En la interminable montaña de hierbas del Desierto Divino, ¡una pequeña figura estaba escalando y saltando con gran agilidad!
Debido a los 200 calderos que el traje de mercurio añadía a su peso, Yi Yun tenía que tener cuidado con cada paso que daba. No podía pisar el barro bajo ninguna circunstancia, solo podía pisar rocas, o toda su pierna se hundiría en el suelo.
En las montañas del Desierto Divino, había muchas rocas, y su dureza era suficiente para soportar el peso de Yi Yun.
Pero después de pisar una roca en particular, cuando estaba a punto de dar el siguiente paso, la gran roca de granito en la que había apoyado su peso se volcó de repente. Era como si no pudiera soportar el enorme peso que Yi Yun tenía, sacándola por completo del suelo.
Este repentino giro de los acontecimientos sorprendió a Yi Yun. Con el giro de la roca, todo su cuerpo se impulsó hacia abajo.
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