"¡Revelar las verdaderas intenciones de Li Sicheng!". Por alguna razón, Su Qianci sintió que esta oración fue en verdad excesiva. Había una voz en su corazón rugiendo: "¡Tú eres la de dos caras!". Sin embargo, no podía decir nada sin importar cuán hosca se sintiera. Deshaciéndose de su mano, se dirigió directo al elevador y presionó el botón.
Lu Yihan vio que no estaba de buen humor y a sabiendas no habló.
Una vez en el ascensor, Su Qianci preguntó:
—¿Dónde están los niños?
—Jugando abajo. Shuang Yu, Cheng y De los están vigilando. No habrá ningún problema.
—Sí.
Su Qianci se sintió tranquila ya que los niños estaban con los guardaespaldas.
Al bajar y salir del hotel, descubrió que Lu Yihan estaba usando otro automóvil. Era un Bentley negro. Este modelo era atractivo, pero no era tan veloz. Después de subir al auto con Lu Yihan, Su Qianci se abrochó el cinturón de seguridad y preguntó:
—¿Dónde está el hotel?
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