—Ja ja, debes estar bromeando. El director regresó al país hace menos de 6 meses.
—No casamos hace menos de 6 meses —replicó Huo Mian.
—Pero... nunca escuché noticias de que el director de haya casado. Aparentemente ni si quiera tiene novia.
Wang Tao pensó seriamente en todo lo que había escuchado sobre el director Qin.
—Un empleado de tu nivel probablemente no tiene permiso de saber algo así.
—Ja ja, aún no te creo. Tu broma es demasiado.
Wang Tao estaba seguro de que esta mujer mentía. Aunque llevaba puesta ropa casual de una marca lujosa, eso no significaba que era la esposa del director.
Huo Mian bajó la botella en su mano y lentamente preguntó: —Entonces, ¿quiere apostar conmigo?
—¿Qué tipo de apuesta? —Wang Tao se congeló por un segundo.
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