—Tienes muy mala publicidad. Mantente perfil bajo por un tiempo, la compañía no te tratará mal —dijo Qin Chu, sin demostrar ninguna emoción.
—Director Qin, todos esos rumores son falsos. Quieren destruir mi nombre. Todas las mujeres de Imperial Star me odian y contrataron a gente que diga cosas malas de mí. No es real, ¡debe creerme!
—Lo siento, este es nuestro tiempo personal. No quiero discutir sobre el trabajo aquí.
Completamente molesto, Qin Chu se rehusaba a responder a Annie Liang. Ella le echó un vistazo a Huo Mian y se volteó para irse. Pero antes de irse, Annie Liang murmuró para sí misma: —Creía que el jefe tenía gusto impecable. Parece no ser así
Qin Chu frunció el ceño, tomó su celular para hacer una llamada, pero Huo Mian lo detuvo.
—Cariño, déjalo ir.
—¿Sabes lo que iba a hacer?
—Quieres cancelar a Annie Liang.
Por supuesto que Huo Mian sabía lo que Qin Chu quería hacer.
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