Aurora, que estaba en la entrada de la pirámide de color negro, vio como las paredes de la gigantesca cueva se distorsionaban y luego de un momento el espacio mismo cambió totalmente.
Como si alguien lo arrancara de la realidad y ella bajó su cabeza observando a la persona que hizo todo.
La Cardenal Najjar era joven alrededor de sus treinta años en apariencia y tenía un cabello castaño corto y llevaba una túnica de color blanco sin decoraciones.
Tranquila y en calma, la mujer volvió a abrir sus ojos y el brillo del poder del espacio giró a su alrededor.
"Gracias por su esfuerzo." Dijo Aurora al acercarse.
"No, gracias a ti." Respondió la Cardenal Najjar con una sonrisa suave y mirando la pirámide, agregó. "No pensé que existirá algo como esto."
Ella había sido una cardenal de Egipto y en cierta forma estuvo involucrada durante la calamidad no-muerta.
Aurora lo sabía, ya que en ese momento se habían conocido o para decirlo de mejor forma ella había conocido a la cardenal con su identidad de Primera Heroína.
Ninguna de las dos podría haber imaginado que debajo las tierras de Egipto se encontraran pirámides que dieron vida a los no-muertos… Tal idea sonaba descabellada.
"He sellado el área, pero he dejado la apertura para que la energía que emana de la pirámide continúe. Hasta que no sepamos bien, lo que hace desconectarlo puede ser peligroso." Dijo la Cardenal Najjar y mirando la cima de la pirámide, agregó. "Y esta pirámide no es suficiente para cubrir toda el área que cubre la maldición."
Esas últimas palabras hicieron que Aurora la mirara de inmediato.
La mujer había venido cuando ella había terminado de ayudar al grupo de héroes y detener a los criminales.
La primera tarea era asegurar la pirámide y eso es lo que la Cardenal Najjar hizo y los paladines y magos de la iglesia que estaban por los alrededores iban a encargarse de revisar todo.
Un campamento fue construido del otro lado del puente y Aurora vio a más de cincuenta paladines reuniendo revisando cada porción de la pirámide.
El grupo de Niko y Leslie junto a Cesar estaban en una esquina del campamento mostrando seriedad y Alice como siempre estaba comiendo.
"Así que hay más pirámides." Murmuró Aurora en voz baja.
Ella no era una experta en magia y si bien podía detectar círculos mágicos e incluso deshacerse de ellos, no era una maga experimentada.
La idea de que esta no fuera la única pirámide no había aparecido en su mente, pero debía haberlo imaginado cuando la calamidad no-muerta ocupaba cientos de kilómetros.
"No necesitas preocuparte. He movilizado las Órdenes de la iglesia en secreto. Ellos están en la espera, en la frontera de la calamidad." Dijo la Cardenal Najjar en un tono solemne. "Si lo peor pasa, ellos restringirán la calamidad."
La Ordenes de la Iglesia del Tiempo y el Espacio tenía miembros experimentados y que ellos estuvieran listos significaba que estaban preparados para evitar lo peor.
La Cardenal Najjar era un rango SS de la iglesia y también una de las más importantes cardenales.
La Iglesia del Tiempo y el Espacio no tenía tantos rangos SS como uno imaginaria, pero no significaba que fueran débiles y era todo lo contrario, el poder del espacio y el tiempo era indudablemente dominante.
"Es un alivio poder contar con usted." Murmuró Aurora en voz baja.
No solamente contar con ella, sino que también darse cuenta de la confianza que la Cardenal Najjar le estaba dando… Una confianza tan grande que por su sola advertencia movilizó a las fuerzas de la iglesia.
"No necesitas agradecer. Estabas en lo correcto. Algo grande está sucediendo en la calamidad no-muerta y lamentablemente estamos demasiado detrás." Dijo la Cardenal Najjar y al recibir su mirada, señaló. "No puedo observar el pasado de la pirámide. Dentro de sus barreras contiene potentes hechizos que reducen la percepción de mi señor."
El Dios al que se le adjudicaba la omnisciencia no podía ver el pasado de lo que había ocurrido en la pirámide.
Aurora no se sorprendió, a pesar de que los creyentes de ese dios le adjudicaban la omnisciencia, antes se había mostrado que había medios para evitar la mirada de ese dios.
Aunque suspiró al observar la pirámide.
"Llamaremos a la Reina Oprovana y al Sabio Su Chin. Si bien somos los mejores para investigar los círculos mágicos de teletransportacion, no nos ha llevado a nada. Necesitamos expertos mágicos." Dijo la Cardenal Najjar en un tono serio.
La Reina Demonio Oprovana la Nigromante, sería la candidata perfecta para explorar estas ruinas antiguas y verificar que clase de maldición o hechizo nigromante se estaba lanzando.
Su Chin era conocido por ser un experto de múltiples magias y un Sabio de la magia, lo que significaba que podría ser de gran ayuda.
Necesitaban descubrir que era lo que ocultaba esta pirámide y si era posible deshacerse de la maldición.
¿Los no-muertos que se habían levantado caerían o seguirían en pie luego de que se deshicieran de la pirámide? Aurora no sabía la respuesta, pero luego de lanzar su corte blanco sabía que, si no se deshacían totalmente de las pirámides, romper la maldición que padecía estas tierras iba a ser difícil, sino que imposible.
La Iglesia del Orden podría purificar a los no-muertos, pero no todos podían ser como ellos y la calamidad no-muerta ocupaba grandes porciones de tierra.
"No es necesario." Dijo Aurora recibiendo la mirada de la Cardenal Najjar.
"¿Llamarás a tu madre?" Preguntó la Cardenal Najjar con curiosidad.
Si hablaban de magia, su madre sin duda estaba entre los más poderosos magos de la tierra, pero esta vez Aurora agitó la cabeza.
"Ella y padre se han retirado. Prefiero que siga de esa forma." Respondió Aurora y mirando la pirámide de vuelta, golpeó el mango de su espada y reveló. "Rezaré a la Diosa del Conocimiento y le pediré ayuda."
A Aurora le incomodaba rezar a dioses.
Siempre le incomodó el tema de los dioses y escuchar las historias sobre esos seres de gran poder que eran indiferentes o que hacían lo que querían.
Sin embargo, últimamente esa incomodidad se redujo.
Ya había hablado con la Diosa del Conocimiento antes y en cierta forma había conocido al Dios Celestial Zabathza, también a la Guardiana de los Zarquianos y se había acercado a su cuñada, la Emperatriz del Infierno… Si no superaba su incomodidad luego de tantos encuentros sería inusual.
"¿Estará bien?" Preguntó la Cardenal Najjar con una mirada preocupada.
"Oh, sí me debe un favor." Respondió Aurora y viendo que la cardenal seguía preocupada, agregó. "Además, conozco a su nieta."
Ella se rio suavemente al pensar en Cithrel con la cual no se había comunicado desde hace un tiempo.
Necesitaba hacer un tiempo para hablar con ella y también tiempo para ir a hablar con su maestro sobre su espada agrietada… Necesitaba hacer muchas cosas, pero para hacer todo eso necesitaba terminar este asunto.
La Diosa del Conocimiento era la deidad perfecta si necesitaban descubrir que era lo que esta pirámide ocultaba y Aurora lo quería hacer rápido.
Quizás los que estaban planeando todo estaban adelantados, pero ella podía pisar los talones si acortaba el camino y pedirle ayuda a una diosa conocida por el conocimiento mágico reduciría la distancia enormemente.
"Prepare un altar en el centro de la pirámide." Dijo la Cardenal Najjar dejándola sola.
Aurora le agradeció y luego caminó por el puente de piedra.
En realidad, ella lo llamaba puente, ya que estaba elevado alrededor de la zona abierta que rodeaba la pirámide.
Dirigiéndose al campamento en donde estaban las fuerzas de la iglesia, Aurora notó que su hermana se acercaba.
"Al parecer el grupo que atacó a los héroes fue enviado por alguien más. Según el líder, ellos recibieron un mensaje de que un grupo de héroes estaba explorando la zona y compartieron la trasmisión, así que decidieron atacar." Informó Alice en un tono tranquilo.
Alice llevaba una bolsa de papitas, pero que supiera la información mostraba que estaba poniendo mucha atención a la misión.
Probablemente, la oscuridad estaba por toda la pirámide y sus alrededores y Alice estaba escuchando todo lo que sucedía.
"Así que fueron usados. No es una sorpresa." Respondió Aurora.
Era la verdad.
El grupo que atacó los héroes no tenían tanta experiencia como uno esperaría y eran débiles, dando la impresión de que pasaban trabajando en asuntos que no requerían luchar y también se rindieron con facilidad.
"Liam está buscando el rastro para descubrir quién les envió el mensaje. Aunque no tiene una buena perspectiva." Agregó Alice.
Ambas estaban bajo tierra, lo que significaba que no podía estar en contacto con Liam, pero en el campamento había círculos mágicos que permitía la conexión con la superficie y también que permitía salir con facilidad.
"Seguiré necesitando tu ayuda. Luego te pagaré bien." Dijo Aurora dándole una sonrisa a su hermana.
Podía ver en los ojos negros de su hermana la preocupación y Aurora la quería ayudar a que se relajara.
La situación era complicada y difícil, pero Aurora no estaba tensa al dar cada paso, sino que más decidida que nunca.
Por eso lo primero que pensó fue en realizar un ritual a la Diosa del Conocimiento para descubrir todo de inmediato.
"Te haré una rebaja solo porque eres mi hermana." Respondió Alice y Aurora soltó una risa por la respuesta.
No era necesario estar tenso y menos en este momento, ya que ambas estaban juntas y podían enfrentar lo que afuera.
Aurora con la misma sonrisa se acercó al grupo de Niko, Leslie y Cesar que estaban en una zona apartada del campamento.
La mayoría de las carpas no eran de habitaciones, sino que laboratorios o pequeñas torres mágicas portátiles e incluso una carpa de descanso.
El grupo de Niko estaba afuera y Aurora observó a los miembros que llevaban expresiones serias.
Quizás no pensaban involucrarse en todo esto cuando iniciaron la misión.
Al verla acercarse, ellos se levantaron de inmediato, pareciendo más serios de lo normal, y Aurora les dio una sonrisa tranquilizadora.
"Quizás haya otras misiones disponibles por delante. Si bien la iglesia ofrecerá apoyo, seguiremos necesitando manos extras. Así que si están dispuestos pueden unirse." Dijo Aurora observando a todos.
Para ellos estas misiones podían ser experiencias que lo ayudaran a progresar o a avanzar aún más lejos y como la mayoría eran de rango A, les sería de ayuda.
Lamentablemente, los demás grupos de héroes que lo acompañaron no encontraron nada, pero todavía había trabajo.
No sabía que sucedería con la Diosa del Conocimiento, pero incluso si no encontraba nada, ella quería seguir rastreando a los traficantes de personas y si era necesario limpiar a todas las organizaciones criminales y lo bueno era que, a diferencia de antes, había capturado a un grupo local que probablemente conocía donde podían estar otros grupos criminales.
"Decidan que quieren hacer." Dijo Aurora dejándole tiempo para pensar.
Por la sonrisa de Cesar llena de esa ferocidad tan habitual, Aurora supo que él iba a seguir, pero del grupo de Niko no estaba segura.
Leslie dio la impresión de que seguiría hasta el final.
Aurora prefería dejar que ellos decidieran por su cuenta, tanto como grupo como individuos.
No era que necesitara personas y si bien la iglesia estaba ocultándose, no queriendo llamar la atención para no poner nerviosos a las mentes maestras, seguían estando presentes y ofreciendo una mano.
Justo como ahora.
Dirigiéndose de vuelta al puente con su hermana a su lado, Aurora contempló la pirámide.
"Es buena idea hablar con la Diosa del Conocimiento. Supongo que ella no necesitará cobrar un favor cuando aprenderá sobre el conocimiento de las pirámides." Dijo Alice de repente.
Aurora, que estaba caminando hacia la entrada de la pirámide, se giró para mirar a su hermana.
"¿Entonces quiere que use eso como pago?" Preguntó Aurora comprendiendo a que apuntaba su hermana.
El conocimiento de la pirámide era antiguo y si bien podía o no ser avanzado, el conocimiento era conocimiento y la Diosa del Conocimiento aceptaría todo por igual.
En vez de que ella cobrara el favor que la Diosa del Conocimiento le debía por ayudar a Cithrel, Alice apuntaba a que usara el mismo conocimiento para conseguir la ayuda.
Aurora se sintió como si le estuviera enseñando a no ser estafada y aunque la Diosa del Conocimiento era una mujer que tenía una voz de una abuela amable, ella sabía que no era así.
Se notaba que le tenía cariño a Cithrel y era amigable, pero también le parecía una deidad algo problemática.
"Ambos ganan." Respondió Alice encogiéndose de hombros.
Aurora soltó una risa y entró en el portal que un mago espacial creó y luego de un paso llegó al centro de la pirámide.
La Cardenal Najjar y otros sacerdotes ya estaban aquí a la espera y en el centro, al frente de los pilares, estaba un altar con un libro antiguo en la superficie.
También ya había notas de investigación al lado.
"Gracias." Dijo Aurora a la Cardenal Najjar que preparó todo y luego de recibir su asentimiento se acercó al altar.
Aurora caminó hacia adelante y sintió las miradas de los paladines que estaban alrededor.
Al acercarse al altar se sintió nerviosa.
A pesar de que ella era la que decidido rezar a la diosa, seguía sintiéndose nerviosa por hacerlo y tal idea le causó gracia llevando a que diera una sonrisa.
Relajándose por sus propios pensamientos, ella se acercó al frente del altar y observando el libro cerró los ojos.
Nunca aprendió como rezar apropiadamente y simplemente seguía algunas tradiciones que había visto en algunas iglesias y esta vez fue similar al juntar sus manos.
"Oh, Diosa del Conocimiento. Gobernante del Saber, Representación del Entendimiento y Encarnación de la Sabiduría, ruego para que aceptes esta humilde ofrenda."
Ella habló y al terminar el título notó que el libro del altar se abría, revelando múltiples hojas que flotaron en el aire.
Aurora mantuvo sus ojos cerrados al notar que en su mente aparecía una presencia que estaba conectada con ella.
—Oh, Aurora. Cithrel se pondrá celosa de que me llames a mí y no a ella.
La voz de abuela tan suave y amistosa apareció en su mente y Aurora dio una media sonrisa al sentir el lado bromista de la diosa.
—Dígale que la llamaré cuando termine mis asuntos. —Respondió Aurora y luego trasmitió sobre la pirámide y los recuerdos que ella tenía sobre la pirámide.
También trasmitió lo que ella quería y la razón por la cual le había rezado y entre todos esos recuerdos incluyo la idea de que no era para cobrar el favor que le debía, sino que un trato.
No todos los días hacía un trato con una diosa, pero Aurora lo hizo y si bien era innecesario, igual dio la idea más en un sentido de broma que de una verdadera condición.
—Haciendo un trato con una poderosa diosa. Qué atrevido de ti, Aurora. —Dijo la Diosa del Conocimiento y soltando una pequeña risa de una abuela que se divertía molestando a los niños, agregó. —Aunque me conoces bien. Siempre estoy interesada por el conocimiento.
Justo al terminar, Aurora abrió sus ojos y notó como el libro se elevaba en el aire y luego se rompía parte por parte.
Las hojas se quemaron y el polvo se extendió por los alrededores tanto al mural como al pasillo, mientras que una presencia surgía.
Palabras y letras brillando de un color celeste aparecieron en el aire y las palabras formaron un ojo que observó la pirámide misma y Aurora pudo sentir como alguien le enviaba un detallado informe que se extendía aún más.
Algunas partes eran complejas y hablaban de la base de la pirámide de los hechizos, círculos mágicos y prácticamente todo lo técnico de la magia, pero la conclusión fue fácil de entender.
Esta pirámide era el centro de una formación mágica masiva que estaba relacionada con otras cuatro pirámides en diferentes partes de la calamidad no-muerta y eran esas pirámides las que reunían energía mágica para lanzar el hechizo que cubría todas estas tierras.
El hechizo que dio inicio a la calamidad no-muerta y la Diosa del Conocimiento, como si mostrara su capacidad, le trasmitió la ubicación de las otras pirámides luego de analizar el hechizo por su cuenta.
También le trasmitió sobre la arquitectura, las trampas mágicas y los círculos mágicos que las pirámides tenían y que servían para enviar a los no-muertos a la superficie.
Revelando de ese modo la razón por la cual los antiguos subieron en la superficie y entre todo lo que informó, también evidenció los rastros de un tercero en esta pirámide.
Todo fue de inmediato y Aurora al observar la seriedad de Alice y la Cardenal Najjar pudo darse cuenta de que no era la única que recibió todo.
—Espero que mi respuesta haya sido de ayuda.
La voz de abuela volvió a hablar y Aurora recibió el modo de deshacerse de la maldición… La solución era bastante simple, solo necesitaban deshacerse de las otras pirámides para luego encargarse de romper el hechizo principal de esta pirámide.
Al darse cuenta de que la presencia de la Diosa del Conocimiento se había ido, Aurora le dio una mirada a su hermana y a la Cardenal Najjar.
"Vamos a trabajar."
Todavía tenía trabajo por hacer.