—Jefe, parece que necesita nuestra atención —Sha Dulong, quien había estado observando a Chen Xuan durante todo ese tiempo, comentó. Esa persona parecía haberse vuelto bastante desamparada sin nadie prestándole un ápice de atención.
—Entonces, ve a prestarle atención —Lin Fan estaba demasiado ocupado en ese momento como para molestarse con ese Chen Xuan.
Había muchas personas en ese mundo que se hacían pasar por corderos pero en realidad eran lobos. Pero aquella fue la primera vez que Lin Fan se había encontrado con tal situación.
Si no fuera por el hecho de que tenía el Brazo Eterno, podría no haberse atrevido a dejar que la otra persona completara su proceso de rotura del sello. Pero como lo tenía, la verdad es que no podría importarle menos.
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