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Magnifique

Entre el cosmos y un individuo, su destino en un ciclo de ignorancia, acciones qué comprometen el multiverso y un dios renegado.

Bryan_Yela · Fantasie
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Un legado (1).

En una vieja cabaña en ruinas, donde sus cimientos aun fuertes soportaron el paso del tiempo, resisten sin importancia aun brindando cubierta al que duerme en su interior, arraigada en las profundidades praderas de Kram, donde ninguna raza se acercaba desde la guerra antigua, el lugar que aun guardaba rastros de poderosas magias siendo lanzadas sin discriminación, montañas cortadas con poderosas estocadas y lagos formados por impactos fulminantes. Este lugar es donde se decidió el destino de toda vida sobre esta tierra, ahora está siendo bañada por rayos de luz nacientes del sol, calentando este frio suelo.

Entre los escombros, un puño nacía, luchando por tomar aire una figura se levantaba entre el polvo, portando una capa oscura que ocultase su rostro de la luna se encontraba aferrado a un báculo rustico de madera tallada. Aquel hombre con una pose cansada sacudía sus prendas con tranquilidad mientras sonreía amargamente.

Poco a poco comenzaba a dar pasos firmes, mientras alzaba su rostro y vislumbraba una intensa luz que iluminaba de rojo la pradera, como si de una llama infernal se tratase, aquel hombre no podía hacer otra cosa que no sea abrir sus ojos con desesperación mientras torcía su boca y soltaba palabras maldiciendo el momento.

-Por qué tuvo que pasar esto?, use todas mis fuerzas en aquel entonces para sellarnos, y, aun así, logro romper aquel maleficio, al parecer tendré que acabarlo otra vez, al menos el encantamiento era dual, mi único motivo de paz es que si él se libraba yo también despertaría.

(No tengo tiempo, tengo que reunir camaradas y enfrentar este mal otra vez.)

-MALDICIÓNNNNNNN

Escuchas eso, es un grito desgarrador salido desde el alma, uff.

Con un pensamiento optimista aquel hombre emprende su viaje a la ciudad más cercana.

A pasos apresurados, atravesando un pasto alto, se abre camino un hombre solitario, paso a paso, hasta llegar al borde de la pradera donde atraviesa un camino adyacente a un muro de roca.

Mientras recorre el camino junto al bosque, es sorprendido bajo la luz de la luna por una manada de lobos enfurecidos y hambrientos que se asomaban desde los matorrales.

(Oye, oye, desde cuando los lobos miden 2 metros, no recuerdo que tampoco escupieran fuego o se muevan en grupos.)

Los lobos lanzaban bolas de fuego aquí y allá, sin darle respiro al joven hombre que los esquivaba con gracia, hasta que, sin fijarse llego a estar arrinconado contra una gran roca gris.

(No quería usar magia, dado que tengo el presentimiento que alguna cosa este merodeando cerca de aquí, podría detectarme por mi maná, pero si no tengo de otra acabare con esto rápidamente.)

-Espíritu del agua, limpia la impureza de mi camino.

Un gran chorro de agua como si de un rio se tratase arremetió contra los lobos cortándolos en pedazos tornando el hechizo de un rojo brillante bajo la luz de la noche, ahora decorando el suelo estaban partes mutiladas de los lobos ensangrentados.

-Al parecer quedaron restos de energía negativa en el área y las criaturas están comenzando a mutar a una variante infernal del mismo. ¿Pero cuánto tiempo ha pasado desde que me dormí?

Mientras se ponía de pie y miraba fijamente a sus víctimas cruelmente destrozadas, su estómago ruge llenando el vacío que había quedado donde ni el viento silbaba.

-Mi primera comida en un largo tiempo y pensar que serían lobos mutantes, que se le va a hacer.

(Con unas ramas y hojas servirá para preparar una hoguera aquí junto a esta roca que me servirá de refugio.)

-Llama benevolente, ilumina mi camino.

(Con esto servirá por esta noche)

Un hombre destrozaba los restos de carne mutilada que se habían terminado por desangrar debido a los numerosos cortes, solo para ponerla a cocer en las llamas preparadas para refugiarse.

Mientras un mago de apariencia joven con rasgos finos y cabello negro comía su carne frente a la llama pensaba detenidamente.

(Esto es raro, siento claramente como acabo de perder maná luego de usar el hechizo, es la primera vez que ocurre desde la elección del mundo.)

....

....

El viento movía los pocos arboles cercanos de los linderos y la luna en lo alto aclamando lo tarde que era daban la señal para dormir, así aquel joven mago cerraba sus ojos para descansar.

..............................................................

(Alguien me observa, desde la lejanía del bosque, alguien está allí, esperando al acecho, debo capturarlo, quizá sea un bandido, debo seguir dormido o al menos que crea eso, esperemos a ver qué tan paciente es.)

.......

....

...

..

(¡Maldición!)

(Cuanto más va a estar observándome así, ¿acaso es un pervertido que disfruta de ver a la gente dormir?)

...

..

(Esto es incómodo, me moveré suavemente y creare un espejismo.)

Moviendo su mano, Astur toma suavemente su bastón y comienza a murmurar, como si hablara entre sueños.

El sol brillaba iluminando con sus tenues rayos mientras atravesaban las finas gotas de lluvia en el ambiente, la fría frisa cubría el pasto.

Mirada del agua, por favor bríndame tu reflejo en la realidad.

(Odio gastar maná sin saber porque no lo recupero, pero, con esto me moveré para escabullirle desde atrás)

Con suaves pasos a través del pasto, una sombra casi transparente atraviesa sin temor hasta ponerse tras una dama en brillante armadura que miraba fijamente en lo que fue un joven durmiente junto a una ya extinguida hoguera.

-No es muy buena idea ver fijamente a las personas desde las sombras, identifícate y no hagas ningún movimiento rudo o te apuñalo.

(Dije apuñalo, pero solo es una rama, jajajaja espero no se dé cuenta.)

-Ara ara, pero que ven mis ojos, un mocoso en un lugar tan peligroso.

-Eso no importa, señorita, ahora déjeme tomar su espada.

- ¿Creo que deberías dejarlo ya?, no estoy sola, no vez los soldados detrás de ti, imbécil.

-Pero que soldados no hay nadie allí.

(seré imbécil, no sé porque regrese a ver)

Un idiota es golpeado con tal brutalidad en su rostro por una señorita.

-Ahora duerma señor mago.

(...)

Mientras pequeñas gotas comenzaban a caer tal cual roció sobre el rostro de nuestro protagonista, aun dormido sobre la espada de una hermosa mujer en armadura, con su cabello oscuro azabache ondeando en el viento suelta violentamente su carga en el pasto.

-Perdido, levanta

-Así que, ¿qué paso, preciosa?

-Dime, como te llamas y que hacías allí en un lugar tan peligroso.

-Yo soy Astur, y en cuanto a que hacia allí, estaba…entrenando

-Ya veo entonces no eras de aquí, deberías cuidarte pronto entraremos en guerra, regresa a casa.

Es mejor que me retire, no sé qué hacer, pero tengo hambre, debería buscar que comer.

Esta es la historia del que alguna vez fue un campeón inmortal que espera en la ciudad de Kharb.