Antes de que Nian Xiaomu terminara de murmurar, ella misma se sorprendió hablando demasiado y miró a Yu Yuehan con horror.
Sin embargo, ella vio que él estaba absorto en sus pensamientos y no había escuchado lo que ella dijo. Soltando un suspiro de alivio, ella cayó en sus brazos.
Luego, después de un largo rato, ella le preguntó: —Yu Yuehan, ¿me conocías antes de esto?
—...
—Quiero decir, ¿nos hemos visto antes de que yo viniera a la mansión de la Familia Yu para cuidar a Xiao Liuliu? —dijo ella.
Nian Xiaomu no pudo entender cómo las cosas se volvieron así. Ella había perdido sus recuerdos pasados, por lo que no podía recordar cómo surgió Xiao Liuliu.
Si Xiao Liuliu era realmente la hija que había tenido con Yu Yuehan, ¿por qué ella no tenía ninguna idea?
Seguramente no podría ser que después de hacer el acto, él se puso los pantalones y borró a la madre de la niña de su memoria...
—No —respondió Yu Yuehan fríamente.
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