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Capítulo 11:

Camino de Calma, después del Camino Curvo (2)

Después de comer a montones, Jack se despidió de Ariana, afuera del restaurante.

Jack: gracias por la comida, de verdad.

Ariana: no te preocupes. Me alegra que te haya gustado la comida. Y también, me alegró mucho el verte.

Jack: lo aprecio mucho. Debo seguir con algo, me pondré con el contrato en cuanto termine aquí.

Ariana: de acuerdo. Hasta luego, Jack.

Se acerca y le da un beso muy cerca de los labios.

Jack: hasta luego.

Ambos se marchan en direcciones opuestas.

Ahora, Jack se encuentra en frente de una gran casa, techo azul y paredes blancas. Muy bonita. Se supone que esta es la casa de Chen.

Al entrar, encuentra con una mujer rubia y muy atractiva. Esta mujer tiene pasado con Jack. A esta mujer se refería Lydia.

Jack: hola.

La mujer se acerca y lo abraza muy fuerte. Después se aleja.

¿?: me alegra que estés bien. Ha pasado mucho tiempo, desde, aquella vez.

Jack: sí, aquella vez. Busco a Chen, ¿sabes dónde está? 

¿?: te diré dónde está, sí, me dices mi nombre. Parece que lo has, olvidado.

Jack: créeme, nunca olvido, Silvia.

Silvia: así que, si te acuerdas.

Jack: sí. Ahora, ¿Dónde está Chen?

Silvia: sube las escaleras, a la derecha, puerta principal, color amarillo.

Jack: gracias.

Se aleja de la mujer y llega a la puerta, la abre y todos están ahí.

Edward: Jack, estás mejor.

Jack: no me caigo tan fácil.

Estaban Edward, Erika, Lydia y Chen. Chen estaba sentado en una silla detrás de un escritorio. Edward estaba de pie, aun lado del escritorio. Lydia estaba en un sofá y Erika en otro.

Jack: bonito lugar, todo ha cambiado.

Chen: para bien, por supuesto. Fue un cambio rotundo, pero excelente.

Erika: imagino que, no hablaremos de la ciudad ¿no?

Jack: tienes razón.

Toma una silla y se sienta en medio de todos.

Jack: empiecen. *se reclina en la silla*

Edward: no sé, si ya te enteraste, pero, fui a hablar con el Gobernador de Norwich; Héctor White. Pasamos como invitados, te mencionamos y Ariana, su sobrina vino con nosotros.

Erika: hablamos de Braria, aceptó ayudarnos, le mencionamos nuestra situación. No lo pensó dos veces, al parecer, le debe algo a Braria, para nosotros es bueno, un ejército bastante grande.

Jack: ya veo. Ahora son aliados.

Edward: sí, pero no significa, que no necesitaremos más. Los que quieran unirse, vendrán y ayudaran a recuperar Braria. Tengo fé.

Jack: sí, eso es importante. Parece que tienen todo, planeado.

Erika: casi todo, veras, hay que comenzar con la recuperación. Pero no sabemos, como está el enemigo.

Jack: con un líder débil, eso seguro.

Edward se impresiono: ¿lo derrotaste?

Jack: lo debilité, no sé, si será suficiente. Pero, es un aporte.

Lydia: un gran aporte.

Erika: tienen razón. El siguiente paso, será, investigar mejor el terreno. David, nos podría ayudar.

Jack: ja, y pensar que no lo quieres cerca.

Erika: no dije que yo hablaría con él. Nos harás ese favor.

Jack: está bien. De todas maneras, tengo que cobrar la otra parte de la recompensa.

Erika: cuento contigo.

Edward: ahora, ya tenemos cierta ventaja, seguiremos en esfuerzo.

Jack: sé que, podrán con todo.

Chen: tienen mí apoyo. Como Adalid o mejor dicho ex Adalid, los ayudaré en su travesía.

Edward: un aliado más. ¿y tú?

Jack: lo mío no es la guerra. Sé cómo funciona, pero no me involucraré en ello.

Edward: ¿seguro? Puedes sernos de utilidad, serias un buen aliado.

Jack: lo soy, y lo seré. Pero debo seguir mí camino. Hay gente que necesita ayuda en Liubliana. Abra buena paga, debo mantenerme en camino. Siempre es bueno cambiar de aires.

Chen: ese es Jack Mercer, sus palabras más sabias.

Jack: imbécil. Pero es la verdad, no me puedo quedar quieto.

Erika: está bien. Pero sí necesitamos tú ayuda, ¿vendrás?

Jack observa a Lydia: por supuesto que sí.

Se levanta de la silla.

Jack: ¿es todo?

Edward: asumiré, que sobreviviste a lo de antes, por el Nogitsune.

Jack: sí. La pelea fue muy complicada. Al final, salimos empatados.

Chen: no estaría tan seguro.

Jack: ¿a qué te refieres?

Chen saca del escritorio un fragmento grande de orbe.

Edward: encontramos un fragmento de orbe, lo trajimos y Chen lo fusionó con otro.

Chen: vamos ganando.

Jack: es bueno saberlo. Pero, el también, tiene unos, piensa en eso.

Erika: ahora, sabemos lo que tenemos que hacer. Está será una gran lucha.

Edward: necesitaremos aliados fuertes, salvar aldeas y pueblos, ayudar ciudades. Hasta llegar a Braria.

Jack: espero, que todo vaya como la seda.

Edward: si nos esforzamos, por supuesto.

Jack: bien. Debo ir a descansar, ¿algo más que decir?

Chen: duerme y sueña con hadas desnudas.

Jack: je, je, que gracioso anciano. Hasta luego.

Se retira del lugar. A descansar en su cabaña. Hasta recuperarse.

 

Media semana después….

Jack se encuentra en su cama, a su lado está Lydia, él se despierta y ella también. 

Jack: buenos días.

Lydia: buenos días.

Jack: ya deberías levántate.

Lydia: déjame en paz.

Jack procede a levantarse y se coloca su nueva armadura. Un atuendo resistente, muy abrigado, de un color marrón, con bolsillos para pociones y accesorios en las grebas. Se termina de vestir. Y coloca en su espalda, una espada de acero encantado. Portaba runas de obsidiana. En su cintura coloca la empuñadura espectral y algunas pociones y antídotos.

"me siento un poco más cómodo, también abrigado, imagino que en Liubliana hará frío. No porto mi espada habitual, pero esta me servirá bien, teniendo en cuenta que, todavía mi maná no está completo, no puedo usar la empuñadura espectral. Qué problema, ahora debo ir con David".

Lydia se recuesta de la espalda de Jack, este se da la vuelta y la mira a los ojos.

Lydia: quisiera, que te quedaras. También quisiera ir contigo.

Jack: pero ven conmigo. Siempre estuvimos juntos. Por dos meses, me acostumbré a estar contigo.

Lydia: pero, siento que, descubrí mi propio camino. Y según tú, debo seguirlo.

Jack: sí eso sientes. No hay más nada que hablar.

Lydia: pero, te extrañaré.

Jack: se fuerte. Se como tú eres. Confío en que podrás.

Lydia: gracias. *lo besa*

Jack la abraza.

Sale de la cabaña. Erika está afuera esperando.

Erika: pensé que, no vendrías.

Jack: debo hacer mi trabajo.

Erika: bien. Lydia abrirá el portal.

Jack: tal vez, hay que esperar. No se siente muy bien.

Erika: es por tú culpa. Eres muy mujeriego.

Jack: ¿a qué viene eso?

Erika: ella se preocupa por ti. Pero también se preocupa, por con quien estuviste antes. Ella es especial. Siento que, te falto algo.

Jack: tal vez sea, que no siento casi nada. No me digas mis defectos, porque yo, los conozco bien.

Erika: dejémoslo aquí.

Jack: será lo mejor.

Lydia sale de la cabaña, esta vestida con atuendo bello de color verde.

Lydia: bien, abriré el portal.

Lydia se concentra, y con un destello sale un portal.

Jack: volveré.

Entra en el portal.

Del otro lado, aparece en frente del burdel. Entra y se acerca a la barra.

Jack: el jefe, ¿se encuentra?

Barman: sube, él te espera. Pero, está raro.

Jack asiente y sube al despacho de David.

Al entrar, todo está patas arriba, todo parece lúgubre, David se encuentra tirado, en el piso y recostado de su biblioteca.

David: así que, viniste. ¿y la elfa?

Jack: está bien. Y tú ¿estás bien…?

David: sí, vivo y coleando, siempre lo estaré. *enciende un habano y fuma*

Jack: vine por la recompensa.

David: así que, es por eso.

Se levanta y toma unas bolsas de oro y se la tira a Jack. Este se protege.

David: ¡toma tú maldito dinero, no lo necesito, llévate todo!

Jack: ¿Qué carajos te pasa?

David: mi mujer… murió. Causas inexplicables. Siempre es igual.

Jack: ¿a qué te refieres, con "siempre"?

David fuma y se toma un trago grande de ron.

David: siempre, que tengo una relación y todo va bien, muere la persona, por la que siento algo. Es mi maldición. Y siempre será así. *se termina la botella de un trago*

Jack: ya veo. Conque una maldición, ese es tú pasado.

David: no, señor Mercer, no solo eso, hay más, pero ese no es el caso. ¿quieres algo más?

Jack: un poco de información, sobre Liubliana y Braria, pero recientemente.

David: en ese sobre está la información, está junto con el alcohol. Encontraras de todo un poco. Me llego hace una semana, Braria es un caos. ¿fuiste tú?

Jack: hice alboroto. Gracias, ¿te pago ahora?

David: llévatela gratis, y tú paga también. Sé que esto es para Erika, me alegra saber que, está viva. Todo gracias a ti. Hasta luego, Jack.

Se retira del lugar.

"está devastado, algo muy malo se siente en él. Debió cometer un error o arrepentirse de un pecado, todo puede ser, pero no es la respuesta correcta".

Se abre un portal y Jack lo pasa. Al volver le entrega el sobre a Erika.

Erika: ¿aquí está la información?

Jack: sí, me llevaré la mía. Lydia, toma.

Le entrega una bolsa de monedas.

Lydia: los 20 mil restantes.

Jack: yo tengo los míos, ese es tuyo.

Erika: bien, ahora ¿te vas?

Jack: sí. Aprovecharé y me iré por el pueblo mercenario.

Lydia y Jack se besan por ultima vez.

Jack: cuídate. ¿me lo prometes?

Lydia: sí, y tú ¿me prometes qué te cuidaras?

Jack: claro. Tenlo por hecho.

Erika: toma esto.

Le entrega a Jack una caja de madera, en ellas están dos revólveres, junto con varias balas.

Erika: son mis reliquias, cuídalas, son potentes.

Jack: gracias.

Prepara las pistolas, cada tambor tiene 5 balas, y en las grebas lleva más balas como recarga. Las pistolas son enfundadas en cada pierna.

Jack: nos vemos.

Entra en el portal y luego se cierra. Observa su alrededor. El pueblo mercenario, mira a lo lejos una carreta y se acerca al tipo.

Jack: señor, ¿Cuánto hasta Liubliana?

Conductor: déjame ver… no llevas equipaje, serán 5mil de oro. Pero el camino está lleno de monstruos. Tenía que llevar una mercancía para allá. Me retracté.

Jack: no se preocupe, usted lléveme, junto con su mercancía, yo lo protegeré. Soy un Cazarrecompensas, y los Monstruos no son problema.

Conductor: hagamos un trato, protégeme por la vía y yo te llevo a Liubliana, sin necesidad de salvo conducto. ¿Qué te parece?

Jack: excelente. Usted dice cuándo.

Conductor: temprano. De madrugada.

Jack: no hay problema.

Se monta en la carreta y se recuesta de unos sacos cómodos.

Conductor: ¿esperaras ahí?

Jack: claro. El camino aguarda mi llegada. Y estaré preparado.

Mientras mira al cielo estrellado, sus ojos grises, brillan en azul, y una sonrisa de satisfacción aparece en su boca.

 

 …El Cazarrecompensas volverá pronto….

 

Escritor: Ricardo Albornoz.

Nota: Gracias por leer. ;)