No se puede divulgar ni una sola palabra

"..." 

Los ojos de Mo Chengliang se entrecerraron levemente y un rastro de duda apareció en su mirada.

Parecía preguntarse si se podía confiar en lo que decía.

Si realmente estaba haciendo algo bueno por el anciano jefe, ¿por qué se mostraba tan reacio a permitir que el médico revisara el medicamento?

Mo Yongheng ya se había inclinado ante Mo Chengliang mientras todavía dudaba. Mientras le lanzaba una mirada profunda, entró en la sala de Mo Chengxian con la caja de medicinas a mano.

"Joven maestro Yongheng, esto va en contra de las reglas ..." Justo cuando el mayordomo estaba a punto de perseguirlo, Mo Chengliang habló de repente.

"¡Olvídalo, déjalo pasar!"

El mayordomo se detuvo en seco y se dio la vuelta sorprendido para mirar a Mo Chengliang.