Capítulo 23 — Refinamiento Del Elixir De Yi Yun

 —¿Entonces puedo refinar el hueso desolado? —preguntó Yi Yun.

Lian Chengyu hizo un silencioso reconocimiento. Era lamentable ver a una persona vivir una vida en la que estaba tan feliz de ser enviado a su muerte.

—Gracias joven maestro.

Yi Yun estaba muy feliz. Eso no era falso, porque él verdaderamente era feliz. Había pensado originalmente que Lian Chengyu se volvería loco y le daría unas palmaditas unas cuantas veces más después de verlo vivo para asegurar su muerte.

Aunque tales métodos no lo dañarían, daría lugar a muchas implicaciones.

Lian Chengyu podría haberlo confundido con un error el no haberlo matado la primera vez, pero se daría cuenta si hubiese una segunda. Para él, eso no era una buena noticia.

Su objetivo de refinar el hueso desolado fue realizado por Lian Chengyu .

Refinar el hueso desolado le daba tiempo para respirar. Su fuerza aumentaba a un ritmo exponencial, por lo que las cosas ya no serían iguales en dos meses.

—Yun'er, ¿por qué no vas a comer a casa?

Jiang Xiaorou había terminado de preparar la comida y había salido a buscar a Yi Yun. Pero lo vio hablando con Lian Chengyu en el momento en que salió por la puerta.

Ella instantáneamente se sintió preocupada. Lian Chengyu lo había lastimado gravemente, ¡y casi le había quitado la vida!

Se acercó rápidamente, temiendo que Lian Chengyu le hiciese daño.

Aunque ella lo odiaba hasta los huesos, sabía que no podía perder la compostura.

—Ya veo, es el Joven Maestro Lian —sonrió irónicamente después de ver a Lian Chengyu mientras tiraba de Yi Yun detrás de ella.

—¿Oh? Jiang Xiaorou, te recuerdo.

Al darse cuenta de las acciones de Jiang Xiaorou, él frunció el ceño. ¡Esa chica seguía siendo hostil hacia él!

A él no le gustaba que los plebeyos de la tribu Lian le mostrasen falta de respeto. Era el resultado de un complejo de inferioridad dentro de él bajo todos los poderes más grandes, por lo que buscaba establecer su autoridad entre los pobres que no podían compararse a él.

Pero Jiang Xiaorou era considerada una mujer a la que admiraba, por lo que era más tolerante con ella. Él la sometería lentamente.

Él se fue. Aunque la admiraba, no le prestó atención, ni le dijo una palabra más. Él era una élite. Era como un emperador que sólo visitaba, pero nunca perseguía. Sólo necesitaba esperar a que ella llegase a una situación desesperada y lograse que Zhao Tiezhu tratase con ella.

Ella miró a Lian Chengyu de vuelta mientras apretaba las pequeñas manos de Yi Yun.

—Yun'er, ¿qué estaba pasando?

—Nada, hermana Xiaorou. No tienes que preocuparte —respondió.

Él fue quien le dijo a ella que Lian Chengyu lo había lastimado. Ya que Yi Yun le aseguró eso, ella se relajó. En esos pocos días, comenzó a sentir vagamente que su hermano ya no era el simple niño que solía ser. Él tenía sus propias ideas.

Pero ella comenzó a pensar antes de sentir algo extraño.

—Yun'er, ¿no puedes estar pensando en refinar el hueso desolado? ¡No puedes ir a ese lugar!

Él miró sorprendido a Jiang Xiaorou. Su intuición aguda era sorprendente. Aunque no sabía qué misterios tenía el proceso de refinamiento, ella había pensado que era un trabajo peligroso.

Yi Yun lo pensó antes de decir suavemente: —Hermana Xiaorou, no soy tan débil como crees. Habiendo vuelto de entre los muertos, creo que soy diferente al del pasado... ¿No recuerdas que subí los veinte metros altura de acantilado hace unos días?

Con él diciendo eso, ella lo recordó. Estaba asombrada por su velocidad mientras subía el acantilado, pero ella lo aceptó porque a él le gustaba escalar y recoger hierbas desde que era joven.

Pensándolo bien, él era más ágil. Era mucho mejor escalando acantilados que la mayoría de los miembros del campo de preparación de guerreros.

Con eso en mente, se sintió tranquila. Su hermano, de hecho, era muy diferente.

A veces, sobrevivir a una situación fatal podría resultar en una gran fortuna. Ella había oído hablar de personas que fueron golpeadas por un rayo, y no solo no murieron, sino que también obtuvieron habilidades especiales.

—¿Podría Yun'er estar en una situación similar?

Esa noche, Yi Yun, como nuevo empleado, fue llevado a los campos de cultivo de grano.

Cercas de madera rodeaban los terrenos de grano. Debido al incidente de la 'tifoidea', las vallas de madera aumentaron, impidiendo que alguien del exterior viese.

Había unas treinta personas divididas en dos turnos, todo involucrados en el refinamiento del hueso desolado.

Yi Yun fue designado en el turno de la noche. Había alrededor de una docena de personas para ese turno. Aunque esas personas no eran tan aptas como los hombres del campo de preparación de guerreros, todos eran grandes en tamaño. Entre ellos, Yi Yun era como un pollito entre cisnes. Su altura solo alcanzaba sus pechos.

Al verlo, los hombres se sorprendieron. La razón de las miradas era obvia, ¿cómo se seleccionó a un niño tan delgado para refinar el hueso desolado?

Además de su fuerza, su altura era tan baja que incluso él no podía alcanzar la cima de la caldera mientras estaba parado en un taburete. ¿Cómo podría agregar el 'Agua de Fuego Li' en el caldero?

—Muchacho, ¿estás bromeando? ¿Una persona como tú puede refinar el hueso?

—¿Qué puedes hacer con tu pequeño cuerpo? ¡Tus piernas ni siquiera son más gruesas que la leña!

Todos los hombres tenían opiniones fuertes al verlo. A Yi Yun se le daría un trozo de tocino por no hacer ningún trabajo. Ellos estaban descontentos con eso.

Él no se molestó en hablar, y se sentó junto a la pila de leña, permitiéndoles hablar como quisiesen.

—¡Tiempo para papilla de avena!

Un hombre del campo de preparación de guerreros sacó un cubo de papilla. Le dio comida a aquellos que refinaban el hueso desolado. Ese era un beneficio que el escalón superior otorgó para asegurar un refinamiento suave del hueso desolado. Sólo después de comer tendrían la fuerza para trabajar.

Al escuchar que la papilla llegó, los ojos de los hombres se iluminaron y corrieron hacia ella.

Con un alboroto, el cubo de papilla se vació y quedó limpio. Con Yi Yun en la parte posterior, y con la forma en que esas personas peleaban y forcejeaban por la comida, ya no quedaba nada para él.

Se sintió impotente. La frase 'los malos alrededores hacen a los malos civiles' tenía su lógica. No era que las personas en el mal entorno eran inmorales, sino que ser moral no aseguraba su supervivencia.

—¡Hora de trabajar! ¡Hora de trabajar! —gritaron los chicos del campamento de preparación de guerreros.

Unos pocos hombres caminaron hacia el gran caldero. Era hora de reemplazar el turno de día.

Yi Yun se quedó atrás, caminó lentamente mientras miraba el caldero.

A los ojos de los demás, Yi Yun parecía aturdido por el enorme caldero de bronce que estaba siendo consumido por las llamas púrpuras. De hecho, el caldero era enorme. Su altura ni siquiera alcanzaba el segundo mango del caldero.

Sin embargo, su visión estaba llena de débiles puntos de luz. Parecían luciérnagas volando y bailando en la noche.

¡Qué poder místico! Esa era la energía del hueso desolado, y era el legendario: ¡Poder de los desolados!

Ese sinfín de puntos de luz lo entusiasmó. Anteriormente, el Cristal Púrpura había absorbido parte de la energía del hueso desolado, pero él estaba parado muy lejos, impidiéndole absorber mucho. Era diferente a hoy, donde estaba en constante contacto con el hueso desolado.

En comparación, el Ginseng de Jade Púrpura y el Hongo Negro no estaban en la misma escala. Como una persona que estaba acostumbrada a ver comida simple viendo una comida lujosa, él estaba extremadamente emocionado.

Eso era como un ladrón entrando en la tumba de un emperador, o una comadreja que se escabullía en un gallinero.

Toda la energía del hueso desolado le pertenecía.

—Niño, ¿por qué estás inactivo? ¡Corta la leña! —gritó un hombre antes de lanzar un hacha frente a Yi Yun.

Él fue despertado de su estado de inactividad, y procedió felizmente a cortar la leña.

—¡Ese muchacho tiene un problema cerebral! —juró el hombre que también comenzó a ocuparse de sí mismo. Él y los demás se encargaban de cortar la leña.

La leña era la clave de la fuente de fuego. Era extremadamente fuerte y pesada. Unos pocos hombres fuertes tuvieron que trabajar duro antes de poder cortar la leña púrpura.

Esos hombres trabajaron duro, porque si lo hacían bien, podrían ser promovidos a capataz, obteniendo más tocino y comida.

Yi Yun, aunque feliz, no se dejó llevar. ¡Sabía que el refinamiento de los huesos desolados tenía algo que ver con el estallido de la 'tifoidea'!

Quería investigar a fondo la causa del brote de fiebre tifoidea. Si el Cristal Púrpura no podía resolverlo, entonces no importa cuán grandes fuesen las recompensas, Yi Yun solo moriría.

Así que mientras cortaba la leña sin mucho propósito, observaba cuidadosamente el caldero de bronce al rojo vivo.

Lentamente, se dio cuenta del problema.

De la gran caldera salían dos puntos de luz de diferentes colores.

El primero era de color púrpura. Era parte de la corriente principal. Volaba sin rumbo, y se dio cuenta de que, si se enfocaba, esos puntos volarían hacia él.

Con el Cristal Púrpura fusionado con su corazón, sintió que ahora podía controlar la cantidad que el Cristal Púrpura absorbía desde que había penetrado hasta el segundo nivel de Sangre Mortal.

Podía elegir si quería absorber o no.

Los otros puntos eran de color azul helado...