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Lin se quedó en silencio.

—Y no odies a tu madre, ella quiso defenderlos a los dos, ni modo que permitiera que los mataran. Debes aceptar de una vez, que a ninguno de nuestros hermanos le importa la familia. La sangre es agua para ellos, y tú hermano no iba a ser la excepción.

—Quiero que me dejes llevar a Kaori conmigo.

—Has perdido la cabeza si crees que la dejaré en manos tuyas así como así, dije que permitiría que estes con ella, pero no lejos de nosotros. Lisa necesita de ustedes; además de que ahora la vida de los dos está en riesgo, ¿Qué tanto les dijiste a ellos?

—No mucho, no tuve contacto directo con ellos.

—¿Quién te ayudó a contactarlos?

—¿Por qué tendría que decirte?

—¿Fue Kanji?

—No, él no tiene nada que ver en esto.

—Esta bien, te creeré. Tú me ayudarás con el bebé.

—¿Qué bebé?

—El de nuestro hermano, quiero que te quedes con él.

—¿Quedarme con él?

—Si, así van practicando a cómo ser padres. Al final de cuentas, eres tío de ese bebé, ¿Qué te costaría cuidar de él?

—¿Perdiste la cabeza?

—Es eso o matarlo, no le entregaré ese bebé para que lo crié a ser otro dolor de cabeza para mí, o para ustedes.

—Ese bebé debe estar con sus padres.

—Resulta que no puedo hacer eso que pides, su madre está muerta y su padre es nuestro enemigo.

—Es tu enemigo, no mío.

—Es de todos nosotros.

—Akira... 

—¿Qué? — Lin miró por detrás de mí, a la ventana—. Hay alguien detrás, ¿Cierto?

Tocaron el cristal y me giré hacia la ventana, habían tres hombres apuntándome con un rifle.

—No hagas una tontería o nos van a matar, cabroncillo.

Otros hombres rodearon el auto en segundos y no tuve de otra que abrir la puerta.

—Esto es tu culpa, hijo de puta.

—¿Mi culpa? Nadie te manda a descuidarte.

—Confíe en ti, y fue la peor decisión que pude haber tomado.

—Yo no los traje, Akira.

—Bajénse del auto— ordenó uno de los hombres que me apuntaba.

—Lo que digas, Lin— nos bajamos lentamente del auto.

—Las manos en la cabeza.

—¿A poco quieren que le bailemos la Macarena?— solté para distraerlos.

—Vas hacer que nos maten, Akira. Por otra parte, estoy herido, ¿Qué no ven?

—No me importa, alza las manos o te volaré la cabeza— Lin alzó como pude el brazo y yo hice lo mismo.

El hombre le hizo seña al otro para que nos rebuscaran a ambos, y me quitaron el arma.

—Es el puto colmo que me vengan atrapar ahora y por tu culpa.

—¿Y qué pensabas? ¿Creíste que siempre ibas a poder evitar esto, Akira?

—Cállate, bocón de mierda.

—Se callan los dos, ambos me van acompañar a ver a mi jefe. Los están esperando a los dos.

—Yo no puedo dejar a mis dos mujeres solas ahora.

—¿Y qué se supone que hagamos? Ellos son más que nosotros, Akira.

—¿Qué están hablando ustedes dos?

—En la bella vista que hay por aquí— dije sarcásticamente.

—Subánlos al auto— le ordenó a sus hombres.

—Van acabar con nosotros si no hacemos algo, Akira.

—No podemos intentar nada ahora, tenemos que buscar otro momento. Si hacemos una tontería ahora, nos van a hacer polvo.

—¡Maldita sea!

Nos empujaron a ambos a la puerta del auto para que entraramos.

                 Lisa

—¿Ese no es el auto de Akira, James?— vi el auto de Akira, junto a varios hombres alrededor —. ¿Quiénes son esos hombres?

—¿Qué está pasando, mamá?

                  Akira

—Viene un auto hacia nosotros, señor.

—Ya saben qué hacer. Lleven a estos dos con el jefe, nosotros nos encargamos de ese auto.

Miré hacia el auto que venía y me di cuenta de que, posiblemente, podían ser de los nuestros.

—Este es el momento que estábamos esperando, Lin.

—Bien.

—Yo iré primero.

        

                 Lisa

Vi que varios hombres apuntaron hacia nuestro auto.

—¡Tienes que girar ahora, James!— James dio reversa al auto, pero los hombres comenzaron a disparar, me lancé sobre Kaori para cubrirla.

                  Akira

Abrí la puerta de un empujón, golpeando la espalda a uno de los hombres. Puse mi brazo alrededor de su cuello y Lin se bajó para ayudarme. Le quitó el rifle al hombre y le disparó. Uno de ellos se giró con la intención de dispararme, pero Lin le disparó antes de que pudiera hacerlo. Agarré el otto rifle y comencé a dispararle a los demás que faltaban.

                

Lisa

—¿Estás bien, Kaori?

—Sí, mamá. ¿Qué está sucediendo?

—No lo sé.

Habían dejado de dispararle al auto y llevé mi mano alfrente para tocar el hombro de James.

—James, ¿Qué está pasando?—James no respondía y lo seguí llamando, sin atreverme a levantar mi cabeza; no quería arriesgarme a que volvieran a disparar al auto.

                   Akira

—¡No van a llegar muy lejos! — gritó uno de los hombres, escondiéndose detrás de uno de los autos.

—¿Por qué no sales, gallina? Ya los demás están bien muertos, no tienes quien te ayude—  le hice seña a Lin para que lo entretuviera, mientras me acercaba sigilosamente al auto donde se escondía.

—¿Pensaban que sería fácil llevarnos? ¿Quiénes se creen que somos? — preguntó Lin, ganando algo de tiempo.

—Te tocará enviarle el reporte a tu jefe en el infierno — le dije, antes de dispararle en la cabeza—. ¿Estás bien, Lin?

—Me duele el brazo, Akira.

—Iremos al hospital ahora para que te atiendan— lo ayudé a caminar.

                Lisa

—¿James? — lo llamé en repetidas ocasiones, y cuando me armé de valentía, me levanté. James estaba sangrando y no se movía—. Despierta, James— fijé mi mirada a la vía, donde estaban esos hombres y vi a Lin junto a Akira caminando hacia el auto y ambos estaban armados.

—¡Akira! ¡Lin!

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