Capítulo: 35

La pelea comenzó de golpe. Naruto y Zare avanzaron, corriendo a gran velocidad contra el villano de ojos carmesí. Su divertida faceta pasó a transformarse a la seria y orgullosa que más lo representaba. Madara no sacó Kunai o espada; confiaba que nadie de esta generación podía hacerle frente, incluido alguien traído de una realidad alterna como Zare.

Naruto no se acercó imprudentemente a atacar a Madara. Había visto la destreza del hombre. Manifestó manos de Chakra -que en realidad eran colas- en su espalda y atacó con todas a la vez.

Viéndose obligado, Madara dio un santo hacía atrás para evitar los puños de Chakra y la fuerza de impacto provocada; Zare, confiando en su invulnerabilidad a impactos como el actualmente creado, alcanzó en el aire a Madara para darle un puñetazo. El Uchiha uso su mano izquierda para desviar el puñetazo, sintiéndose decepcionado; pero se sorprendería al sentir como su cuerpo retrocedía como si estuviera empujándose en una pared. El Uchiha pudo reaccionar gracias a los reflejos otorgado de su Sharingan.

El puñetazo rosó la mejilla de Madara, despegando una pequeña cantidad de papeles como cuando este era cortado por algo filoso. Madara maniobró su cuerpo para apoyar su pierna en Zare y retroceder todavía más.

Una mano de chakra amarilló se posó por debajo de Zare y otra intentó golpear a Madara. Piernas y una mano azul izquierda se formaron, rodeando dichas partes del Uchiha, que paró el ataque sin el más mínimo problema. Antes de que el Uchiha tomara otra acción, una sombra pasó a gran velocidad desde la mano de Chakra amarilla y golpeó tan fuerte la mano del Susano de Madara que la terminó rompiendo.

El Uchiha apretó los dientes y su rostro se frunció ante el inesperado dolor de cabeza y ojo, confundido y sorprendido de que hubieran destruido una parte de su armadura. Miró al culpable acercarse en su momento agonizante. La velocidad de Zare fue anormal desde el punto de vista lógico, ya que en vez de disminuir su velocidad, esta estaba aumentando mientras subía.

El cuerpo de Madara no pudo reaccionar a tiempo y recibió tremendo golpe que hizo que su cabeza estallara. Los papeles que se separaron volvieron a unirse, formando la cabeza del Uchiha, cuando el cuerpo de este ya estaba en el suelo.

El Uchiha se levantó, riéndose. 「Maldito bastardo... por un momento pensé que moriría otra vez.」. Dijo. Madara estaba feliz de tener una pelea que lo llevará a estar entre la vida y la muerte, emocionado, pero estaba disgustado por la falta de corazón bombeando sangre por sus venas mientras peleaba... extrañaba ese sentimiento de peligro que lo obliga a darlo todo y lo hacía sentir vivo.

「Tienes una habilidad que te permite volar como Onoki... ¿verdad?. Me tomaste por sorpres-」. Antes de que terminara de hablar, su cabeza había estallado otra vez y su cuerpo caído al suelo.

「Lo siento」. Se disculpó Zare mientras miraba el cuerpo de Madara regenerarse. 「Había visto a alguien hacerle esto a un enemigo que hablaba mucho y quise intentarlo」 .

El cuerpo no completamente regenerado de Madara se levantó y golpeó las piernas de Zare, que, mientras caía, fue pateado por este y luego atrapado por Naruto.

「Que molesto」. Profirió Madara, habiendo retrocedido algunos metros. Contra todo pronostico, la combinación de Zare y Naruto le estaban dando más problemas que los mismísimos 5 Kages. Si no fuera un Edo tensei, entonces ya habría muerto 2 veces de la misma forma. 「(Necesito acelerar el plan)」. Pensó.

Aunque el plan no se le esta saliendo de las manos, si se está complicando.

「Hum」. De todas formas, Madara nunca esperó que su plan fuera fácil.

Madara hizo unos sellos y un dragón gigantesco de madera atacó a Naruto, que formó el cuerpo gigantesco del Kiuby para romper la madera en la expansión, pero fracasando miserablemente.

La madera comenzó a expandirse, formando árboles y hojas. La forma enérgica del Kiuby comenzó a desdibujarse.

「(Le está adsorbiendo el Chakra)」. Pensó Zaré, antes de darse cuenta de que Madara estaba huyendo. 「(Va por el gedo... eh)」. Reformuló su idea luego de ver mejor. No había manera de que alguien como Madara comenzará a huir así por así.

Zare miró entre Madara y Naruto, pensando si debería ayudar a Naruto, o detener a Madara.

No tuvo que pensarlo mucho.

Zare se dio la vuelta y saltó hacía la madera creada por el Uchiha, se preparó, y lo golpeó con fuerza. El impacto fue tan poderoso que empujo la figura gigantesca del Kyubi junto a la madera, que salió desprendida del suelo, y retrocedieron kilometros.

La parte que golpeó Zare se hizo añicos, separando gran parte de la madera y dejándola sin conexión con lo que queda en el suelo. Gracias a eso, la adsorción de Chakra y dureza de la madera fue considerablemente menor; suficiente para que Nauto pudiera romperla con facilidad.

Naruto le agradeció a Zare, y, junto a Killer Bee, preparó una Bijuu-dama con la intención de destruir a Madara y el Gedo-mazo al mismo tiempo.

「Ha llegado la hora. Este mundo... esta realidad... llegará a su fin.」.

La voz de Madara salió de entre el humo. A su lado, estaba la Uchiha femenina.

「Tsk」. Zare miró disgustado a la mujer. Su presencia se estaba volviendo bastante irritante.

Aunque no le desagradaba que Madara o el Bijuu de diez colas estuviera vivo, el que ella los haya salvado o ayudado le resultaba molesto de alguna manera.

Su intangibilidad lo tiene arto.

Algo estaba mal. No había manera que la Obito femenina o Obito en regular pudieran hacer intangible a la bestia con cola por su tamaño.

Mirando detalladamente, Zare vio que había alguna clase de tubo conectado a la Obito femenina.

「(Está tomando el Chakra directamente de la bestia con cola... esperó que active su modo 6 caminos Jinchuriki, para patearle las bolas lejos, y luego, patearla a ella)」. Pensó Zare. Era menos molesto tener un Obito de los 6 caminos potenciado que un Obito con mucho Chakra y un Kamui a gran escala.

Las bolas esa que se presentaban en la espalda de las personas en la guerra son algo único. Si se alejan demasiado dejan de funcionar, si se rompen o lo que sea, no se arreglan: Si cualquiera de los escenarios antes mencionados pasan, no volverán a crearse unas nuevas.

En toda la cuarta guerra ninja que Zare recordaba, ya sea Madara o Obito, ellos pedían esas bolas y nunca volvían a regenerarse o reaparecer. El mismo Naruto en Boruto no tenía esas bolas en su espalda como la primera vez cuando se transformó en su forma del sabio de los 6 camino. De alguna manera desconocida, -seguramente estúpida- las había pedido.

「(Maldita sea)」. Pensó Zare. Todo el asunto de contenerse tenía que volverse más minucioso por los espectadores que pronto llegaran, si esto no se apresura, el ya inquieto Zare podría hartarse y hacer explotar la luna. Si Kaguya se liberaba de alguna manera... -lo que parecía improbable- no tendría una cantidad exagerada de Chakra. A menos que lograra robar una buena cantidad de este, no había manera exacta que presentara un reto.

La mujer tenía habilidades espaciales peligrosas, si, pero su habilidad no era más peligrosa que la intangibilidad de Obito en general. Contrario a los demás Otsutsukis, ella carecía de habilidad de combate y solo dependía de su poder abrumador para derrotar a sus oponentes... ella es mas como un Superman principiante enfrentándose a un ser de igual de poder por primera vez y con artes marciales o técnicas de combates lo suficientemente grandes para abrumarlo.

Sin mucho Chakra, alguien como Guy podría derrotar a la diosa en sus 8 puertas del dolor tan, o más fácil que el mismo Madara.

Fin del Capítulo: 35.