de encontrar algo valioso- dijo Kain

-¿Una mujer?-

-Eso también, pero lo que encontré fue un templo y aprendí algunas buenas habilidades- respondió Kain sin inmutarse. Aún tenía pendiente el tema de Rea, pero para que apurarse y ponerse la soga al cuello, era mejor callar.

-¡No me interesa!- dijo Magdalena enojada -¿Quieres que nuestro reino sea aislado del mundo?- entonces Magdalena levanto su mano y le dio algunas algunos manotazos -después de que te fuiste, supe de tu gracia. Casi todos los nobles del reino murieron, quedaron muchas familias con jóvenes herederos y todos te temen. ¿Sabes cuantas familias nobles se fueron del reino?, ¡por lo menos quince familias!. En ningún país pasa eso, ¿Crees que el reino es lo suficiente poderoso como para costear toda la economía?-

Kain resistía los golpes de su madre y ponía cara de dolor. De lo contrario, si él fuera indiferente, más furiosa se pondría -no hay problema por el oro, madre- dijo -ya tengo una buena cantidad y siempre les puedo pasar-

Magdalena quedo en shock por las palabras de su hijo, suspiro, se refregó la frente y le pregunto -¿no mataste a nadie?-

-Nadie que no se lo mereciera madre- respondió Kain con una sonrisa -todos eran ladrones y asesinos. No mate a nadie inocente-

Magdalena miro a Kain y supo que decía la verdad, pero no sabía que decir. No hay nada malo con castigar a los villanos, pero su hijo no tiene respeto por la vida y las leyes del país -tu padre y yo queremos que te tranquilices- dijo con una voz cansada -que dejes de purgar a todos los nobles que no te agradan-

-Eso no va poder ser madre- dijo Kain cambiando su rostro a uno solemne -todos los nobles que murieron a principio de año, eran gente avariciosa y su caudillo era el peor. Cuando lo encontré estaba sentado en un trono sintiéndose el rey de Lemuria. No me pidas que los deje ir así nada más. No quiero que el día de mañana venga un noble y fuerce un matrimonio sobre Ariel o maten a papá y te obliguen a casarte. Si ha de haber un sacrificio serán los otros y no mi familia-

Magdalena sintió un gran dolor de cabeza y solo espero a que su hija fuera una mejor monarca que Kain -por favor, conversa las cosas y hazlas por la vía legal, para eso el reino tiene leyes-

-Está bien madre, tratare de arreglar las cosas a tu forma-

-Ya no quiero conversar más este tema, ahora dime ¿qué le hiciste a esta niña?-

-Bueno veras, Ann y mis otras esposas quieren ya mismo quedar embarazadas y me negué. Por eso están molestas-

-Creo que necesitamos conversar-

-¿Qué me quieres decir ahora, madre?-.

-¡No tú, yo y tu mujer!. Ve a ver a tu hermana y déjanos solas-

-o-

Una vez que Kain salió, el ambiente se relajó. Magdalena preparo algo de té y sirvió una taza para Ann y otra para ella. Después volvieron a sentarse enfrente de la chimenea y retomaron la conversación.

-Ahora que se fue Kain- dijo Magdalena en un tono más relajado -dime ¿qué paso?- estaba preocupada por Ann. Su hijo era un poco egoísta y no quería que Ann se sintiera pasada a llevar.

-Tuvimos una pequeña discusión, pero nada serió, suegra- respondió Ann mientras hacia una pequeña sonrisa. Acercó su silla, casi tocando hombro con hombro y continuo -la verdad es que estoy embarazada y Justina también, "se nos olvidó tomar la medicina" y ahora el pan está en el horno-

Magdalena quedo en shock y perdió su sonrisa. Miro a Ann y le dijo -¿No me prometiste que esperarías al otro año?- Magdalena estaba un poco decepcionada porque Ann no mantuvo su promesa, pero trato de poner su mejor rostro. Su nieto ya estaba a medio camino, ¿Qué más podría hacer?.

-Varias cosas pasaron y solo salió así- dijo Ann

Magdalena suspiro y viendo lo feliz que estaba Ann no ahondo más en el asunto -espero qué des a luz aquí en la capital- dijo como dándolo por hecho.

-Va a ser un poco difícil- respondió Ann frunciendo el ceño -puede que nazca en septiembre u octubre, tienes que ir o de lo contrario vas a tener que esperar a la primavera- Ann ya había hablado con sus hermanas y este era un tema en el que no cedería.

-Pero es más seguro aquí en la capital, el puerto es muy helado-

-Mi hijo nacerá en la ciudad donde están mis hermanas. Justina no se puede mover por la empresa, lo mismo Lucy y Rose que tienen sus deberes- y por primera vez desde que se conocen, suegra y nuera estuvieron en desacuerdo.

-Quiero que vengas a la capital- insistió Magdalena, era su primer nieto y quería verlo lo antes posible.

-Ya te lo dije, no puedo. Mis hermanas y Kain están allá. Tampoco le voy a pedir a Kain que venga y deje a mis hermanas solas. Como mujer deberías entender las necesidades-

Magdalena suspiro y quiso debatir más, pero ¿Qué podía decir?. Hace unos meses su matrimonio casi se va a la basura por las dificultades que estaba teniendo su marido. Ahora que Ann le "explica" su situación, no quiere ser egoísta -¡¿qué hacemos entonces?!- pregunto en un fuerte tono

-Puedes ir a vivir a la costa un tiempo, no hay ningún inconveniente por nuestra parte, tenemos muchas habitaciones disponibles-

-No puedo dejar mis deberes de reina, ni a mi esposo y mucho menos a mi hija-

-Entonces tendrás que esperar a la primavera del siguiente año-

Magdalena se enojó un poco por la forma cortante y distante en que la trato Ann. Nunca habían tenido tal desacuerdo. Ann la miro y con total tranquilidad dijo -suegra, mi esposo tiene una familia que cuidar. Puede que sea tu hijo, pero eso no quiere decir que vamos a hacer todo lo que a ti se te ocurra, este bebé es mi hijo y yo lo cuido, no tú-

-Pero yo soy su abuela y la madre de Kain-

-Pero las prioridades han cambiado o ¿tu andas más pendiente de tu madre que de tu hija?-

-¡Ya no quiero conversar de esto!, hablemos en otro momento-

-Como quieras, pero no cambiare mis palabras y espero que entiendas lo que te he dicho-

-¿Tu egoísmo?-

-No, mi cuidado por mi familia, mi esposo y mi hijo-

-Me voy, espero que descanses-

Ann vio a la amable mujer irse enojada y solo pudo suspirar. Aunque ella la quiere y respeta mucho, su hijo y su familia están primero y al igual que su marido. Ann prefiere sacrificar otros que causarle sufrimiento o penurias a su familia.

Muchas gracias a todos los que siguen leyendo este Fancfic. Espero que lo disfruten.

Mañana hay mas...

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