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Un viaje.

Las luces brillantes siguieron moviéndose a gran velocidad y Clémentine sintió que su cuerpo volaba sin que ella pudiera controlarlo.

El lugar en el que se encontraba era nada más que extraño.

Podía 'ver' los alrededores junto a las luces brillantes y también sentía alguna sensación de 'espacio' que le daba la impresión de estar en un vacío en donde era capaz de moverse para todas partes.

¿De esta forma se sentían los astronautas en el espacio? Tal duda infantil llegó a la mente de Clémentine que estaba desvariando.

Tratando de controlar su cuerpo, lo único que pudo lograr fue reducir la velocidad y tal acción, le permitió 'ver' con mayor claridad.

Ella estaba en una forma traslúcida en lo que solo podría describirse como un espacio ilimitado.

Había colores en este espacio ilimitado en donde el 'arriba', 'abajo' o a los lados no tenía sentido, pero el color púrpura que se extendía por toda el área, predominaba.

Sus sentidos estaban funcionando en este lugar tan extraño y Clémentine al volar a una velocidad media, le notó cierta similitud a cuando ella dejaba su cuerpo.

Sin embargo, a diferencia de ese momento en el que solo podía ver una pequeña área, ahora esta área era más extensa, ilimitada y misteriosa.

"¿Dónde estoy?" Preguntó Clémentine con cierta curiosidad.

La pregunta era mental, pero ella se escuchó su voz directamente y en medio de su movimiento, su rumbo cambio.

Decir en qué dirección era inútil cuando las direcciones no tenían sentido en este lugar, pero al lugar a donde había ido, empezaron a aparecer diferentes formas.

Torbellinos que liberaban ondas mentales y al pasar por al lado, Clémentine pudo sentir ciertas emociones y pequeños vestigios de recuerdos que no eran suyos.

Este torbellino representaba una fiesta cultural de la Unión Europea… Ella podía ver pequeños recuerdos pasados, la emoción generalizada de las personas y la creencia sobre esa fiesta cuyos restos quedaban en este lugar.

Y Clémentine empezó a entender en donde estaba y dejo que su cuerpo asimilara sus alrededores.

Recuerdos, memorias, vestigios antiguos y afluentes de distintas emociones, ella dividió sus emociones y recuerdos de los externos, permitiéndole sentir todo sin ser afectada.

Estaba en el lugar en donde quedaban vestigios de memorias de todos aquellos que tenían fuerza mental.

No era un subconsciente masivo, era un plano en donde la energía psiónica fluía y estaba en movimiento.

Era un plano psiónico, un 'Plano Astral', pero no ese lejano, sino que uno más cerca… En donde todas las mentes terrícolas fluían a su debido momento.

Este lugar era el 'Plano Astral Terrícola' y ahora Clémentine estaba viajando explorando vestigios y restos de múltiples mentes que dejaron su marca en este misterioso lugar.

No necesitaban ser poderosos para dejar marcas en este lugar, hasta los más pequeños de los seres, dejaron su marca ya sea en solitario o en forma masiva.

Algunos torbellinos contenían las memorias conjuntas de personas en desastres, festejos o momentos de felicidad generalizado.

Eran de personas normales, que, si bien eran débiles en fuerza mental, juntos dejaron su marca.

En otros lugares vio ruinas y al pasar por al lado, asimilando todo a su alrededor, los vestigios de recuerdos, conocimiento e información quedaba.

Clémentine no fue lo suficiente imprudente como para absorber todo lo que se encontraba, pero el deseo de conocimiento, de saber la estaba empujando a que cediera y recolectara toda esa información.

Miedos, creencias y pesadillas conjuntas… Este plano estaba esculpido por las generaciones actuales y antiguas.

Demostrando que lo 'psiónico' al igual que lo 'mágico' siempre tuvo una presencia en la tierra y si bien no tan fuerte como en la actualidad, seguía estando presente.

Lo más aterrador eran marcas de antiguos psiónicos de gran poder y en la lejanía había castillos luminosos que seguramente eran creados por individuos poderosos.

Clémentine estaba viajando sin control, pero extrañamente el viaje siempre se torcía a su favor.

Pasando lo suficiente cerca de una ruina para captar esa pieza del rompecabezas que le faltaba para descifrar cierto hecho o para conocer cierta información.

Entre más estaba en este lugar y más exploraba, más entendía.

Su 'telequinesis' ya no estaba funcionando solo a nivel físico, sino que la ayudaba a viajar, guiando su cuerpo de forma inconsciente a lugares útiles.

Ella había deseado ser lo suficiente fuerte como para cambiar las circunstancias a su favor y ahora en este lugar en donde la energía psiónica era ilimitada, se dio cuenta de que estaba 'torciendo' la situación a su favor.

La fuerza de la mente potenciada por la energía psiónica tenía una capacidad ilimitada que solo dependía del propio usuario, permitiéndole afectar lo físico como la 'realidad'.

Y Clémentine se dio cuenta del camino que estaba al frente de ella y sin dudarlo trató de 'torcer' la situación a su favor.

No sabía si necesitaba desearlo, pensarlo o actuar de forma directa y ella trató de hacer las tres a la vez buscando como controlar esa capacidad.

"…"

Y funcionó.

Fue sutil, pero el movimiento incontrolado de su cuerpo cambio de dirección y pasando por un torbellino que la hizo girar, fue enviado a volar a una ruina a la cual se adentró.

Su visión cambió por completo y sin darse cuenta, ella se encontró en el interior de lo que era una mansión vacía, pero no de este mundo 'mental', sino que de la realidad.

Al igual como cuando salía de su cuerpo, ella pudo ver la silenciosa y vacía mansión.

"Oh…" Exclamó Clémentine al darse cuenta de que esa ruina eran los huellas de algún psiónico que ya había caído.

Sin poder explorar, ella fue tragada por un torbellino y cuando volvió a aparecer estaba viajando otra vez.

Nunca vio el mismo lugar, en este sitio en donde no había direcciones era muy difícil moverse y guiarse, pero mayormente resultaba extremadamente complicado encontrar rastros y ni hablar de reencontrar algo otra vez.

Sin ni siquiera forzarse, ella pensó en su poderoso padre y luego en menor medida en su hermano, entonces su figura descendió con fuerza.

*BOOM*

*BOOM*

*BOOM*

Explosiones empezaron a suceder de repente y Clémentine fue enviada a volar mientras veía como monstruos avanzaban por la tierra.

En medio de ellos estaban varios paladines de la Iglesia del Orden y quien lo lideraba era un joven que Clémentine conocía muy bien.

"¿Regis?" Dudó Clémentine en voz alta.

Su hermano estaba vestido con un traje de combate psiónico y su expresión solemne cambio a un fruncir de ceño.

"¿Me hablabas?" Preguntó Regis Delacroix con un fruncir de ceño a su compañero y dando una expresión seria, declaró. "Escuche la voz de mi hermana en un murmulló, tengan cuidado. Los demonios y los sectarios usarán cualquier cosa para llegar al quinto portal abismal."

Con tales palabras los paladines golpearon sus escudos y liberaron una luz que expulsó a Clémentine haciendo que volviera a entrar a ese plano ilimitado.

A pesar de que su voz sonaba 'real', en realidad no podía ser escuchado de forma normal y su hermano solo la escuchó como un murmullo.

Clémentine al volver a volar, entendió la situación y concentró su mente tratando de sentir su cuerpo.

Fue incapaz de lograrlo y el solo intentarlo la hizo agotarse.

La entidad a la cual se había enfrentado la había expulsado de su cuerpo y la había enviado lejos, pero el empuje le dio una mayor energía psiónica para mantenerse.

No obstante, se estaba agotando y si bien ella no sabía lo que sucedía si su conciencia se quedaba en este lugar sin poder moverse, estaba claro que no era bueno.

Una conciencia sin cuerpo era igual que un alma sin su cuerpo… Eventualmente la 'esencia' cambiaria de la misma forma que las almas se convierten en fantasmas o espíritus cuando perdían sus cuerpos y no desean reencarnar.

Sabiendo que no tenía demasiadas posibilidades, Clémentine en medio de su viaje forzó su mente y se concentró en su padre.

Pensó en ese hombre poderoso y al sentir que no funcionaba pensó en el 'Fénix' que tanto miedo le había causado.

Forzarse a pensar y tratar de que su dirección se torciera hacia ellos, hizo que Clémentine se agotara y se sintiera desorientada.

En ese instante su línea de pensamiento cambio al estado de Aurora y Alice, tan solo para pensar en Nicole y su mensaje.

"¿Nicole ha ascendido?"

Tal tonta pregunta ante el misterioso mensaje de esa luchadora que decía tener una sorpresa fue el desencadenante para que volara alto de forma misteriosa.

Su visión volvió a cambiar a una alta velocidad y su duda que hizo que Clémentine quisiera maldecir, siguió resonando en el lugar a donde había llegado.

Al frente de ella estaba Nicole sentada en una silla leyendo lo que parecían informes de personas.

En ese mismo momento esa jovencita levantó su mirada en dirección de Clémentine logrando hacer que su corazón soltara un latido.

¿La había visto o sentido?

"¿Escuchaste algo?" Preguntó Nicole inclinándose su cabeza con cierta rareza.

Su esperanza fue destrozada por completo en tan solo un instante y cuando Clémentine estuvo por intentar usar su telequinesis para escribir que le avisara a su padre de su estado, sintió una presencia a su espalda.

La presencia a la cual Nicole le había preguntado.

"Sí. Creo que es tu compañera de la academia. Y para responder a su pregunta, si ella ha ascendido."

La voz femenina se escuchaba agradable, pero en cierta manera su presencia era abrumadora en un sentido único.

Clémentine se giró con cierta cautela y lo que se encontró no fue ninguna persona fueron dos enormes ojos que brillaban con una luz blanca.

La forma de esos ojos claramente no tenía la forma humana… Ese fue su último pensamiento ante que todo el escenario se hiciera trizas.

"No soy de dar consejos, pero haré una excepción contigo. Ten cuidado a donde 'miras'."

Esos inmensos ojos liberaron una luz blanca que la expulsó a lo lejos y Clémentine sintió como volvía a ese mundo ilimitado, con su cuerpo girando ante la onda expansiva.

No fue algo 'psiónico' fue pura fuerza mental combinado con una poderosa magia mental que al entrar a este mundo psiónico consiguió que ambas fuerzas chocaran.

Sin embargo, esa energía mágica no era nada débil y chocó con la energía psiónica que era predominante en este lado.

"Tampoco me gustan las visitas sorpresas, así que si vienes a ver a Nicole hazlo por la puerta principal."

Esas palabras resonaron por este lugar logrando que Clémentine diera un respiro de alivio y la razón fue que a pesar de que la energía mágica la expulsó, no la daño.

Fue todo lo contrario la estaba rodeando para tratar de enviarla al lugar a donde había venido y si bien fue algo agradable, Clémentine pudo percibir una oportunidad.

La energía psiónica de este lugar deseaba alejar a la energía mágica que estaba invadiendo su dominio y a la cual repelía de forma natural.

Sin embargo, la densidad y la fuerza de la energía mágica controlada a través de un hechizo no era algo que la energía psiónica sin dueño pudiera combatir.

En medio de ese conflicto la energía psiónica buscó un 'recipiente' y Clémentine en vez de dejar que continuara, se convirtió en ese recipiente.

Abriendo su mente la energía psiónica empezó a reunirse en inmensas cantidades en su 'cuerpo traslúcido', hasta el punto de que su velocidad empezó a disminuir.

Ya no era de forma inconsciente, sino que ella se estaba deteniendo utilizando esa energía psiónica para aumentar el poderío de su telequinesis y su capacidad de 'torcer' las situaciones a su favor.

El poderío ya no fue al nivel de mover algo físico y ella consiguió 'torcer' la distancia de su cuerpo y su conciencia, logrando sentir su propio cuerpo a pesar de la distancia.

"Uggh…"

La energía mágica, como si su dueña entendiera que lo que ella intentaba hacer, se volvió frenética logrando que la energía psiónica fluyera al cuerpo de Clémentine.

Fue en demasiada cantidad y como tal energía no la consiguió a través de su meditación y no era natural, técnicamente no era suya.

No obstante, de esa gran cantidad pequeñas 'gotas' eran asimiladas como parte de su propia energía.

La velocidad de su viaje disminuyó más y más hasta que al final se detuvo.

"…"

La energía mágica desapareció en este instante retirándose dejando en claro que la persona que la expulsó no solo la controlaba, sino que también estaba sintiendo este lugar.

Sin embargo, la energía psiónica no se dispersó o calmó, fue todo lo contrario.

Ahora estaba bajo su control y Clémentine respiró hondo sintiendo los alrededores.

Seguía sin saber las direcciones, pero para ella había una brújula y ese era su cuerpo real.

Que podía sentir gracias a que había torcido los límites de la 'distancia' de una forma que ya excedía su capacidad normal.

Clémentine desconociendo la situación real de su cuerpo y de la misión, levantó su mano apuntando en la dirección de donde sentía su cuerpo y dio una sonrisa cuando empezó a moverse.

Esta vez era ella la que guiaba el viaje… Un viaje de regreso.

******

En un espacio ilimitado en donde la energía psiónica era densa, dos figuras estaban luchando entre sí.

Una era del monje Song cuyo triángulo en su frente estaba brillando en color púrpura y el otro era lo que se podía describir como un monstruo.

Esa era la única forma que podía llamar a esa figura humanoide que ahora estaba al descubierto.

Diferentes partes de cuerpo estaban conformando una misma entidad y ver una boca femenina combinada con la boca de un hombre podía ser pasable, pero ver diferentes ojos pegados al mismo cuerpo no resultaba agradable.

"Hahaha…"

Conjuntos de remanentes de antiguos psiónicos ya caídos, conformaron una sola entidad que extrañamente tenía conciencia de forma estable.

La fusión de vestigios de diferentes psiónicos o personas que ya no estaban en este mundo, normalmente convertiría a la nueva entidad en alguien sin razón que solo podía describirse como un lunático.

Sin embargo, esa entidad no solo era inteligente, sino que la nueva conciencia formada no tenía ningún defecto… Siendo posible que algunos lo consideraran como una 'persona' a pesar de que eran los remanentes de varios.

Su risa lunática solo ocultaba su siguiente movimiento y el monje Song al ver como los alrededores se retorcían para dar vida a las 'pesadillas', agitó su mano.

El color púrpura de la energía psiónica se fortaleció cuando una onda expansiva difumino las monstruosas pesadillas que estaban por aparecer.

Tales monstruosidades eran literalmente pesadillas sacadas de los miedos más profundos de aquellos que afectaron este lugar de alguna manera y tomaban formas múltiples.

No había que creer que tales 'pesadillas' eran falsas, una vez que una pesadilla lo atacara, no importa la forma que tuviera, podría dañar su conciencia y eso podría llevar a graves consecuencias a nivel mental e incluso físico.

"¡Bastardo!"

Escuchando el grito de esa entidad psiónica, el monje Song continuó agitando su mano.

Cientos de lanzas psiónicas eran lanzadas a la figura de ese individuo que volaba para todas partes tratando de esquivar.

La figura estaba perdiendo la batalla y cada vez se estaba desesperando más.

Los múltiples ojos estaban dejando ver locura mientras que poco a poco estaba siendo dañado.

A diferencia de esa criatura que no podía llamarse humano, el monje Song estaba en un estado perfecto y su condición era la mejor.

Su cuerpo que estaba meditando en la realidad le seguía brindando todo lo que necesitaba para que en este lugar pudiera desatarse.

Y los monjes que entrenaban en el monasterio del Tíbet aprendieron y estudiaron para ser expertos en este campo de batalla mental.

No obstante, se abstuvo en atacar con todo y priorizó presionarlo y llevarlo a la desesperación con un objetivo en mente.

Entender de lo que era capaz y tratar de encontrar a quien sea que estuviera detrás de su aparición y estabilidad.

Con una expresión fría, el monje Song volvió a agitar su mano y esta vez no envió lanzas, sino que discos cortantes que llevaban un poderío aterrador.

La velocidad que volaron fue impresionante y esa entidad trató de protegerse, pero cometió un error cuando lanzó uno de los discos hacia atrás en vez de hacerlo desaparecer.

"¡UUGAAHHHH!"

El disco se detuvo y retrocedió a la misma velocidad cortando a esa figura monstruosa a la mitad… Básicamente cortando la 'conciencia' a la mitad.

Su grito demostró lo doloroso que era ese proceso y en medio de la desesperación, una presencia se acercó desde la distancia.

¿Había vuelto? El monje Song tuvo esa duda ante la familiaridad de la presencia que se acercaba por su cuenta.

Estaba viajando por este lugar a una velocidad mayor que él y el monje pudo entender la razón por la cual el fénix lo puso a él trabajando con ella.

"¡Cuidado!" Advirtió Clémentine al llegar y el monje Song ni se inmutó.

Su oponente había enviado decenas de gusanos púrpuras que se dirigieron a su posición y sus bocas dejaron en claro que desgarrarían su conciencia si lo tocaban.

Sin embargo, no pudieron alcanzarlos debido a que antes de que pudieran llegar, desaparecieron por completo.

No fue porque él hizo algo, sino que tal ataque era una finta de su enemigo que ahora mismo estaba tratando de huir.

El monje Song le dio una señal a Clémentine que se detuviera y vio como esa entidad desaparecía por una grieta que había creado.

Al verlo huir el monje reparó la grieta antes de que algo tratara de llegar desde afuera o del 'Plano Astral'.

Para Song estas pequeñas grietas era algo más peligroso que las grietas de la barrera dimensional, después de todo, estas últimas podían ser enfrentadas por toda la humanidad.

En cuanto a los peligros de este lugar solo algunos psiónicos centrados en la mente podían llegar y no había tantos de ese tipo.

"Vuelve a tu cuerpo." Ordenó el monje Song con seriedad a Clémentine.

Estuvo a punto de enviarla, cuando ella asintió y descendió hacia abajo como si cayera de picada, desapareciendo por completo.

Talento… Esa palabra apareció en su mente, pero al momento siguiente pensó en la naturalidad.

Era una viajera innata.

Cerrando a sus ojos, Song sintió que sus alrededores se estabilizaban y al volver a su cuerpo se levantó del lugar y se dirigió a donde había sucedido la batalla 'física'.

Él había estado a una distancia prudente para que su cuerpo no fuera afectado por ataques externos y cuando llegó al lugar pudo sentir una enorme cantidad de energía psiónica.

Clémentine había destruido el hielo en el cual fue rodeada y en este momento estaba alterando de forma natural la temperatura para ayudar a que su cuerpo se recuperara.

Sentada en una posición de meditación las rocas se levantaban por su cuenta y la presión que liberaba lentamente aumentaba.

Pasando de rango A y convirtiéndose en un rango S… Estaba ascendiendo.

El monje Song dio un suave asentimiento ante ese talento y luego miró a lo alto, esperando que su 'Guardián' lograra encontrar lo que deseaba.

******

En un espacio ilimitado una pequeña grieta escupió una figura cortada a la mitad y cuando estuvo por huir, un enorme fénix púrpura cayó del vacío, atrapándolo en sus garras.

"Mezclas y más mezclas. Vienes desde afuera, pero eres desde adentro…" Murmuró el fénix, Fenghuang con su voz femenina característica.

Solo él entendía sus palabras, pero esa amalgama de remanentes de antiguos psiónicos fallecidos que estaba en sus garras se retorció con miedo.

Decenas de pensamientos vinieron a su mente.

No era un alma de Slaran y tampoco una entidad psiónica que invadió desde el Plano Astral, pero había muchas dudas.

¿Quién estabilizó esos remanentes permitiendo que despertara esta aberración? ¿Por qué lo soltaron para crear caos? ¿Y qué deseaba la mente maestra de este trabajo?

El fénix atrapando a esa conciencia, agitó sus alas haciendo temblar la energía psiónica y causando una onda que posiblemente se extendió a una distancia muy lejana.

Si alguien estaba cerca, entonces notaria su molestia.

Había muchas preguntas y muy pocas respuestas.

Me encanta lo psionico, y lo exploraremos a su debido tiempo, espero hacerlo lo suficiente bien como para que a ustedes le guste.

Evil_Warlordcreators' thoughts
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