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Capítulo 4: "Recuerdos del ayer"

Luego de estar caminando por los pasillos durante un tiempo, nuevamente el grupo llegaba a aquel salón olvidado al final de los pasillos, Jessica fue la primera en entrar ya que al divisar el salón a la distancia se apresuró en llegar, parecía bastante animada y no era para menos como lo había planeado lograron encontrar un nuevo miembro para su tan curioso grupo, quizás demasiado rápido. Detrás de ella iba con una respiración agitada la pequeña Cecile quien había seguido a la primera y esa pequeña carrera fue más que capaz de cansarla lo suficiente como para que tenga que sentarse a tomar aire. En último lugar entra el dúo que ni había intentado apresurar su paso en ningún momento, Lyon y Charlotte, que si bien no habían hablado casi nada en todo el camino hasta allí, parecía que habían hecho las "Pases" y ahora se llevaban bien, al ver esto y como llegaban prácticamente juntos una sonrisa pícara apareció en los labios de Jessica quien los miraba mientras colocaba una de sus manos en su cadera.

–Oh, veo que se llevan muy bien ¿Podría ser esto el inicio de un romance?~

Al escuchar esto Lyon solo soltó un suspiro cansado mientras ingresaba al lugar sin siquiera mirar a Jessica.

–En primer lugar no bromees así, incomodaras a tu tan preciado "Nuevo miembro" y en segundo, no pasará, es imposible. – Soltó aquella frase sin preocuparse en lo más mínimo porque no suene insultante para la chica que decía era seguro que nunca se fijaría en ella.

Al escuchar eso las cejas de Charlotte se fruncieron levemente, apenas se podía notar su expresión de molestia con la cual miraba al chico.

–Me molesta que lo digas así y que tu "Color" no cambiará en lo más mínimo al decirlo... – Luego de decir esto volvería a su usual inexpresiva expresión mientras observaba el lugar con curiosidad. – Pero comparto tu opinión, nunca pasará.

Mientas esos dos respondían básicamente sin inmutarse, cecile los había estado observando con timidez mientras parecía perdida en sus pensamientos, al ser la más inocente y "Doncella" del grupo cada pequeña cosa era suficiente para que se perdiera en sus fantasías románticas que ella misma se inventaba, por otro lado Jessica solo observaba a los dos Castaños como si los analizara, para al final sonreír al llegar a una conclusión.

–Pero tienen razón no tienen ese aire romántico, es más, con lo mucho que se parecen más es como si fueran hermanos.

Luego de dictar su declaración, Lyon y Charlotte intercambiaron miradas para observarse entre ellos y ver si era cierto que se parecían y al ver cada uno en el otro un rostro simple e inexpresivo además de unos cabellos castaños, cayeron en cuenta de lo cierto que era esto, lo cual sacó una leve risa de Lyon mientras la chica de lentes se mantenía seria.

–Ahora que lo mencionas es verdad... – Charlotte declaraba sin ninguna emoción para luego volver a observar el lugar, como si eso no fuera lo suficientemente interesante para mantener su atención.

–Por muy cierto que sea, ya tengo más que suficiente con dos Hermanos y medio. – Con solo decir esto e imaginar su vida con un cuarto "Hermano" le hizo estremecerse internamente.

–¿Y medio? – La atención de Charlotte parecía haber vuelto a la conversación con esa curiosa declaración.

–Ah, Lyon tiene dos hermanos biológicos pero tiene un "Hermano postizo" por así decirlo. – Una suave voz que sonaba algo emocionada se dejó escuchar, por alguna razón Cecile se había unido a la charla de pronto mostrándose más entusiasta de lo normal.

Aunque la charla estaba en su apogeo y aquello del "Hermano Postizo" solo despertaba más la curiosidad de Charlotte, el tiempo no esperaba a nadie y la campana de la academia sonó indicando el fin del último periodo que este grupo tendría libre, por lo que tres de los presentes se preparaban para volver a su salón, sin embargo se detuvieron en la puerta al notar a la "Nueva" sin intenciones de moverse, si no más bien parecía cómoda ya que había tomado asiento en un lugar junto a la ventana y miraba por esta despreocupadamente. Habían olvidado que ella no era del mismo salón que ellos y si se encontraba en el patio cuando obviamente tenía clases, debía tener algún motivo para evitar estas, siendo todos los de este grupo "Demerits" podían entender un poco la sensación de no querer volver a clases junto a todos, ellos lo soportaban mejor porque se tenían los unos a los otros pero no era el caso de Charlotte, ella seguramente estaba sola. Entendiendo esto Jessica simplemente le dedico una leve sonrisa mientras hablaba por todos los del grupo.

—Nos reunimos todos los días en los recesos y a la salida, también en cualquier rato libre, no lo olvides.

Parecían palabras normales dichas quizás algo al azar, pero las sonrisas de los tres chicos que la habían encontrado en el patio reflejaban una amabilidad que daba a aquellas palabras un significado más profundo, un "Estamos aquí". Frente a esto y los hermosos "Colores" que aquel simple gesto emanaba, Charlotte no pudo ocultar su sorpresa, el simple hecho de sentir que no estaba sola había tocado su corazón y una sonrisa que salía de este se mostraba en el rostro de la chica que asintió levemente con la cabeza..

–Entiendo... me asegurare de pasarme de vez en cuando...

Sus palabras algo "Frias" estaban hechas así a propósito ya que contenían cierto sarcasmo en estas, "De vez en cuando" era la primera mentira que disfrutaba decir, con todo ya dicho el grupo de tres le dedico una sonrisa a la chica que dejaban atrás para ir a su salón, llegando los tres justo antes de que el maestro llegara. Nadie los miro cuando entraron después de todo podían saber que eran "Ellos" ya que nadie más haría algo así, la única persona que se quedó observándolos por un rato largo era una pequeña chica de ondulados cabellos castaños, Eri Miliana, la cual los siguió con la mirada mientras cada uno se dirigía a sus respectivos asientos, Lyon casi al medio del salón, Cecile detrás de este y Jessica totalmente al frente. Tanto se perdió observándolos que tuvo que ser llamada por uno de los dos chicos que charlaban con ella.

–¿Eri? ¿Estas escuchando? – El chico de cabellos negros observaba con curiosidad a la chica para luego mirar en dirección a donde ella veía.

–Ah... ¡Ah! Perdón, perdón, me distraje ¿Que decías?

–Mm… – Al haber visto hacia donde Eri miraba, el pelinegro noto a quienes observaba tanto y no le alegró mucho, pero conocía como era su amiga por lo que decidió dejarlo pasar. – Te decía que hoy nos toca clase de gimnasia conjunta con el 2A, seguramente lo veremos así que tengo curiosidad ¿Ya lo hicieron oficial?

Al escuchar aquella pregunta Eri se quedó pensativa varios segundos intentando entender lo que su amigo le preguntaba, cuando se percató de lo que era un rubor hizo presencia en las mejillas de la ahora avergonzada chica, la cual desvió la mirada tímidamente.

–A-aun no... Decidimos que no era buen momento ya que él ha estado bastante ocupado con su trabajo y los estudios, no quiero darle más problemas hasta que todo se tranquilice... – Eri respondía avergonzada pero al final una leve sonrisa de "Doncella enamorada" se mantenía en sus labios.

–Oh, ya veo, tiene sentido la verdad, el momento en el que se sepa lo de ustedes todo el colegio se pondrá patas para arriba.

–Si... – Al pensar en eso y quizás inconscientemente, la mirada de la chica se posó en el chico que había ingresado recientemente al salón, Lyon, quien en este momento mantenía una charla casual con Cecile.

Algo curioso por aquella reacción de su amiga el pelinegro volvió a mirar hacia donde ella veía, al ver de quien se trataba volvió su mirada a Eri pareciendo bastante molesto.

–¿Sigues preocupada por ese idiota? Ya ha pasado más de un año.

–Yo...lo se, pero aún así... – Eri parecía triste al admitir que el regaño del chico tenía razón por lo que solo bajaba la mirada, aún sabiendo que tenía razón no podía solo estar de acuerdo.

Al ver aquella pesada atmósfera que se empezaba a formar, el chico de largos cabellos castaños junto a ellos, quien se había limitado a escuchar la charla hasta entonces, decidió entrar en esta con una sonrisa calmada mientras colocaba su mano en la cabeza de Eri y con su mirada en el pelinegro.

–Ya, ya, no peleen por eso. Sabes como es Eri, no puede solo dejarlo pasar, además incluso tu no lo olvidas del todo ¿No? Después de todo aunque fue por poco tiempo él fue un preciado amigo nuestro.

Con aquellas palabras suaves ninguno de los dos que estaban a punto de discutir podía sacar las fuerzas para seguir, pero incluso con eso el más "Terco" soltó un último comentario mientras observaba al chico del que se referían.

–Aún así es un idiota... no lo puedo perdonar.

Con esas ultimas palabras que ni siquiera el joven de cabello largo podía rebatir, ese tema se dio por finalizado, más aun cuando el maestro de esta clase ingresó al salón, preguntando a todos si ya estaban listos. Un "Si" casi al unísono resonó en el lugar para que luego este asintiera y soltara un "Entonces vamos" para dejar el salón nuevamente, pero esta vez era seguido por toda la clase. El grupo que hasta hace poco tenía esa "Discusión" parecían poco a poco haber vuelto a su humor habitual. Siendo el pelinegro quien rompió el silencio entre ellos con un tema aleatorio, tema que fue rápidamente seguido por el castaño de cabellos largos. Estos dos chicos que acompañaban a Eri casi todo el tiempo eran sus Mejores amigos, el chico de cabello corto de color negro y ojos azabaches era Jonas Pelit. Mientras que el de cabello largo y castaño que siempre mantenía una expresión serena y unos pasivos ojos Cafés era Daeguis Zervalles. Este trío era bastante conocido en la escuela aunque ellos no lo supieran y aunque la mayor razón era la popularidad de Eri, ambos chicos también eran bastante populares por si solos.

Luego de estar caminando unos cuantos minutos, llegaron a la entrada de un Coliseo al

cual ingresaron y una vez dentro se encontraron una cancha de unos 80m de largo y 40 de ancho, No teniendo nada que envidiar a las canchas profesionales. En la cancha ya estaban esperándolos otro grupo de estudiantes que ya se habían cambiado a su uniforme deportivo y se encontraban calentando. Por orden del maestro todos los recién llegados pasaron directo a los vestidores separados de chicos y chicas para comenzar a cambiarse también. Luego de unos momentos comenzaron a salir poco a poco ya vestidos también con el uniforme deportivo, siendo Daeguis, Jonas y Eri de los primeros en salir y mientras comenzaban a hacer los calentamientos la atención de Eri parecía estar enfocada en buscar algo o a alguien con la mirada, sin ningún éxito al parecer ya que soltó un leve suspiro decepcionada y sus dos amigos intercambiaron unas sonrisas al saber a quien buscaba.

Mientras ellos terminaban su calentamiento los últimos estudiantes salían de los vestidores, entre estos curiosamente estaban Lyon y Cecile, para así toda la clase terminar de calentar luego de unos minutos y reunirse con los otros estudiantes que esperaban en formación. Con todos ya formados en fila el maestro se acercó a los primeros de la fila mientras sostenía dos balones, uno de fútbol y uno de Voleibol.

–Bien, hoy como pueden ver jugaremos Basquet y voleibol, los separaré en 4 grupos aleatorios y mientras dos juegan los otros dos descansan.

Con esa corta explicación el maestro comenzó a separara a los estudiantes como había dicho, siendo esto totalmente aleatorio y como todo lo aleatorio había la posibilidad de no estar en el grupo con las personas que quisieras, siendo este el caso de Lyon que había sido separado de Cecile y De Eri que fue alejada de Daeguis y Jonas, no solo eso, ambos estaban en el mismo grupo, por lo que tuvieron que ir a sentarse en el mismo Banco mientras el equipo de Basquet Jugaba, estando ellos dos y sus tres compañeros de equipo.

Había cierta incomodidad presente entre Lyon y Eri, pero esta incomodidad duró poco para ella ya que uno de sus compañeros de equipo era una chica la cual comenzó a entablar una charla con ella y pronto se unieron los otros dos chicos, siendo Lyon el único apartado de la charla y que observaba con atención el partido, curiosamente no parecía molestarle o afectarle ya que estaba atento a la Gran demostración de habilidad de cierta pelirroja que le tocó jugar, la cual corría desesperadamente tras la pelota pero aunque ella corría con todas sus fuerzas y quedaba agotada, a la vista de todos apenas se movía, su "Carrera" era realmente lenta y las pocas veces que obtenía el balón de algún pase entraba en pánico al ver a los otros jugadores correr hacia ella por lo que terminaba o soltando el balón, o perdiéndolo contra el otro equipo, o peor aun simplemente escapando de los otros olvidando que estaba en un juego y debía rebotar el balón mientras corría.

Mientras él se mantenía enfocado en el partido la charla a su lado se había vuelto bastante animada, y Eri notó aquel contraste de silencio y alegría por lo que aprovechando la charla estaba siendo llevada por los otros tres, se acercó un poco hacia el lado de Lyon, intentando una leve sonrisa mientras miraba en dirección hacia donde el observaba, sonrisa que aún tenía algo de incomodidad en ella.

–Cecile en verdad se esta esforzando, me parece en verdad increíble. – Mientras veía a la pequeña pelirroja Recibir otra falta por huir de los que intentaban quitarle el balón sin rebotarlo, Eri no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa.

–¿Es así? Yo creo que más que su esfuerzo lo increíble es lo poco que ha mejorado. – Lyon había contestado pero de manera totalmente inexpresiva y sin quitar la vista del partido.

—Bueno... eso también es increíble. – No podía negarlo al ver la gran actuación que la chica de la que hablaban daba en la cancha.

A aquel comentario no vimos ninguna respuesta, el chico se había quedado en silencio y por ello la charla había muerto allí, aún con eso y la gran sensación de "Rechazo" Eri no parecía aún lista para rendirse, por lo que luego de observar al chico por varios segundos para luego alzar su mirada al techo del Coliseo.

–Sabes... Siempre me pregunté que habría pasado si ese día te hubiera dado una respuesta diferente...

Aquel comentario estremeció levemente a Lyon el cual volteó por primera vez en toda la charla a verla, aún mantenía su expresión seria pero el simple hecho de que al fin la estuviera viendo dibujo una leve sonrisa en Eri quien había volteado a verlo también, haciendo así que sus miradas se crucen por primera vez en mucho tiempo.

–Al fin te atrape, hace tiempo no me mirabas a los ojos. – La sonrisa de la chica combinada de los bellos rasgos que su rostro tenía eran abrumadores, incluso el hecho de que un pequeño mechón de pelo cayera por su rostro al ella inclinarse un poco hacia adelante no le quitaban aquella apariencia que le hacía parecer una Princesa.

Frente a esto Lyon quien estaba viendo aquel rostro tan de cerca, se sintió algo atrapado y desvió la mirada devuelta hacia donde estaba el partido, era difícil confrontar aquella sonrisa directamente, era el tipo de sonrisa ante la cual no podías mantener una mala actitud por mucho que lo intentaras, por eso la evitaba tanto. Para su fortuna o quizás su desgracia, aquel curioso ambiente que se había formado entre ellos pronto fue eliminado por un fuerte estruendo. Los ojos de Lyon se abrieron enormemente en sorpresa al ver lo que había causado este ruido ya que justo cuando volteó su mirada al partido pudo ver como uno de los que jugaba usaba su "Habilidad" aunque esto estaba prohibido, además de eso parecía que había calculado mal ya que el mismo chico miraba aterrado como la pelota se dirigía a gran velocidad hacia donde Lyon y Eri estaban sentados, más exactamente iba directamente hacia Eri, este simple hecho estremeció el interior de Lyon quien se levantaba desesperadamente para intentar ponerse entre la pelota y Eri, pero incluso en su desesperación sus movimientos parecían en cámara lenta cuando se comparaban a la absurda velocidad a la que el balón se movía, no llegaría a tiempo y lo sabía, en ese corto periodo de tiempo este incluso pensó en usar su habilidad pero sabía que esto no cambiaría nada, no podía hacer nada, se sentía impotente mientras veía el balón acercarse a La chica a su lado quien apenas empezaba a darse cuenta de lo que pasaba. En ese escenario sin esperanza, y cuando la pelota estaba apunto de alcanzar su "Objetivo", esta desapareció unos centímetros antes de impactar el rostro de la chica, en ese mismo instante se escuchaba el sonoro choque de la pelota contra la pared, choque que producía que la pelota estalle y la pared se agriete levemente, mientras que entre la pared donde impactó la pelota, Eri quien estuvo apunto de recibir el golpe y Lyon quien por levantarse y básicamente saltar intentando protegerla se encontraba de rodillas en el suelo, estaba parado un joven rubio bastante alto el cual sonreía animadamente para acercarse a la aún confundida chica.

–¿Estas bien Eri? ¿Lo hice a tiempo? – Una voz suave pero profunda salia del rubio.

–Ah... yo... creo que si, gracias Nicholas… – Ciertamente aún no entendía la situación pero el tener a este chico que conocía tan bien mirándola fijamente provocaba un leve rubor en las mejillas de ella, quien sonreía tímidamente.

Sin embargo la escena que estaban teniendo esos dos no duró mucho ya que pronto todos se acercaban a ellos para preguntar que había pasado y si se encontraban bien, incluso el mismo maestro. En medio de toda esa muchedumbre Eri intentaba calmarlos a todos diciendo que estaba bien mientras que Un chico se disculpaba y Nicholas explicaba todo al maestro y pronto todos se calmaron al saber que ella se encontraba bien gracias a que Nicholas había logrado llegar justo a tiempo e intervino usando su habilidad para cambiar de posición la pelota, todo parecía alegría pero en medio de todo esto la mirada de Eri se posó en el chico que había sido ignorado y pasado por alto, Lyon, quien se levantaba en silencio para alejarse de la multitud, la mirada de la chica se veía preocupada, como si quisiera decirle algo, pero al estar totalmente rodeada no pudo hacer nada más que ver como el chico dejaba el Coliseo y pronto Cecile se apresuraba a ir detrás de él.

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