JUJUTSU KAISEN: Orden maldita.

Katsumasa pensó que la vida era buena. Para hacer su segunda vida, las cosas del buen karma le habían ido de maravillas en este mundo, en este universo nuevo y lleno de cosas extrañas que podría ser considerado casi siniestro pero a la vez interesante.

Generalmente esto parecería extraño pero fue como en esos fanfics, esos de los malos, los que empiezan con un viejo con barba hasta el suelo que te ofrecía nuevas experiencias con habilidades rotas en mundos de fantasía.

Incluso pidiendo disculpas por haberte arrebatado la vida por accidente.

Era como ver a un vendedor de metanfetaminas que te ofrecía el producto al por mayor como muestra de confianza. Bueno, katsumasa no tenía nada que hacer de todos modos. Tomó la oferta del anciano con barba y eligió un jodido deseo de tener un poder.

Incluso se le había ofrecido vivir en cualquier universo que deseara y él solo decidió al azar jujutsu kaizen. No estaría mal tener unas vacaciones de por vida en cualquier otra existencia, fueron sus pensamientos en aquel momento.

Pudo haber encontrado mejores lugares para renacer pero en ese entonces no consideró que esto le pasaría. por otro lado, no se arrepiente.

De todos modos, katsumasa intuyó que probablemente estaba soñando todo esto. Esperando despertar en algún momento en alguna camilla de hospital, conectado a una máquina, alimentado por un tubo Y defecando por otro como alguna especie de sonda para el recto.

Excepto que ya habían pasado 12 años, y para entonces se había decidido adoptar esta nueva vida de una vez por todas y abrazándola de buena manera.

La vida en el universo de jujutsu era exactamente como en su vida anterior, específicamente del manga que tanto leía. Con la única excepción de que todo era real, tan real como obviamente era la vida real. Lo que sea que significase eso.

Pero a diferencia de su antigua vida como una persona completamente ordinaria, esta vez era un usuario de la prestigiosa y secreta energía maldita. Mejor aún, era un nacido privilegiado de un clan menor con influencia excepcional dentro del país de Japón. Un clan superado solo por los tres grandes clanes.

Ahora era conocido como katsumasa inumaki, hijo del líder y jefe del Clan inumaki, principal distribuidor de armamento bélico dentro de la hechicería y empresa armamentística de Japón.

También eran temidos por su especialidad como hechiceros con la técnica maldita de la oratoria, o mayor conocido como discurso maldito.

Su padre ai no koe inumaki, también conocido como El jefe ai, era el actual usuario de la poderosa técnica hereditaria del discurso maldito. El era un hombre de pocas palabras. A través de su silencioso mandamiento, había llevado al clan a un estatus que casi estaba poniéndolo a la parte los tres grandes clanes.

Solo que sus esfuerzos fueron paralizados con el nacimiento del futuro hechicero heredero del Clan gojo. El clan número uno de la comunidad de la hechicería de Japón, por no decir que el más poderoso pese a sus grandes y masivas reservas de energía maldita en comparación a otros clanes o usuarios malditos.

Con el nacimiento del usuario de los seis ojos, el milenario clan especializados en los hechizos espaciales cambiaron el balance de la hechicería una vez más.

Katsumasa nació, el 20 de enero de 1990, un mes después del Gran nacimiento del usuario de los seis ojos, más o menos. Pese al ser el primogénito de ai no koe, y carecer de las marcas distintivas de los portadores de la técnica discurso maldito, característica que todos los jefes del Clan inumaki llevan, pudo mantener su posición como heredero de clan. Claramente no se escatimaron esfuerzos por parte de los miembros más ambiciosos del Clan en pronosticar su fracaso al momento de reclamar su posición, pero katsumasa pudo tomar la oportunidad de estar en la silla de su padre en un futuro.

Una prueba de esto era su propio padre, quien solo era el cuarto hermano del jefe anterior. como único dentro de la línea de sangre en heredar la marca de la oratoria maldita, fue elegido de manera técnica como el próximo heredero del Clan, no tuvo competencia alguna hasta llegar a tomar el mando de la familia.

A pesar de ser un clan Unido y familiar, comparado con otros clanes que solo buscaban el poder y la influencia sobre todas las cosas, aún eran muy estrictos en varios aspectos de sus tradiciones. entre estos, que solo un usuario del discurso maldito podría dirigir la familia inumaki.

Sin embargo desde que había sido expuesto al conocimiento de la energía maldita y su posterior manipulación no quedó duda para los ojos del Clan que katsumasa era un prodigio en el uso de la energía maldita. Lo llamaron "El revolucionario de la energía maldita" debido a las formas únicas en su uso y su comprensión de la misma. Única e implacable, imposible de replicar por el momento.

Obviamente, esto no fue a causa de alguna mente superior por parte de katsumasa. Pese a su capacidad intelectual, todo se debía al deseo dado por aquel viejo barbado que posiblemente se deleitaba desde los cielos como si estuviera viendo alguna especie de serie o novela mexicana.

Todo ese Progreso fuera del sentido común de aquel mundo fue gracias a su deseo, El poder de "nueva orden". Por alguna razón modificada a la habilidad que éste llamó como "orden maldita". Después de todo, la habilidad había sido modificada para que funcionara con la energía maldita, trayendo una mayor habilidad e influencia pero con mayores restricciones técnicos que lo hicieron tedioso de usar.

Entre estas restricciones, la limitante de ejecutar una sola orden que automáticamente se vinculaba a sus reservas de energía maldita, las cuales solamente estaban ligeramente por encima del promedio.

Pero a pesar de todo, esto no fue una limitante para katsumasa. Con su técnica orden maldita, llevó su capacidad al máximo. entre ellas la comprensión máxima de su propia energía maldita. Y ahora pese a que solo había alcanzado apenas el grado 2, era el mejor usuario de la energía maldita bruta que cualquier otro dentro del Clan, o cualquier otro Clan.

Obviamente katsumasa demostró sus habilidades al Clan, Por qué ¿por qué no hacerlo?

No era el típico estúpido que se hacía El misterioso en ocultar sus habilidades porque sí. Quería ese puesto de su padre, quería ser El heredero del Clan y para eso debía demostrar su fuerza.

Deseaba el asiento de su padre, que estaba tan podrido de riqueza y quería pertenecer a la élite del jujutsu un puesto reservado solamente para los miembros de clanes.

Mostrar su técnica maldita fue como un impulso para su persona ya que había sido proclamado como el usuario de una técnica maldita superior dentro del linaje. Con las nulas repercusiones de cualquier otro usuario del discurso maldito, y pudiendo incluso influir en la realidad misma, fue lo suficientemente bueno para que sea nombrado como el nuevo y legítimo heredado.

Por otra parte, había sido empezado a entrenar de inmediatamente para llevar a cabo sus deberes como hechicero. Esto era por supuesto, la eliminación de las maldiciones. Esto y participar en las peleas por el territorio de otros clanes en eventos exclusivos de peleas del jujutsu.

Sí, katsumasa se encontraba bastante sorprendido por el hecho de saber que toda la vida de un hechicero se reducía a una vida de peleas sobrenaturales dentro de un cuadrilátero. Todo para apostar bienes y demás cosas de valor en el mundo de la hechicería.

Los africanos se enfocaban en las maldiciones y la recolección de almas esclavizadas, los anglosajones se enfocaban en la proyección de su energía maldita sobre las cosas para así reproducir el arte de la aclamada magia y otros, especialmente los occidentales de América utilizaban la energía maldita para su imperio religioso con una influencia mundial.

Otras comunidades de hechicería realizaban otras cosas, pero Japón se especializó en el combate sobrenatural. Los chinos también lo hicieron, pero eso no era lo importante.

Katsumasa nunca esperó que la comunidad de hechicería de Japón se reduciera a una gigantesca batalla campal. Pero eso estaba bien, no quería un voldemort cosechando vidas por todo Tokio. Katsumasa tendría suficiente con la aparición de un tal sukuna.

Hasta donde él sabía, shibuya sería la aparición oficial del demonio y hasta entonces desconocía qué pasaría. pero eso no le importaba. solo le importaba la competencia anual del jujutsu.

Todos los títeres dentro de los clanes de Japón practicaban en las competencias con el propósito de ganar favores de los ancianos del jujutsu, apostando propiedades y artefactos de valor equivalente.

Katsumasa, con 12 años de edad, se encontraba en pose de meditación dentro de una sala de entrenamiento. Su energía maldita rodeaba su cuerpo de tal manera que algunos relámpagos negros destellaban de él como un arco de energía electro estática.

- pareces listo para la batalla. - ai dijo, sonriendo a su hijo. Este niño, A pesar de la poca energía que envolvió a su cuerpo como protección, había llevado el uso de esa energía al máximo. Alcanzando el mítico exponencial del 2.5 de eficiencia.

En resonancia con su energía maldita katsumasa había logrado usar un puto black flash como armadura de poder. De hecho esto tenía nombre.

- si, mi aura maldita está estable. - acatsumasa le encantaba este nombre. También había sido lo mejor que pudo buscar para nombrar esta habilidad.

- bien. vamos a pelear para saber tu capacidad máxima actual. recuerda que el evento de este año es importante y vas a participar en ella por primera vez. Mostrarás el nuevo genio de la generación actual del Clan inumaki y vas a representarnos. -

- sí padre. - katsumasa asintió. se puso de pie Y tomó espacio.

El dojo de clan estaba modificado para resistir una pelea de alta intensidad, capaz de resistir impactos de bala sin siquiera recibir rasguño alguno.

- ¿Listo? ¡Ataca! -

Cuando su padre llamó, katsumasa se lanzó contra su padre a máxima velocidad.

¡CRACK!

La madera bajo sus pies se quebró por la fuerza súper humana que katsumasa había demostrado. Incluso desconcertaba a su padre el hecho de que su hijo tuviese una capacidad física tan inhumana y antinatural incluso para los hechiceros.

Después de todo su hijo era dueño de un físico inhumano con una fuerza capaz de superar las 5 toneladas con facilidad una velocidad de más de 200 millas una piel tan gruesa y resistente que las palas rebotaban en su piel y un aura maldita que literalmente exponenciaba todas estas capacidades en un 2.5.

su desventaja como usuario de energía maldita de grado 2 inferior parecía casi insignificante a la hora de un combate cuerpo A cuerpo.

Ai no fue tonto. retrocedió evitando un puñetazo de su hijo que hizo zumbar el aire como si fuese un estampido sónico y arremetió con dos golpes demoledores que al contacto del torso de su hijo. prácticamente no le hizo nada. Obviamente no estaba haciendo ningún esfuerzo en lastimarlo por el momento.

Su hijo no escatimó en movimientos dando una patada circular que ai evitó dando múltiples mortales hacia atrás.