webnovel

3.

﹏﹏﹏﹏﹏♡⋋♡⋌♡﹏﹏﹏﹏﹏

Querido Capitán:

Acabó de ver a la teniente Kobayashi salir de su oficina llorando. ¿Pasó algo?

Sé que no me lo diría, incluso hablé con ella y también con Matsumoto. Ninguna de las dos sabe que es lo que le está pasando, por favor debería hablar, aunque sea con alguna de las dos. Ambas se preocupan por usted.

P.s: acabo de descubrir lo que pasa entre el capitán Hitsugaya y la teniente Kobayashi.

Atentamente:

"Una Shinigami cualquiera"

﹏﹏﹏﹏﹏♡⋋♡⋌♡﹏﹏﹏﹏﹏

| CAPÍTULO TRES. |

Tara terminó aquella carta, se levantó del suelo dispuesta a entregarla a su capitán. Aunque claro, ella no lo haría en persona.

Sino todo su teatro de la "Shinigami cualquiera" se vería afectado.

Abrió la puerta de su habitación encontrándose con la gran sorpresa de ver a su tan amado capitán ahí.

Rápidamente escondió la carta atrás de su espalda, si él llegaba a ver aquella carta todo se iría a la basura.

—Capitán Ichimaru...— habló ella nerviosa al verlo.

—Tara...— susurró él.

La pelinegra se dio cuenta de lo borracho que estaba su capitán, no era propio de él tomar demasiado. Por eso intuyó que algo grave le pasaba.

Guardó la carta, después la dejaría en el escritorio del peliblanco. Ahora solo importaba dejarlo en su habitación.

—Capitán Ichimaru. ¿Qué le pasó?— preguntó preocupada mientras pasaba el brazo del peliblanco por su cuello para poder sostenerlo.

—Nada importante— río él mientras recargaba su cabeza en la de ella.

—Está muy borracho. ¿El capitán Aizen lo invitó a beber? ¿O la teniente Matsumoto?— preguntó mientras comenzaba a caminar.

—En realidad no. No he visto a Matsumoto desde ayer en la noche, y Aizen solo está ocupado— respondió sin importancia.

—¿Entonces...?

—¿Por qué te vas con él, Tara?— preguntó Gin sorprendiendo a la chica.

Tara se quedó en silenció ante lo que su capitán preguntó, sabía a quién se refería. ¿Eso era lo que le pasaba?

—Capitán usted está muy ebrio. Debería descansar, yo me encargaré de los documentos— respondió ella.

Pero ciertamente no era la respuesta que Ichimaru quería.

—Respóndeme— ordenó molesto —¿Por qué él y no yo?— agregó mirándole.

—Yo podría preguntarle lo mismo, capitán— habló ella desviando la mirada.

Aquella respuesta desconcertó al peliblanco, a quien aún le quedaba algo de conciencia.

—Yo también podría ponerme celosa. También podría embriagarme, también podría hacerle todas esas preguntas— dijo ella reteniendo sus lágrimas —Pero no lo hago capitán, porque yo más que nadie se lo que es amar sin ser amada— apartó una de sus manos para secar las lágrimas que lograban salir —Así que no debería hacerme preguntas, usted ama a Matsumoto-san. Y eso lo acepto, pero no acepto que haga todo este teatro solo porque salí con mi mejor amigo— agregó molesta.

Sin más lo dejó en la puerta de su habitación. No quería seguir ahí, su corazón sentía que tenía una oportunidad, tenía esperanza. Pero su mente no deseaba que saliera lastimada.

Así era, había sido derrotada por su amiga Matsumoto; y lo aceptaba, quizá las cartas no funcionarían.

—Debería darse un baño y acostarse. Nos vemos mañana capitán— dijo mientras se daba la media vuelta y regresaba a su habitación.

Cuando llegó a su habitación se desplomó de rodillas al suelo, llorando ante aquella declaración. Era más que obvio que su capitán estaba celoso de su mejor amigo Hitsugaya.

Pero eso le era injusto, él podía amar a otra mujer y dejarla a un lado, pero ella no podía hacerlo.