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La respuesta honesta del joven enano hizo que Sheyan se quedara un poco perplejo.
—... qué respuesta tan ingeniosa. Bien, ya que la mayoría de los elfos se van, naturalmente evitarán llevar objetos excesivamente pesados o frágiles. Con muchos amigos cordiales enviando ahora, naturalmente no les importaría regalar tales objetos. En pocas palabras, poner un poco y sacar mucho, ¿entendido?
—No, pero lo recordaré —Segimli contestó seriamente—. Tu expresión me dice que tienes razón.
—Segimli sabe realmente cómo adular —Sheyan puso los ojos en blanco—. Oh, un elfo se está acercando a nosotros. Debe ser por ti, después de todo, los elfos y los enanos no se miran a los ojos.
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