Después de terminar la propuesta para cazar a las bestias demoníacas, las brujas regresaron a sus habitaciones para un breve descanso y esperaron a que comenzara la cena. Antes de que Iffy se fuera, Roland la apartó para que él pudiera hablar con ella solo.
—Tengo algo que decirte ahora para que no te sorprendas mucho más tarde —hablaba lo más suavemente que podía —, recuerdo que una vez dijiste que tenías una amiga llamada Annie antes de que te llevaran a la Asociación de Colmillos de Sangre, ¿verdad?
—Sí su Majestad —Iffy parpadeó y no estaba segura de por qué de repente abordó ese tema.
—Entre las brujas que llegaron a Castillogris desde el Reino de Amanecer, además de la sobreviviente de Taquila que se disfrazó de esclava, el resto vino del Reino de Corazón de Lobo.
Los ojos de Iffy se abrieron de par en par.
—Su Majestad, quiere decir...
Roland asintió y dijo:
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