—Yo fui en efecto el que lo mandó a prisión.
Oliver Walker no ocultó nada y habló con franqueza.
No era alguien a quien le guste mentir y disfrazarse a sí mismo.
En segundo lugar, ¡no había necesidad de eso!
No le hizo nada a Issac Davis. ¿Y si lo hizo, se pasó de la raya?
Después de todo, Issac Davis se había llevado mucho de su dinero en los últimos años, y todo ese dinero era dinero que salvó la vida de su hija.
Si no hubiera sido por la tregua en el frente en Indiana, no habría podido regresar triunfante. Entonces, su esposa, sin dinero, quizás hubiera hecho algo estúpido para salvar la vida de su hija.
Pero incluso si realmente hubiera hecho algo estúpido, ¿habría podido salvar a su hija?
No era una exageración decir que no quería que su esposa se enfadara con él por hacer todas esas cosas terribles.
Pero, eso no significa que Issac Davis no haya hecho nada escandaloso!
—Tú… —dijo Emilia.
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