Saliendo de entrenar y de haber probado sus capacidades al máximo, Víctor que abandonó el sótano, vio a su amigo.
Su Chin era joven, casi de su misma edad y como siempre, estaba completamente desordenado, pareciendo que no había dormido durante toda la noche.
Al frente de él, estaba un complejo conjunto de círculos mágicos que flotaban y una varita que lanzaba magia.
"¿Buscando otra forma de despertar?" Preguntó Víctor sacando una cerveza de la heladera y compartiéndola con su compañero.
"No… Mi cuerpo no puede sentir la energía mágica y nunca despertaré." Dijo Su Chin y tras suspirar, murmuró. "Y estoy diseñando un asistente para mi futura torre. Tal vez la potencia de una torre me ayude a lograr algo."
En este mundo hubo varios jugadores reconocidos o de importancia que no despertaron.
Eran hombres y mujeres que entrenaron duramente en Terra nova y que eran considerados expertos en el otro mundo, ahora ni siquiera eran capaces de percibir la energía mágica.
Su Chin era una de esas personas cuyo conocimiento era abrumador y que, si era capaz de lanzar magia, podría volverse alguien extremadamente poderoso.
Un hombre que llevo al extremo la idea de aprender de Terra nova y aunque en los experimentos no fue similar a Karzhal, este hombre era una fuente de conocimiento mágico.
Y ahora era incapaz de poner en práctica ese conocimiento.
"El destino es una perra." Murmuró Su Chin y bebiendo un trago de la cerveza, gruñó. "Si hubiera despertado, sería un maldito genio."
Aunque sonaba orgulloso Víctor asintió en acuerdo.
Ya era un genio teórico y si hubiera despertado su capacidad de sentir la energía mágica hubiera sido uno de los magos más poderosos de la tierra.
"Eres inteligente, puedes lograr un modo." Respondió Víctor y sonriendo, añadió. "O si no tienes más posibilidades, puedes rezar."
Karzhal era alguien capaz que una vez se ponía un objetivo lo conseguía, aunque ese objetivo fuera crear seres vivos o una entidad poderosa y si bien ese hombre tenía la ventaja de que su pareja lo ayudara, no significaba que fuera simple.
Y en ese sentido, Su Chin no se quedaba atrás y era un conocedor de múltiples magias que sería capaz de conseguir lo que deseaba, por cualquier método que se le ocurriera.
"No, Víctor. El destino es una mierda." Dijo Su Chin y observándolo, reveló. "Plante mi trasero en el suelo y rece… La respuesta fue que mi cuerpo no era capaz de sentir la energía mágica y que, si alguna vez lo lograba, no podría soportarlo."
Todas las criaturas vivientes en Terra nova eran capaces de sentir la energía mágica y tenían esa energía en su interior, pero entre ellos había casos de personas que no tenían energía mágica.
Para los terranovense era una enfermedad y algunas culturas lo llamaban maldición y lo era cuando uno imaginaba los efectos cuando el cuerpo era afectado por esa energía.
Aunque las repercusiones de la vida diaria disminuyeron gracias a las investigaciones de los magos terranovense, la consecuencia mayor quedaba.
Esas personas no eran capaces de usar la energía mágica.
Víctor estuvo sorprendido al escuchar la seriedad de la revelación.
"Le recé a la Diosa del Conocimiento. Intercambiaba información con ella cuando investigaba o cumplía sus tareas." Reveló Su Chin bebiéndose toda la cerveza y recibiendo su mirada, añadió. "Y no lo digas. He pensado en hacer un maldito trato. Sin embargo, no lo haré."
Como un Sabio y un poderoso Archimago del Imperio Falion, Su Chin era lo suficiente cercano a la Iglesia del Conocimiento y a la Diosa.
Bastante normal cuando también era un amigo de Karzhal y ese hombre lo involucraba en asuntos que no eran de mortales.
Sin embargo, nunca nada era imposible y siempre había una posibilidad, aunque fuera haciendo un trato con el 'Diablo'.
"La he visto. Ella ha estado con Agatha y ha estado causando problemas en los Estados Unidos, parece tranquila." Respondió Víctor y al recibir la mirada de seria de Su Chin, sonrió.
¿Era 'Ella' la causa de la guerra civil estadounidense? Era posible que ella estuviera involucrada, pero no fuera quien la descaderara.
El punto era que 'Ella' fue quien llevó a que el espectáculo del Pentágono se desarrollara y fue hasta tal nivel, que incluso él estaba involucrado.
Para Víctor, que hiciera tales espectáculos de ese tamaño mostraba que estaba en calma y no tan aburrida.
"Puede ser. Aun así, 'Ella' está enamorada de Karzhal y nosotros no estamos relacionados con esa entidad." Respondió Su Chin sin ocultar la solemnidad.
El Diablo estaba en una relación con su amigo y si bien esa existencia podría ayudarlos, no lo haría por pura voluntad, sino que por la relación de su amigo.
Y el problema era que al desconocer de lo que era capaz, si pedían ayuda podían terminar en una buena posición o sufrir las consecuencias de rezar a un Primordial.
"No te preocupes. Incluso si este cuerpo me detiene, solo tengo que buscar otro." Murmuró Su Chin y riéndose, añadió. "Algo se me ocurrirá."
A diferencia de lo que Víctor esperaba, Su Chin no estaba decepcionado o triste al menos no como normalmente uno esperaría.
Era más, la posibilidad y encontrar el método para conseguir lo que buscaba por medio de una extensa investigación lo emocionaba.
"¿Y qué planeas hacer tú?" Preguntó Su Chin cambiando de tema.
Actualmente, ambos estaban en China y él estaba descansando en la casa de su amigo, que lo invitó a quedarse.
A pesar de que actualmente él era lo que los terranovense llamaban rango S, Víctor no tenía intenciones de involucrarse en más problemas.
Su principal objetivo era mejorar su fuerza y aunque era una buena idea, los eventos recientes le hicieron incluir otros planes.
"La guerra civil estadounidense fue guiada por gente poderosa que se oculta. Ellos estaban conectados a la red de trata y la Organización de las Naciones Unidas." Dijo Víctor y con seriedad, añadió. "Esos poderes ocultos existen y ellos son lo que deciden el destino de naciones o continentes enteros."
Con Karzhal se vieron involucrados con poderosas organizaciones en el bajo mundo y uno de ellos fue esa red de trata internacional.
Sin embargo, esa organización no era los únicos presentes y con solo decir que China tenía las familias que movían los hilos y usaban su influencia para dirigir al gobierno, mostraba el estado del mundo.
Cualquier plan futuro, necesitaba tener apoyo y era imposible conseguirlo por su cuenta, menos en este mundo tan pequeño.
"Y tú quieres ser esa clase de poder." Dijo Su Chin asintiendo con calma.
"No quiero estar en la cima de todos liderando o algo de ese estilo. Quiero un grupo de amigos con los que pueda cooperar y contar para ayudarnos a llevar a cabo nuestros objetivos." Respondió Víctor sin ocultar la seriedad.
No se trataba de estar en la cima de todos con un grupo que pudieran guiar los eventos del mundo, se trataba de organizar un grupo con el cual pudieran ayudarse para llevar a cabo los objetivos personales de cada miembro.
Para lograr tal grupo se necesitaba que las personas fueran de confianza, asegurar la identidad y por sobre todo…
"¿Crees que podemos usar algunos trucos de Karzhal para crear una sala segura?" Preguntó Víctor a su primer compañero que deseaba invitar.
Si estuviera Karzhal él sería perfecto para crear un sitio que los dioses no pudieran observar y en el cual pudieran llevar sus propios planes.
No obstante, Su Chin que había cooperado con él era perfecto para reemplazarlo.
"Puedo intentar crear ese lugar." Murmuró Su Chin y señalándole un momento para que esperara, se fue a la sala, tal vez en busca de planos.
Su Chin era un hombre apasionado que le gustaban los desafíos y que fuera esa clase de persona era agradable para Víctor.
Después de todo, en vez de estar decepcionado o deprimido por no ser capaz de usar energía mágica era probable que buscara un método para conseguir su objetivo y lo hiciera sin pedir ayuda.
Encendiendo la televisión mientras esperaba, apenas escuchó las primeras noticias, su expresión cambio con sutilidad.
"La Organización de las Naciones Unidas acaba de perder el apoyo de doce países, quienes han abandonado por completo la organización. Siendo Estados Unidos una de las naciones."
Un evento inesperado que llevó a que una de las organizaciones con mayor influencia se viera afectada y empezara a ser acorralada, sin saber cómo responder a las filtraciones de información.
Algunas supuestas misiones de paz que la organización llevaba a cabo, se trataban de misiones para conquistar o tomar el control de algunas naciones en África o incluso como centros de trata de personas.
En la lista de involucrados que fue revelado al mundo estaban metidos varios individuos influyentes de distintos países, provocando que cada nación estuviera en descontrol.
"En otras noticias; La Princesa Margaret de Wessex se prepara para el aumento de energía mágica que los expertos predicen que ocurrirá en este mes de octubre." Contó el anfitrión y dando una sonrisa, añadió. "Independientemente de lo que viene confiamos en nuestra princesa."
Era un medio británico el que estaban viendo y al escuchar estas noticias, la expresión de Víctor cambió con sutilidad.
El aumento de densidad en la energía mágica era un asunto que se estaba previendo desde hace un tiempo al igual que los efectos que podían ocasionar al mundo.
Sin embargo, hasta ahora no había sucedido en la medida extrema que se predecía como si alguien hubiera puesto en pausa los efectos durante la guerra civil estadounidense y ahora le diera continuación.
Ya fuera si estaba pensando demasiado o no, Víctor tuvo su primer objetivo al ver a la Princesa Margaret… La ambiciosa mujer, que no pararía para conseguir lo que deseaba.
Quien sabe, tal vez la ayuda de un rango S, le valdría bien.
******
Firmando un documento y luego otro, Agatha frunció el ceño ante un informe.
"¿Esta ola de energía mágica ha aumentado los despertares de las bestias?" Dudó Agatha sin ocultar la seriedad en su voz.
"Sí. Algunos zoológicos y reservas se han visto comportamientos extraños de algunos animales. Hay druidas y cambiaformas que han estado tratando de relacionarse con ellos." Respondió la Cardenal Brousseau y sin ocultar la seriedad, añadió. "El problema es cuando sucede en naciones que no pueden encargarse de todo. Algunas naciones africanas tienen esos problemas."
Los animales despertaban y se convertían en bestias mágicas.
Otras veces las criaturas que aparecían por todo este mundo de modo repentino en un estado violento quedaban libres y con el tiempo se calmaban, siendo posible que obtuvieran inteligencia.
Algunas bestias eran agresivas por naturaleza y aunque obtuvieran inteligencia, no significaba que dejaran su naturaleza, lo que era equivalente a problemas.
En los zoológicos los druidas y los expertos podrían tratar de acercarse a las bestias, pero en reservas salvajes y en áreas en donde existían los cazadores ilegales, esas bestias podían ser atacadas.
Y si sobrevivían guardarían rencor y en el futuro cuando ellas se desarrollarán más podría ser un problema.
"Apoyemos a los druidas. Actualmente, seguimos teniendo problemas en todas partes." Murmuró Agatha suspirando en voz baja y leyendo parte del informe, añadió. "Ellos son mejores que los idiotas que creen que las bestias pueden ser un peligro para la humanidad."
En la actualidad había un descontrol y vacío legal con respecto a la seguridad de las bestias mágicas, lo que significaba que ellas quedaban como materiales para ser cazados.
Por tal razón, algunos jugadores cazaban bestias mágicas incluso en reservas en donde países prosperaban y ni hablar en zonas salvajes y naturales como lo eran regiones en Asia o África.
Esos individuos eran molestos, pero quienes destacaban en ser problemáticos, eran aquellos que creían que las bestias podían ser una amenaza para la humanidad.
Esos individuos buscaban eliminar a las bestias de cualquier modo y para Agatha eran esas personas quienes causarían que las bestias, si en un futuro tenían la oportunidad, actuaran.
"¿Cómo va nuestra expansión a Europa?" Preguntó Agatha dejando ese tema de lado.
Había mucho trabajo que hacer y era agotador.
Las naciones estaban tratando el tema de la red de trata y en este mes de octubre, muchos se preparaban para el aumento de la energía mágica.
Aumento, que iba a provocar un crecimiento en las apariciones y las grietas, llevando a que algunas naciones necesitaran refuerzos.
Si había que elegir un lugar para expandirse, Agatha prefirió dirigirse a Europa, en donde ellos tenían mayores beneficios.
Sabía que sus decisiones estaban dejando a miles de millones de inocentes que podrían necesitar apoyo de la iglesia y al final, tomó la decisión con determinación.
"Excelente. La construcción de nuestro templo está en marcha y la iglesia está reclutando para aumentar nuestras fuerzas." Respondió la Cardenal Brousseau y dando una expresión extraña, preguntó. "¿De verdad vamos a apoyar la decisión de la Empresa Cosmos?"
Agatha que estaba por volver a terminar los diferentes documentos, se detuvo al escuchar la pregunta.
Estaba sumamente atareada y era a un nivel que resultaba aterrador, todo el trabajo y en todo lo que estaba involucrado.
Desde la criatura que decidió llamar Barbegazi, esa red de trata o el reciente aumentó de energía mágica y fue por tal razón, que al escuchar sobre la empresa se detuvo sin saber de qué tema se refería.
"Ellos han decidido construir una ciudad y ahora están buscando un lugar para comenzar. No sé qué locura pasa por sus cabezas. Sin embargo, no parecen ir en broma." Murmuró la Cardenal Brousseau sin ocultar la extrañeza en su voz y mirada.
¿De verdad aceptaron el consejo de Jezabel? Incluso si esa diablesa hubiera hecho algo, dudaba que los hubiera forzado.
Entonces significaba que la persona que estaba detrás de todo le encontró sentido y recordando al excéntrico Sabio, era probable que ese tipo estuviera emocionado por un desafío como este.
La Cardenal Brousseau estaba preocupada, ya que ellos eran uno de los mayores inversores y patrocinadores de la Iglesia del Tiempo y el Espacio.
Al igual que el Sumo Pontífice otros individuos ricos apoyaron, no obstante, nadie al nivel que esa empresa.
"Si ayúdalos. No, espera…" Dijo Agatha y viendo la expresión extraña de Fiona se relajaba, añadió. "Le avisaré de un lugar que puede ser útil. Que le puede servir."
Estaba haciendo referencia a la isla de su hijo mayor.
No era una simple isla secreta que fue creada al azar, era una isla reconocida legalmente por varios países, que probablemente no tenían ni idea de que existía.
Su hijo se encargó de crear la pequeña isla y la mansión, previendo cualquier problema legal, dándole autoridad tanto de la isla como sus alrededores.
Era un excelente lugar para comenzar y como era literalmente en medio del océano atlántico, ninguna nación tenía jurisdicción y mayor que todo, el mundo estaba teniendo suficientes problemas como para tratar detener a la Empresa Cosmos.
El gigante comercial que estaba surgiendo con una fuerza imparable estaba extendiendo sus negocios a un nivel que causaba miedo.
Si recibían el apoyo de la Iglesia del Tiempo y el Espacio y ellos usaban la ventaja de la tecnología para conseguir el apoyo de otras naciones era probable que nadie se quejara del tema.
"Si aceptamos e incentivamos este tipo de accionar, otros trataran de imitarlo." Dijo la Cardenal Brousseau, dándose cuenta de lo que estaba pensando.
Sus palabras eran correctas, ya que era innegable que otros individuos trataran de crear sus ciudades, reinos y todo tipo de países.
No obstante, había un punto muy importante.
"Ya está sucediendo. ¿Cuántos golpes de estado ha habido en África? O mira oriente. Los gremios de jugadores asentados en esas naciones están afilando sus colmillos, esperando tomar el poder." Dijo Agatha y sin ocultar su seriedad, precisó. "Incluso si no apoyamos, ellos lo harán de igual manera. Prefiero apoyar a un grupo que me encargaré que haga las cosas bien."
El mundo estaba en una crisis que iba desde las criaturas, los lunáticos, jugadores, las cultos y sectas que estaban apareciendo, así como una crisis económica y social.
Agatha prefería apoyar a esta ciudad y conseguir beneficios, que mirar desde lejos.
Dar la isla para que comenzaran, le brindaría la oportunidad para que la iglesia se opusiera cuando la Empresa Cosmos quisiera hacer una locura o hasta podrían incentivarla a que hiciera algo que otros no deseaban.
Viendo la expresión seria de la Fiona, Agatha frunció el ceño cuando un aviso vino de su nuera, que le mencionaba que se preparara.
"Tengo algunos asuntos que atender." Dijo Agatha despidiéndose de Fiona que suspiraba en silencio.
Respirando hondo al salir, Agatha no pudo ocultar cierta emoción a lo que deseaba hacer Jezabel.
Necesitaba prepararse para ver si ella era lo suficiente fuerte como para resistir algunas de las armas más poderosas de la tierra.