En una oscura y robusta habitación, Derrick Berg, quien había fingido inconciencia, de pronto rodó para levantarse.
Su Hacha Huracán ya había sido tomada por alguien y enviada a ser inspeccionada. Cada bolsillo suyo también había sido vacío, sin dejar nada.
Inhaló una bocanada de aire y observó al alrededor con tranquilidad. De repente, sus ojos se iluminaron como dos rayos de luz, causando que todo en la habitación se reflejara con claridad en sus ojos. Los muebles en el lugar consistían solo de una mesa y dos sillas. Aparte de esas, también había un suelo de piedras con extraños patrones. En la mesa se encontraba colocada una vela medio usada. Eso era un asunto estándar para las habitaciones de la Ciudad de Plata puesto que los monstruos podrían aparecer repentinamente si la oscuridad permanecía por mucho.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com