¡Pff!
¡Qué desperdicio! Sólo ganó dos mil monedas. Zhang Yang suspiró, él había pensado que ganaría un poco más antes de que se rindan. Oh, bueno, como abandonaron el desafío no había nada que él pueda hacer.
Zhang Yang llamó a su caballo y fue a la Pequeña Tienda de Productos. Desde lejos, podía ver que había por lo menos 20 jugadores en la tienda, mirando los productos.
—Nada mal —dijo Zhang Yang.
Fuera de la tienda había un par de ñoños rodeando a Natalia. No podían dejar de hacerle preguntas. Natalia contestaba cada una de las preguntas con frialdad. Su actitud de que no le importaba nada era realmente impresionante. Podía hacer que ese montón de adorables ñoños babee en la calle.
Oh, qué perdedores. ¡Tratando de flirtear con un NPC!
¡Bip!
La mensajería de voz sonó. Zhang Yang miró la notificación y vio que era Buscanieves. Aceptó la llamada sin dudar.
—Maestra Nieve, ¿en qué puedo ayudar? —preguntóél.
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