Capítulo 56: Una reunión que nadie buscó

La casa de apuestas estaba en la parte noroeste de la ciudad de River Cove. Era una gran casa de madera de dos pisos y probablemente era el negocio más activo y exitoso en el área. Los rumores decían que la casa de juego era propiedad del sobrino del alcalde, que era la razón por la que podían operar a plena luz del día sin que la milicia los molestara. Cuando entraron en la casa de apuestas, Jacker y Gildern se ubicaron a cada lado de Link, protegiéndolo en el medio. Había mucha gente allí; la mayoría de ellos eran jugadores de ojos rojos. Delante de cada mesa de juego, había una vendedora con una figura voluptuosa vestida con escasa ropa.

En cada punto clave de la casa de apuestas, había guardaespaldas de gran constitución vigilando cualquier situación. Aquí era donde se mezclaban las prostitutas, los carteristas, los tramposos, los ladrones y, de hecho, toda la escoria de la sociedad.