¡Beirut!
Linley y Bebe intercambiaron una mirada. Linley aún recordaba cómo Bebe le había dicho que no mucho tiempo después de su nacimiento, cuando aún no había sido capaz de abrir los ojos, una voz muy cálida, íntima, le había dicho... Que él era del clan Beirut.
—¿Lord Beirut? —Bebe habló—. Bien, iré contigo.
Linley miró a Bebe. Los ojos normalmente adorables de Bebe ahora estaban muy serios, y se veía en ellos una pizca…¡de emoción! Bebe nunca había sabido nada de su linaje, y cuando él había sido capaz de abrir los ojos, no había encontrado ninguna bestia mágica tipo rata cerca.
Bebe siempre se había preguntado si esa voz cálida e íntima, había sido su madre.
Desafortunadamente, Bebe nunca la había visto. La única pista que tenía eran esas dos sílabas; 'Bei-Rut', de Beirut.
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