Capítulo 56: La habilidad opuesta a leer la mente

Después de mucho esfuerzo, Yao Si logró sacar a cierta persona del ducto de aire. La nave había estado descansando durante mucho tiempo para entonces, y sus alrededores estaban en silencio. Nadie se daría cuenta si salían ahora.

—¡Vamos!

Fue directamente a la puerta, mientras cierta persona arrastró sus pies a regañadientes y se frotaba el trasero.

—¡Bai Yi, apúrate! —exclamó; ella no pudo evitar apresurarlo.

—¿No es tu culpa? —preguntó levantando la vista para mirarla mientras se frotaba la cara hinchada—. Si no fuera por ti, ¿estaría yo en este estado?

—¿Acaso no te ayudé?

Además, como era un vampiro, esos moretones desaparecerían en menos de diez minutos.

—¿Cómo me ayudó eso? —expresó explotando—. ¿Soy un agujero de hormigas? ¿Escapar con solo unos pocos golpes?

—Emm... No deberías prestar atención al proceso.

"Estás fuera, después de todo".