CAPÍTULO 155- Clases.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 155

(Mundo 50.)

Dreimo está parado frente a todos sus nuevos compañeros de clases, en un enorme salón de clases. Hay aproximadamente 30 alumnos, incluyendo a Dreimo. Es como un salón de clases normal, con mesas y sillas, no hay butacas. Las mesas son compartidas por dos alumnos, y hay 5 filas, y 3 mesas constituyen las filas. Hay 15 mesas.

Los estudiantes observan a Dreimo con curiosidad y la profesora, que está a su lado, lo presenta. La profesora es una mujer muy hermosa, tiene el cabello gris y largo, ojos rojos, y usa un vestido blanco.

Dreimo está usando un pantalón negro y una camisa azul con un logo de una corona negra. Es el uniforme oficial de esa escuela. Las mujeres usan una camisa igual y una falda negra… Aunque algunas usan falda muy corta… Eso es algo muy normal en ese mundo.

—Como ya saben, Dreimo es la persona que fue invocada por…

Dreimo interrumpe a la profesora con sus palabras.

—Mi nombre es Dreimo… Es todo… No quiero que se acerquen a mí, no quiero hacer amigos, y tampoco quiero conocer sus tristes vidas. No quiero que alguien venga a mí y me diga: "somos amigos, ayúdame a derrotar al hombre que mató a mis padres".

Él se refiere a los clichés de las vidas pasadas de algunos personajes que se hacen amigos del protagonista.

—No quiero tener que resolver nada más. Solo tomaré las clases, es todo.

Dreimo se dirige caminando a la última mesa que se encuentra en la primera fila a su derecha. La mesa se encuentra al lado de la ventana.

Él escogió ese asiento por ser el único disponible, y porque es un asiento cliché.

Una chica con el cabello blanco y corto, ojos completamente negros y plana, está sentada sola en esa mesa.

—Espera, Dreimo, no te sientes ahí.- Dijo la profesora.

Dreimo voltea a verla.

—¿Por qué?

—Es… la hija de Dukar.

—¿Dukar…? Creo que el Rey me advirtió de él… Pero me da igual.

Dreimo se sienta al lado de la chica.

—Escucha, tú no me conoces, yo no te conozco, y quiero que siga así. No odio a tu padre, el Rey del país vecino, me da igual, pero tampoco quiero que pienses que quiero ser tu amigo. Solo me hablarás cuando tengamos alguna tarea en equipo, ¿está bien?

—S-sí.

Dreimo pone sus brazos sobre la mesa y pone su cabeza en sus brazos… Está intentando descansar, pues la escuela siempre fue aburrida para él.

—Clases… Qué flojera.

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(Mundo 1.)

Diego, Cristhela y Nelfrar están corriendo juntos por un bosque.

—Mañana nos encontraremos con el ejército… ¿Están listos?- Dijo Nelfrar.

—¡Lo estamos!- Dicen los dos emocionados.

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(Godfer.)

Oscuridad y yo estamos caminando juntos por el festival. Estamos recorriendo y viendo los diferentes puestos que hay.

Es la oportunidad perfecta para conseguir su amistad y pedirle que me enseñe algunos movimientos.

—¿Qué se te antoja? Yo quiero un pastel de limón.

—Lo que sea está bien.

Izuke aparece frente a nosotros.

—¡¿Qué haces aquí?!

—Nada importante, recorriendo el lugar.

—¡Debes entrenar!

Comienza a flotar y me toma del cuello.

Qué agresivo. Prefiero al Izuke adorable.

—¡Sufuco es igual de poderoso que Oscuridad! ¡Entrena!

Desaparezco de ahí.

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—Lo siento, Oscuridad, pero Daniel no puede perder el tiempo.

—Sí, lo comprendo.