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Salvada Por El Alfa Que Resulta Ser Mi Compañero

—¡No aquí, débil! Nos encontraremos en el arroyo cerca de la frontera de la manada en una hora, entonces podrás mostrarme lo que tienes —le informó. —¡Bien, desafío aceptado! Pero si te derroto, dejarás de acosarme y me dejarás en paz —Aurora dijo entre dientes. —Claro —le respondió él. —El odio que tengo por ti se detendrá cuando dejes de existir. Allí, nadie vendrá a rescatarte y finalmente podré despedazarte. ¡Nadie falta al respeto a Dante y se va sin consecuencias! —Dante pensó para sí mientras se alejaba. La vida de Aurora se suponía que sería perfecta ya que era de un nacimiento noble, pero desafortunadamente, estaba lejos de ser perfecta. Su padre era el beta, el segundo al mando del Alfa de su manada y su madre era una de las guerreras más fuertes de la manada. Como era la primera hija, era tratada como una flor, protegida del daño, la tristeza, las perturbaciones y los problemas, y solo se le mostró la pura alegría, el puro amor, la felicidad y todo lo hermoso mientras crecía, ¡pero su vida no estaba llena de rosas, a medida que envejecía! Al crecer, había creído que sería normal como cualquier otro hombre lobo de su manada y toda la comunidad de hombres lobo, pero ay, era extrañamente diferente. Era la única hombre lobo en su manada que no tenía lobo, un animal interior, por lo que era tratada como una marginada. Mientras que otros hombres lobo obtenían a sus lobos en sus dieciséis cumpleaños, el de ella se negó a aparecer. Ni siquiera cuando cumplió los dieciocho. ¡Ni siquiera cuando encontró a su compañero!

ogunsuyigrace87 · Fantasie
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La Confesión de Lily

—Ayúdame, Srta. Juliet —Lily lloró, aferrándose a ella con fuerza—. Ya no puedo más.

La Srta. Juliet se sorprendió de ver a Lily en tal estado y rápidamente la llevó dentro de la mansión.

—Ven aquí, niña —la llevó a la cocina y la hizo sentar en un taburete. Luego le ofreció un vaso de agua que Lily bebió de un trago.

Lily pareció calmarse un poco y se secó las lágrimas en la mejilla.

—Entonces, dime, ¿qué te pasa? —la Srta. Juliet preguntó, sentándose frente a ella y sosteniendo las manos de Lily en las suyas.

Lily tuvo un hipo y miró alrededor, sintiéndose inquieta. Algunas de las criadas se habían quedado atrás discretamente, intentando escuchar su conversación.

A pesar de que la Srta. Juliet les había indicado que se fueran del área, habían buscado formas de quedarse un rato más.

—¿Podemos ir a tu habitación? —preguntó Lily a la Srta. Juliet nerviosamente.

Gesperrtes Kapitel

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