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Recién ahí temeré.

El Rey Guzmán vio la señal de Andrea y se adentró a lo que parecía un centro de investigación abandonado.

El lugar estaba completamente oscuro y silencioso, dando la sensación de que no había nadie en su interior.

—Debe haber alguien. Hay cierta interferencia en cuanto a los rastreos espaciales. —Avisó Abdellah con una expresión seria.

Como un mago espacial era posible escanear todo el 'espacio' alrededor de un punto y si bien había una posibilidad de que sus oponentes se ocultaran, normalmente era un buen método de exploración.

Esta vez que hubiera 'interferencia' demostró que había alguien ocasionándola.

El Rey Guzmán dio un paso adelante y bajo por la escalera al sótano.

El lugar estaba oscuro, pero antes de entrar se había bebido un brebaje para asegurar completa visión nocturna.

Utilizando una espada corta para combate en áreas cerradas, en grupo avanzaron elevando sus sentidos y guardia.

Pasando por el pasillo, llegaron a una sala que daba la sensación de recibimiento y se encontraron en una encrucijada de pasillos.

No había ninguna luz funcionando y solo quedaba muebles viejos y arruinados por el lugar.

—Dividámonos. No sabemos si la otra parte va a huir o no. —Declaró Andrea con seriedad.

Tanto Guzmán como Abdellah asintieron.

Esa mujer tendría dificultades para luchar en grupo en espacios cerrados, ya que su especialidad era la gravedad y era más fácil aplastar todo en vez de contenerse para no afectar a sus compañeros.

Dividiéndose y manteniendo su guardia en alto, Guzmán pasó por el pasillo prestando atención a cada habitación que se encontraba.

¿Sus oponentes estaban este lugar?

El silencio lograba que cualquiera elevara su guardia y cada mueble de este lugar estaba sucio por el polvo y parcialmente destruido.

Caminando con su espada en mano, Guzmán frunció el ceño ante el silencio y revisando las habitaciones con sus sentidos, elevó su guardia.

Este lugar estaba demasiado tranquilo como para solo ser un lugar 'abandonado' y era posible que alguien estuviera presente.

Los demonios tenían dos rangos S y si bien no sabía qué clase de tecnología existía en este mundo, mientras no fueran armas de gran impacto era posible escapar o resistir.

Por otra parte, este lugar parecía más un laboratorio u hospital y eso redujo la posibilidad que la persona que controlaba toda la tecnología hiciera que el lugar se autodestruyera.

Paso a paso, avanzando por el lugar, Guzmán pudo sentir un suave olor.

"¿Rosas?" Murmuró aturdido e inconscientemente respiró con mayor fuerza.

Olía a rosas en un estilo similar a un perfume para mujer.

¿Estaba delirando?

Guzmán agitó su espada con delicadeza y una ráfaga de viento empujó el polvo por los alrededores, pero el olor siguió quedando.

¿Andrea estaba cerca?

El olor era similar a un perfume femenino y Andrea no parecía esa clase de mujer que se perfumaba cuando estaba por ir a luchar.

Caminando paso a paso, Guzmán sintió que el olor se fortalecía a pesar de que activó su barrera a su alrededor.

No era un simple olor a rosas, lentamente se estaba convirtiendo en un delicioso olor femenino que lograba cautivarlo por completo.

Aromático y natural, Guzmán tuvo el sentimiento de que una belleza lo estaba seduciendo.

En un sueño agradable, ella lo estaba atrayendo suavemente y en su imaginación, se sintió que estaba siendo guiado por el aroma.

Era como una belleza que lo guiaba de la mano mientras movía su cadera cubierta por finas telas y lo atraía a una habitación.

Guzmán apretó su espada sintiendo un desbordante calor levantándose desde su interior y cuando parpadeó, volvió a la realidad.

Y lo primero que vio un par de ojos rojos que brillaban con una tonalidad rosa.

******

*BOOM*

Andrea escuchó una explosión repentina y flotando hasta donde estaba el ruido, pudo sentir como desde las habitaciones varios robots se encendían.

Estaban ocultos tras la chatarra y basura lo que le impidió notarlo, pero sin molestarse ella agitó su mano.

En el interior de cada habitación aparecieron pequeños vórtices que atrajo a todo lo que estaba alrededor y lo aplastó con fuerza, generando una gran esfera de chatarra.

Podía aumentar la gravedad para presionar algo en contra la tierra, pero de otra forma al controlar la gravedad era capaz de realizar diferentes movimientos.

Era solo cuestión de experiencia, práctica e imaginación.

Ella literalmente hizo que la habitación se destruyera ante la fuerza de la gravedad y cada robot que se encendió, fue destruido por completo.

Sin inmutarse, avanzó flotando por el pasillo y antes de llegar a su objetivo, hizo que una fuerza gravitatoria a su espalda la atrajera.

*BOOM*

La velocidad fue muy alta y tal acción, le permitió esquivar el puñetazo de un gran demonio que apareció de repente.

Tratando de emboscarla, su ataque falló y el demonio en vez de molestarse, le dio una mirada asesina.

Era un demonio de piel roja, musculoso y alto con un cuerno grueso en su cabeza y por su figura, estaba claro que era un 'demonio puro'.

Al verlo cargar hacia ella, Andrea aumentó la gravedad alrededor de ese demonio.

*BOOM*

Sin ni siquiera acercarse a cinco metros de ella, el demonio fue tragado por la tierra cuando la gravedad aumentó.

"¡GRAA!"

Con un rugido tan típico de un luchador, ese demonio salto del suelo para salir y esta vez la gravedad no aumentó, sino que fue todo lo contrario, disminuyó a un nivel extremo.

*BOOM*

El luchador al saltar, rompió el techo al volar a lo alto y Andrea sin inmutarse flotó por el hueco del techo y salió afuera.

Pudo ver a luchador demoniaco utilizando su aura de combate para tratar de escapar de lo que fuera que lo hiciera flotar y si Andrea fuera una telequinética, sería capaz de zafarse del agarre, pero esto era gravedad.

Básicamente estaba manipulando las leyes de gravedad a su favor y eso significaba que la otra parte estaba siendo afectado por la gravedad de este planeta.

No era algo 'mágico'.

Andrea sin inmutarse y dejar que la otra parte pudiera adaptarse, empezó a crear puntos de gravedad en diferentes lugares y el demonio al ser atraído voló por el cielo.

Daba la sensación de que estaba jugando con él, pero entre más giraba por el cielo más velocidad tomaba y en ese punto, Andrea lo empujo a la tierra.

Ella aumentó el peso y la gravedad alrededor del demonio hasta el punto más alto y cuando se fusionó con la velocidad por la cual se movía, la caída fue terrorífica.

*BOOM*

La explosión literalmente creó un enorme cráter y elevó una nube de polvo.

Andrea en vez de estar contenta, volvió a utilizar la gravedad para moverse hacia atrás y pudo ver como al frente de ella aparecía el demonio, realizando un puñetazo.

Había utilizado la capacidad de 'parpadeo'.

*BOOM*

"Digno de un luchador." Murmuró Andrea con un fruncir de ceño.

El demonio prácticamente le estaba gruñendo como una bestia enfurecida mientras que su aura de combate estaba cubriendo todo su cuerpo.

Los peores enemigos para enfrentarse contra una psiónica eran los luchadores debido a que eran muy duros.

Su anterior ataque le hubiera dado un duro golpe a un espadachín y ni hablar de un mago indefenso, pero ese luchador seguía mirándola como si deseara arrancarle la cabeza.

No era una suposición, prácticamente eso era lo que deseaba.

"¡GRAAAA!"

Con un rugido similar a una bestia, el luchador cargó hacia adelante, pero tras varios pasos, empezó a ser arrastrado hacia atrás.

Esta vez, en vez de dejarse de mover, el demonio aplastó el suelo y gracias al sabio uso de su aura de combate, la gravedad no lo afecto tanto.

Un luchador inteligente era capaz de controlar su propio peso y su aura le permitía o ser más pesado o liviano, permitiendo moverse mejor.

Andrea en vez de dudar agitó su mano y envió vórtices de gravedad a la espalda del luchador, en su cabeza, sus costados y luego bajo sus pies.

"¡GRAAAA!"

¿Qué pasaba cuando había diferentes puntos de gravedad en diferentes lados y el cuerpo era atraído en diferentes direcciones?

Tal vez no era capaz de afectar los órganos de ese luchador a causa de la defensa natural de su cuerpo, pero las consecuencias de mantenerse en ese estado, seguramente iban a ser graves.

"¡GAAAAA!"

El luchador dejo ver su ferocidad cuando piso el suelo creando plataformas con sus botas y empezó a caminar hacia ella.

Su piel era roja y permanecía imperturbable, pero Andrea pudo sentir que ese demonio estaba sufriendo bastante debido a los vórtices de gravedad.

Aun así, era aterrador que pudiera soportar los vórtices de gravedad y al mismo tiempo seguir caminando.

El problema para él, era que esos vórtices se movían junto a él y a la vez le estaban quitando el apoyo que necesitaba para atacar.

A menos que volara, un luchador necesitaba un apoyo para atacar y si bien utilizar botas capaces de generar plataformas era común, sin una posición firme, sería incapaz de moverse.

Andrea empezó a preparar su siguiente ataque y en su mano, un vórtice se retorció en un bucle sin fin.

No era un vórtice para atraer utilizando la gravedad, sino que literalmente era un vórtice capaz de retorcer todo lo que tocara a causa de la inestabilidad de la gravedad en el interior.

Viendo como el luchador estaba avanzando cada vez más, Andrea se preparó, pero al momento siguiente 'parpadeo' lejos.

*BOOM*

Una flecha explosiva golpeó su antigua posición y desestabilizó los vórtices que contenían al luchador.

Andrea sin dudarlo envió su ataque en su mano no al luchador, sino que a la arquera que estaba a lo lejos.

Era una arquera mujer y con una sola mirada, Andrea la reconoció como la miembro que vino con los demonios y pertenecía al Gremio Tower.

Esa mujer intentó huir, pero la velocidad de su ataque fue alta y al ver que no podía escapar, utilizó su barrera para protegerse.

"¡AAAAAAAH!"

Su último error.

La barrera se hizo trizas y cuando el vórtice golpeó el cuerpo, Andrea pudo ver una visión asquerosa cuando la carne y órganos de la otra parte, fueron tragados por el vórtice.

Era un vórtice que literalmente distorsiono la forma del cuerpo de la arquera de una forma grotesca.

Sintiendo de vuelta el peligro, Andrea estuvo a punto de activar su barrera y generar un campo gravitacional para protegerse del demonio luchador, cuando un ataque cortante golpeó la espalda del luchador.

Atrás estaba el Rey Guzmán y ese hombre sin dudarlo empezó a moverse a alta velocidad realizando cortes de viento que lograron herir al demonio.

"Perdón por la tardanza. Me atacaron por sorpresa y lo perseguí." Dijo Guzmán con un corte de garra que todavía sangraba en su rostro.

Andrea dio un asentimiento cambiando su modo de actuar.

En vez de aumentar la gravedad en una gran área, lo hizo alrededor de las piernas del luchador para dificultar sus movimientos y también lo hizo en diferentes partes de su cuerpo.

Un brazo más liviano que otro o una pierna más pesada que otra lo empujaría a volverlo inestable permitiendo que sus compañeros de equipo dieran el golpe final.

"Sentí que algunos han escapado con pergaminos." Declaró Abdellah que apareció en el otro lado del demonio y agitando su varita, comentó. "Ya no lo podrá hacer."

Con tales palabras una onda espacial se extendió cubriendo los alrededores, impidiendo movimientos espaciales o pergaminos de emergencia.

"Estás atrapado es mejor que te rindas." Dijo el Rey Guzmán mientras su espada era rodeado por ventiscas cortantes.

El demonio en vez de asustarse dio una sonrisa feroz y agitó sus brazos como si deseara entender la dificultad de sus movimientos.

"Yo estoy en el lugar correcto… Son ustedes lo que deberían estar preocupados." Señaló el demonio y dando una sonrisa, comentó. "La Cardenal Najjar puede estar en un gran peligro… Este mundo tiene armas terroríficas."

Su tono y voz de amenaza fue sincero y era posible que sus palabras fueran verdad.

No obstante, en este lugar no estaban inexpertos que caerían ante tales palabras.

"Si el arma puede destruir el tiempo, recién ahí temeré." Declaró Andrea y aumentando la gravedad en torno al demonio, dio una sonrisa y comentó. "Por ahora, solo tú deberías preocuparte."

¿Una cardenal capaz de controlar el 'espacio' y el 'tiempo' estaba en peligro?

Tal vez era posible, el poder del Dios del Tiempo y el Espacio era aterrador, pero esa mujer era una mortal.

Sin embargo, independientemente del peligro, ellos tenían una misión que completar y en cuanto a la Cardenal Najjar… Solo debían confiar en su capacidad.

Y centrarse en completar su propia misión.

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