Uno contra tres

La débil voz resonó lentamente en el estadio. Después de eso, el delgado joven de túnica negra ubicó a Xun Er detrás de él bajo la atención de un incontable número de miradas. Él levantó ligeramente su cabeza, y su mirada indiferente se detuvo en los rostros de Bai Shan, Hu Jia y Wu Hao.

—Este tipo finalmente está despierto… —la instructora Ruo Ling y Xiao Yu en la galería de observación dejaron salir un largo suspiro de alivio mientras veían a Xiao Yan, quien había salido de su modo de entrenamiento en un momento crucial.

Mientras observaban a Xiao Yan, cuya aura se había vuelto mucho más fuerte que antes, Bai Shan y los otros dos entendieron claramente que el actual Xiao Yan ya había incrementado su fuerza con éxito. La pelea después de eso realmente podría ser inesperadamente feroz.