Cati miró el rostro golpeado de Malfo con una expresión sorprendida después de la revelación del Señor Norman. Había un silencio inquietante y todos miraban al hombre que Cati sabía que era un espíritu.
¿Mentía el Señor del Sur? Pero Malfo no había negado la afirmación del Señor. Permanecía en silencio mirando la pared junto a él, como si nadie hubiera hablado.
—Podrían haber capturado a la persona equivocada —sugirió Cati.
El viejo rio.
—Señorita, estoy seguro de quién es.
—Pero es Malfo Crook —insistió Cati.
Los ojos del Señor alternaban entre ella y Malfo.
—Es una lástima que no quisieras llevar el nombre de la familia, aunque nunca lo esperé. Crook te combina mejor, como un criminal —dijo el Señor Norman —. Pensé que estabas muerto, pero mírate. Saludable y caminando por ahí sin preocupaciones.
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