Zhang Yang no era la clase de hombre que recibía un golpe sin devolverlo.
De hecho, era un hombre de suerte, ya que logró conseguir a una verdadera superestrella y hacer que llevara a su potencial hijo en su vientre. Aún así, toda esa experiencia era como salir del fuego y rescatar a la damisela. El problema era el hecho de que alguien le prendió fuego. Ese era el verdadero problema con Zhong Xiu Hua. Hay un dicho de la cultura china que dice "no eres un hombre si no corriges a los que te han hecho mal".
A Zhang Yang no le importaba la advertencia de Sun Xin Yu. No le importaba su origen familiar, ni su posición en el mundo político. Todo lo que sabía era que Zhong Xiu Hua dio el primer golpe y que él se lo devolvería. La espada de la justicia sería pesada. Contrató a muchos investigadores privados para conseguir información sobre Zhong Xiu Hua que pudiera usar para su ventaja.
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