Leylin tuvo tremendos logros en la preparación de pociones, al punto en que superó incluso el reino de los Grandes Maestros, alcanzando un nivel más alto.
A pesar de que la Poción del Dragón Gigante era rara y difícil de hacer, incluso en la antigüedad, era solo una cuestión de ensayo y error para Leylin.
Ni siquiera estos pocos fracasos se debieron a su técnica, sino a que los experimentos eran propensos al fracaso en sí mismos.
¡Ya que la Poción del Dragón Gigante está lista, puedo comenzar ahora!
Leylin echó un vistazo a los alrededores. Había una enorme plaza pública ubicada en la Torre del Mago Lucero del Alba, creada con la ayuda del genio de la torre. Sobre el terreno había diseños complejos y runas mágicas, e incluso imágenes de tótems crueles.
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