CAPÍTULO 110- Mundo 17.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 110

Diego está limpiando una gran biblioteca usando una escoba, y Dax está en su espalda.

—No puedo creer que mi amo me obligue a limpiar como castigo.

—Era eso, o que él sea expulsado por tu culpa.- Dijo Dax.

—Viéndolo de esa forma, es comprensible... Entonces, después de la muerte de Neim, me elegiste como nuevo poseedor... ¿Por qué? ¿Soy alguien con el corazón puro? ¿Mi alma es perfecta? ¿Soy el verdadero protagonista de esta historia y Daniel simplemente es un personaje secundario?

—Si esto fuera una novela, Daniel sería el protagonista, y tú serías el secundario... Eres alguien muy normal, no tienes nada de especial... Nada, no tienes nada de especial, solo te pareces a Daniel un poco en su actitud, es todo.

—Vaya manera de bajar mis ánimos... Ya sé las reglas, no debo decirle a nadie sobre ti... Bueno, ¿cuándo empezamos con el entrenamiento?

—Mañana.

—Está bien.

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(Ejico.)

Es de noche y Daniel está acostado en una gran cama solo. Está en una gran habitación, y está demasiado silenciosa.

Él está dormido profundamente.

Nirfa entra a la habitación y se dirige a él lentamente.

—Dormiré abrazando a Daniel.- Dijo con una pequeña sonrisa.

Está a punto de acostarse en la cama, pero inesperadamente, Daniel empieza a hablar dormido.

—Lo siento, señor... No pude proteger a Alex.- Dijo mientras una lágrima sale de su ojo izquierdo.

—Daniel...

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(Días antes.)

Daniel estaba frente a la casa de la familia de Alex, y estaba en el suelo mientras el padre de Alex le da golpes en la cara con sus puños.

—¡Maldito, maldito, sabía que no debía ir contigo!- Dijo llorando.

—Lo siento, señor... Acepte el dinero, por favor, me sentiría un poco mejor si lo hace.

Lo tomó de la camisa y lo levantó.

—¡El dinero no me devolverá a mi hija!

—Lo sé... Realmente lo siento... Lo siento.- Dijo con una expresión seria, que no refleja tristeza o dolor.

Le mostró a Rei.

—Por favor, si hacerme sufrir lo hace sentirse mejor, hágalo.

Sus compañeros lo observaron nerviosos.

—Dani...- Dijo la abuela de Daniel con lágrimas en sus ojos.

El hombre tomó a Rei.

—¡Te tomaré la palabra!

Le atravesó el estómago con Rei.

—¡Dani!- Dijo la abuela de Daniel desesperada.

Intentó ayudarlo, pero Sandro la tomó del brazo izquierdo, evitando que corra.

—Estará bien... Él se sentirá mejor si hace esto.- Dijo Sandro con una mirada seria.

Daniel tomó a Rei y se lo quitó del estómago.

—Mi madre murió cuando nací, a mi padre lo asesinaron cuando tenía cinco años... Y mi madre se convirtió en un demonio e intentó matarme... Mató a mis amigas... Sé que no puedo pedirle nada, pero quiero que comprenda que también estoy sufriendo... Y mucho.

Se alejó de él.

—Repartan el dinero que les di, no me importa... Adiós.

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(Presente.)

Nirfa lo está abrazando mientras está dormido. Ella también está profundamente dormida.

Daniel se mueve un poco y toca con su codo izquierdo su pecho izquierdo.

—¿Una gelatina?- Dijo dormido.

Se mueve en la cama y comienza a tocar los pechos de Nirfa.

—Gelatina... Me gusta sentir la gelatina... Aunque está un poco rara...

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(Pov- Daniel.)

... Esto no es gelatina.

Abro los ojos y me doy cuenta de lo que realmente estoy haciendo.

—¡Mierda!

Me levanto de la cama y me alejo rápidamente.

—Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda...

Salgo de la habitación y comienzo a caminar por los pasillos.

—Soy un maldito enfermo.

Entro a las aguas termales y comienzo a quitarme la ropa.

—N-necesito tranquilizarme y olvidarme de lo que acaba de pasar.

Entro al agua y cierro los ojos.

—Nirfa tiene 20 años... Y parece una chica de 20 años...

Muevo la cabeza rápidamente.

—No, eso no justifica lo que hice.

Meto la cabeza al agua.

... Es la primera vez que me pongo nervioso de una forma distinta.

Mi cabeza sale del agua y me sonrojo un poco.

—Mi corazón está acelerado... Es el mismo sentimiento que sentí cuando me enamoré de Sonia...

Levanto la mirada y sonrío.

Aún es muy pronto, supongo que solo estoy nervioso por lo que hice... No creo que esté enamorado de Nirfa... ¿Eh?

Siento un mal presentimiento y salgo del agua rápidamente.

Comienzo a ponerme la ropa.

Después de ponerme la ropa, salgo del baño y corro por los pasillos.

—Alguien activó el hechizo de protección, alguien intentó atacar a mi abuela... Pero ella está bien... No está en peligro... Pero debo asegurarme.

Si ella estuviera en un verdadero peligro, no hubiera desperdiciado mi tiempo poniéndome la ropa.

Ella está bien y no hay magia demoníaca en la zona... ¿Qué pasó?

Entro a la habitación de mi abuela y veo a un oso de peluche siendo sostenido por cadenas rosas.

Con razón mi abuela no estaba en peligro, alguien activó la magia de protección, pero no quiere atacar a mi abuela.

—¿Un oso?

Tentáculos rojos me toman de las piernas y los brazos.

—¡Mierda! ¡¡Dex!!- Grito, para que Rei venga.

—Daniel, realmente es un honor conocerte.- Dijo alguien con voz de mujer.

Una mujer pasa caminando a mi lado, tiene el cabello blanco y corto, tiene los ojos rojos, usa un vestido negro, y no tiene piernas, tiene tentáculos en lugar de piernas, 5 tentáculos exactamente.

—Mi nombre es Neka, soy la princesa del país llamado: "Beifa".

... Ella no es mala... ¿Por qué me atrapó? Debo saber más sobre ella.

—¿Beifa?

—No es en este mundo, se encuentra en el mundo 17, el mundo de los humanos diversos.

... Ah, otro mundo alterno... ¡No tengo tiempo para aventuras de relleno!

—¡Ya escuché suficiente! ¡Magia de oscuridad!

De mis manos comienza a salir un material negro, que rodea los tentáculos.

—Eliminar magia.

El material negro desaparece.

—... ¿Eh?

—Es mi poder especial, puedo eliminar la magia de las personas que toco, aunque solo dura unos minutos.

Me acaricia la mejilla mientras la veo con odio.

—Vamos a mi mundo.

—¡Daniel!

¿Sandro?

Sandro observa lo que pasa.

—¡Deja a Daniel!

—¡Demasiado tarde!

Sandro se dirige a nosotros corriendo.

—Adiós.- Dijo Neka.

Un círculo mágico aparece debajo de nosotros y desaparecemos de ahí.

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•

Ella y yo aparecemos en el jardín de un castillo.

Inesperadamente, es de día.

—Vamos, Daniel, no perdamos tiempo.

... Qué raro.

¿Cómo hizo eso?

—Se supone que la magia de teletransportación ya no existe... ¿Qué está pasando?

•

•

Lejos de ahí, en una gran ciudad, Sandro aparece en un callejón.

—¿Eh? ¿En dónde estoy?