—Sí, hoy no hablaremos de tu enfermedad. Solo beberemos.
—¿Por qué?
Ni Yang miró a Huo Mian aprensivo.
—Es porque emborracharse ayuda a lidiar con tu preocupación. Já, quédate tranquilo, no tomaré fotos privadas, soy muy profesional.
—Lo sé—dijo Ni Yang suavemente.
—Entonces, ¿tomaremos o no? Respeto tus decisiones, y si confías en mí, siéntate y bebe. Si estás preocupado, lo entiendo, eres una figura pública. Si tu agente, Yingzi, se entera, me maldecirá, supongo.
Huo Mian rio. Ella sabía que la sermonearían y reportarían, pero igual quería probar su suerte e ir por un camino más arriesgado. Luego de 5 segundos de silencio, Ni Yang levantó la cabeza lentamente, dejando ver sus ojos claros.
—Entonces... bebamos.
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