601 Asustándose

Sobre la niebla gris, Klein se recostó en su silla de respaldo alto y sostuvo el Hambre Creciente. Permaneció en silencio por varios segundos.

Finalmente, liberó el alma de la Psiquiatra según los pasos específicos.

Una figura alta apareció rápidamente al lado de la mesa de bronce. Era una mujer cuyo rostro parecía algo borroso. El dolor que sufría y los sentimientos distorsionados que la embargaban eran visibles.

Klein la miró y le preguntó como si estuviera hablando con ella: —¿Aún recuerdas quién eres?

En ese misterioso espacio, él podía canalizar directamente el espíritu de la mujer.

La enemistad de la Psiquiatra se redujo de forma sustancial mientras sonreía amargamente.

—Por supuesto que lo recuerdo... Era miembro de una organización secreta y estaba planeando encontrarme con un amigo en la Isla de Toscarter, pero terminé encontrándome con piratas en el camino...