—Gracias…—dijo Trueno, dejó de sonreír y cuando solo estaban Margaret y Ruiseñor cerca, le dijo a Roland sinceramente —: Estoy muy feliz por el estado en que la encontré. Ahora sé que tomé la decisión correcta en ese momento. La dejaré a su cuidado.
—Ella ha crecido... —Margaret comentó impresionada —. La forma en que imitó el tono de los adultos hizo que solo quisieras presionar a la pobre pequeñita contra tu pecho.
Oye, eso es lo que realmente estás pensando, ¿no?, Dijo Roland dentro de sí mismo. Luego dijo: —Pero Rayo no se ha dado por vencida en su empresa. Aunque ella vive aquí, ella formó su propio grupo de exploración, a pesar de que solo hay tres miembros. Finalmente, te alcanzará a menos que la encierres ahora.
—Si eso es inevitable, entonces es su destino. —Trueno forzó una sonrisa —. Pero al menos no ahora. Espero que ella pueda vivir una vida feliz y segura antes de que llegue ese día.
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