—Hay una bestia marina y más de diez personas escondidas en una isla no muy lejana.
Yi Yun no estaba demasiado preocupado frente al Dragón Marino de Ocho Extremidades. Al inspeccionar todo con su percepción, tuvo una completa comprensión de su entorno.
En ese momento, el monstruo ya había vuelto a salir a la superficie. Sus ojos gigantes como estanques miraron a los dos jóvenes revelando un poco de miedo y crueldad.
Sentía que la pareja que había aparecido repentinamente era el resultado de la energía del Cielo y la Tierra extremadamente pura. Si los devoraba a ambos su poder aumentaría a pasos agigantados, ¡e incluso podría hacerlo evolucionar!
Aunque la pareja le daba una gran sensación de peligro, la tentación de la evolución era insoportable. Sus ocho tentáculos aparecieron fuera del agua y volaron hacia los dos. Las bocas en sus extremos abrieron sus mandíbulas como si fueran pitones enormes cazando.
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