Capítulo 172 – Dedo y Llave

¿Un demonio que estuvo preso durante 10.000 años? ¿No me digas que se llama Illidan? ¿Cuándo camina deja un rastro de fuego?

Sheyan tenía tantas ganas de preguntar en su corazón. Pero al observar la expresión horrorizada de Infinite, decidió permanecer en silencio.

Infinite ya había empezado a agitar los brazos frenéticamente. Su voz se había transformado histéricamente y finalmente enderezó bruscamente su cabeza antes de desmayarse. Sheyan quedó asombrado cuando rápidamente gritó a los trabajadores de los alrededores para que le hicieran la reanimación cardiopulmonar. Entonces encontró rápidamente ese vaso de papel amarillento y salpicó el agua fría en la cara de Infinite. Muy rápidamente, ese duende se despertó ávidamente lamiendo el agua alrededor de su boca y a su alrededor sin querer desperdiciarla. Luego suspiró y continuó con un temor persistente en su voz.