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Capítulo cuatro: shusui y enma.

Clan Roronoa, los árboles dentro del pueblo creaban sombras que protegían del radiante y sofocante sol del verano, los pájaros cantaban y los niños jugaban pero un guerrero que recibió un mensajero de Darromar era todo lo contrario.

Agarró con fuerza su espada y fue corriendo a los ancianos, más veloz qué un caballo de pura sangre y más asustado qué un goblin de un paladín.

Irrumpió en la casa de los ancianos que practicaban sus espadas para que su cuerpo no se atrofie por la edad y los períodos largos de descanso.

Los ancianos miraron con ferocidad al joven guerrero del clan pero él, lejos de asustarse les gritó a los ancianos.

-ancianos.- dijo casi gritando y jadeando por aire.- El patriarca está en problemas, después del combate fue llevado al hospital de Darromar pero privado de su libertad ¿Cuáles son sus órdenes?- dijo gritando con fuerza realmente preocupado por su patriarca.

Los guerreros elegidos por los ancianos para proteger la aldea, estaban cerca del lugar de entrenamiento de estos y al escuchar las noticias todos abrieron los ojos en shock.

-¿Qué? ¿el patriarca Kenji hospitalizado? ¿Qué le sucedió?- preguntó el anciano más joven del clan mientras agarraba la ropa del pecho del guerrero.

Este sin asustarse o molestarse por los gestos del mayor respondió en voz alta mientras que los guerreros más viejos y habilidosos se acercaron a él.

-dicen que se enfrentó al patriarca Shimotsuki, un combate a muerte y que casi destruye todo Darromar y entre ellos también estaba un pit fiend.- dijo el guerrero.

-¡Kenji maldito bastardo!- dijo el más anciano de todos mientras cortaba en pedazos un maniquí de entrenamiento.

Todos estaban sorprendidos, no por el pit fiend o la destrucción de Darromar sino por la hospitalización de su patriarca.

Por primera vez en diez años, finalmente volvió a curarse, él no permitía que nadie toque su cuerpo después de un combate a muerte con guerreros distinguidos o con horas de demonios.

-llamas a los mejores guerreros del clan, todos viajarán conmigo y el estos de ustedes protegerá la aldea, preparen los caballos ahora mismos.- dijo el anciano líder.

Todos acataron sus órdenes, ya que en realidad él actuaba más de patriarca qué el propio Kenji.

Y la situación se repetía en el clan Shimotsuki, pero lo más extrañados eran los ancianos del clan porque su patriarca nunca esperaban que Ryuma lastimara a toda una ciudad.

El preferiría contenerse y luchar con paciencia y precisión, no sabían qué fue lo que hizo cambiar de postura.

En el camino, los dos clanes se cruzaron pero todos tenían la misma idea, proteger a sus patriarcas cueste lo cueste, si hacía falta suicidarse para que vivan, lo harían con honor y sin pensarlo dos veces.

E incluso a lo lejos, veían el humo salir de Darromar, al pasar por las puertas y verificar su identidad vieron las grietas en todos los edificios y ni hablar de la inexistente arena, todos aun sentían los restos de magia de sus patriarcas.

Pronto los dos ancianos y los mejores guerreros de cada clan, llegaron al hospital, cientos de heridos pero ninguno recibió heridas graves.

Cruzaron por pasillos y puertas, y finalmente llegaron a las puertas en donde estaban sus patriarcas pero estos estaban custodiados por docenas de guerreros.

Verlos así, como si fueran criminales peligrosos enfurecieron a los guerreros pero los ancianos los calmaron.

Los ancianos vestidos de negro y blanco, colores predominantes del clan Roronoa y Shimotsuki respectivamente, se acercaron a los guardias y se presentaron.

Al entrar todos quedaron con los ojos abiertos, sus dos patriarcas, los mejores guerreros de toda la historia de sus clanes, estaban vendados de pies a cabeza, y siendo continuamente curados con magia de los mejores curanderos de Darromar.

A pesar de dañar gravemente la infraestructura, lastimar a civiles y asustar a toda un región, detuvieron a un pit fiend, un demonio de alto rango que solo los mejores magos y paladines podían vencerlo.

Pero ellos lo asesinaron de una forma tan simple que parecía absurda.

Después de que las elfas terminaran de curarlos, se retiraron y los dos ancianos los miraron fijamente.

Y de la nada agarraron sus espadas y golpearon la cabeza de cada uno mientras gritaban.

-¡¿a quien engañas con ilusiones tan simples bastardo?!- dijeron a las ilusiones que desaparecen.

Los dos patriarcas se agarraron las cabezas y se soban los chichones qué les hicieron mientras que sus gritos de dolor se amortiguaron por las vendas.

Los guerreros de cada clan al ver esto rápidamente agarraron a sus ancianos más fuertes pero aun así no pudieron retenerlos por mucho tiempo debido a la furia que tenían, una furia peor que la de cualquier volcán en erupción.

Y en media hora, los patriarcas y los mejores guerreros fueron golpeados por los ancianos y todos tenían los brazos levantados y sentados sobres sus piernas.

El anciano del clan Shimotsuki enojado como toro y furioso como huracán le pidió respuestas a Ryuma.

-¡Ryuma mocoso inoperante ¡¿de todas las peleas y lugares?! ¡¿Por qué peleaste de ese modo lleno de gente inocente?!- dijo gritando y soltando saliva.

El del clan Roronoa también hizo lo mismo.

-¡Kenji malnacido! ¡¿Por qué siempre haces lo mismo cuando vas a una ciudad?! ¡¿acaso no te importa la vida del hombre común, como para que lo dejes en tal estado?!- dijo el anciano.

Los dos patriarcas levantaron la cabeza y aceptaron la reprimiendo porque era verdad lo que decían, se dejaron llevar como marea a un barco.

A la vez que no podían responder debido a que las vendas tapaban e inmovilizaban sus bocas.

Pero de la nada el ambiente se puso tenso debido a una pregunta peligrosa, e incluso los guerreros de cada clan abrieron los ojos de sorpresa.

-pero al menos dime esto Kenji ¿Quién ganó entre los dos?- preguntó el anciano de forma inocente.

Al escuchar estas palabras, Ryuma y Kenji se miraron a los ojos, pero los dos sabían que decían sus ojos.

Con ojos llenos de desdén, como si estuvieran viendo a un ser inferior que lo desafía a un combate a muerte.

Al ver esto, sus mandíbulas se apretaron como fauces de dragón, se levantaron furiosos y se quedaron mirándose entre sí.

Y con pura fuerza, las vendas de la boca de Kenji se abrieron y dijo.

-¡¿a quien miras así bastardo?!- dijo Kenji con ojos parecidos a llamas.

Y Ryuma hizo lo mismo.

-¡¿acaso te dije algo?! ¡¿entonces asumes que perdiste no?!- dijo burlándose Ryuma.

Pero los ancianos fueron rápidos en reaccionar y dijeron.

-¡rápido deténgalos antes de que hagan algo!- y los guerreros por instinto fueron a sus patriarcas e incluso los ancianos fueron a ayudar.

Ryuma y Kenji ajustaron las vendas de sus brazos y furiosos fueron a pelear a puño limpio.

Todos hacían una fuerza monstruosa para detenerlos pero parecían plumas flotando en el viento.

Por más fuerza que hacían e incluso ahorcando a sus propios patriarcas no hacían mella en su avance.

Los dos se agarraron las vendas del pecho y cuando sus puños estaban a punto de tocar el rostro del otro, un ruido inesperado apareció.

El ruido instintivo de cada ser vivo, las barrigas de los patriarcas protestaron por comida, al escuchar esto solo se sentaron de piernas cruzadas.

Los ancianos al ver esto, apretaron las mandíbulas con fuerza y encerraron su furia como bestias en el circo.

Le dieron dinero a los guerreros para que compraran mucha comida para Ryuma y mucha alcohol para Kenji.

En poco tiempo llegaron los pedidos, pero ninguno de los dos comenzó a comer.

Nadie entendía lo que sucedía, todos parecían perdidos como niños en un laberinto.

Pero de la nada Ryuma grito furioso.

-¡¿acaso también esperan que le ordenemos que coman con nosotros canallas?!- dijo y con solo sus palabras y voz de autoridad pura, todos por instinto se sentaron.

Poco después todos comenzaron a comer y beber como si fueran familia.

A pesar de actuar como niños casi todo el tiempo, con solo levantar la voz todos hacen que escuchen sus órdenes por más escandalosas que sean.

Pero durante la comida llegó una pregunta que se le vino la cabeza a un guerrero del clan Roronoa.

-entonces patriarca, ya que siempre pelea con demonios ¿Cómo fue el combate con el pit fiend?- dijo el guerrero preguntando curioso.

-¿Cómo que pit fiend? ¿Hay uno en Tethyr, porque no me avisaron idiotas?- dijo Kenji con calma como si no se tomara en serio pelear con un demonio de rango alto.

-patriarca, en la carta decía que derrotó a uno, aquí en Darromar.- dijo el hombre.

-¿Qué? No es cierto, me daría cuenta si fuera cierto.- dijo Kenji mirando con calma al guerrero mientras bebía alcohol.

Pero todos escucharon el romper de un cristal y al mirar el origen, el anciano del clan Roronoa por enésima vez se volvió a enojar como tormenta en el mar.

-¡Roronoa Kenji! ¡esta vez voy a matarte!- bramó el anciano y se lanzó a Kenji y lo ahorcó y esto fue lo mismo con Ryuma.

-¡protejan a los patriarcas!- gritó alguien de los Shimotsuki.

Todos fueron a separar a los ancianos de sus líderes del clan y cuando finalmente se desquitaron cortando las cosas de la sala médica, Ryuma y Kenji se sentaron firmes, sus espaldas se volvieron más rectas qué una lanza.

Sus miradas serias pondrían nervioso al guerrero más curtido por la guerra y Kenji.

-Ahora preguntaré ¿Por qué están aquí viejos? ¿Por qué trajiste a mis mejores guerreros a Darromar?- pregunto serio y todos tenían expresiones oscuras.

-por esto mi patriarca- dijo el anciano del clan Roronoa mientras entregaba una carta del rey Maric Thorne, señor de todo tethyr.

El anciano del Shimotsuki hizo lo mismo, Ryuma y Kenji leyeron palabra por palabra de la carta escrita finamente.

Después de leer, arrugaron la carta con furia y se levantaron, los ancianos desenvainaron sus espadas y cortaron las vendas de los líderes de sus clanes.

Sus heridas se cerraron pero tenían cicatrices más feas que un orco, pero impresionantes como dragones.

Los guerreros los vistieron prenda por prenda y les entregaron sus abrigos hechos finamente para momento que se presenten en personalidad como patriarcas.

Ryuma vestido de blanco pero con un abrigo qué llevaba hasta sus tobillos, una capa blanca con diseños de flamas lilas y en su cintura una nueva espada hecha con materiales de dragón

Kenji con prendas negras como siempre pero con un abrigo de color negro con detalles rojos, en su cintura colgaba una espada elaborada por tieflings.

Estaban mortalmente serios, y los ancianos sabían porque, incluso los guerreros de cada clan parecían nerviosos por incluso la forma de andar de ellos, eran completamente silenciosos, ni siquiera un asesino drow podría copiar tal silencio.

Cuando cruzaron las puertas de su habitación, los guardias que había se sorprendieron de cómo estos dos sujetos se levantaban en tan solo dos días después del desastre que hicieron.

Y cuando sus manos tocaron los mangos de sus espadas, todos y cada uno ellos sintieron una espada en sus gargantas, ni siquiera había parpadeado e incluso antes de que pudieran amenazar a estos dos sujetos para llevarlos a su rey, sintieron el frío acero de los mejores guerreros de los dos clanes.

-el clan Shimotsuki y Roronoa estamos listos para la audiencia con el rey Maric Thorne.- dijo fríamente Ryuma.

-sígame por favor.- dijo el capitán de los guardias, y cuando la katana desapareció de su garganta finalmente pudo respirar.

Incluso si las armaduras los hacían parecer más altos, los dos guerreros que pelearon con el pit fiend, le sacaba una cabeza por completo a cada guardia.

Las manos de estos guerreros nunca se separaron de los mangos de sus espadas.

Toda su presencia irradia poder, disciplina e incluso su presión era peor que la de su rey.

Caminaron por toda ciudad Alta de Darromar, y finalmente llegaron al castillo de Maric Thorne.

Fueron guiados a través de pasillos y salas y al llegar al salón del trono, ahí estaba él, sentado con mirada seria y enojada, flanqueado por sus mejores magos y guerreros.

La guardia que los acompañó se arrodilló y se fueron, sin embargo todo el ambiente aumentó en tensión cuando ninguno de cada clan se arrodilló.

Un hombre mayor, parecía el jefe de todas las fuerzas de Darromar quería recomendarles pero Kenji solo lo miró y este se quedó callado.

Esa mirada parecía peor que la de cualquier demonio que enfrentó, más dominante qué un dragón, todo su cuerpo empezó a dudar.

Pero por milagro de los dioses, el hombre miró a su rey, su respiración volvió a su ser pero hizo mucho esfuerzo para no arrodillarse por la experiencia.

Y el rey Maric con voz profunda y autoritaria les ha los a los dos patriarcas.

-como rey de tethyr y vivir personalmente en Darromar, les doy gracias por asesinar al demonio pit fiend, se descubrió que su aparición fue por causa de una noble de hace mucho tiempo.

Ella quería juventud eterna y un amor verdadero, algo fácil de lograr para un demonio de su poder, pero nadie esperaba ni incluso los magos de mi corte y de los templos de los distintos dioses que ese demonio y su amante prepararan un pasaje seguro hacia este plano.

Pero una cosa no quita la otra, por más que ustedes lo asesinaron, destruyeron e hicieron que muchos edificios milenarios de Darromar se agrietaran e incluso lastimaron a mis ciudadanos.

Mataron a unos de los mejores guerreros de los poderes invitados al torneo, incluso sabían del portal demoníaco pero no lo detuvieron o informaron lo cual se les castigó y avisó a ustedes formalmente.

Shimotsuki Ryuma y Roronoa Kenji, como patriarcas y como líderes de sus clanes se les efectuará los siguientes castigos.

Exilio perpetuo, serán expulsados de tethyr y sus territorios.

Sus bienes se confiscarán, se les quitarían todas sus posesiones, como territorio, cosechas y solo tendrán lo mínimo cuando se muden de aquí.

Prohibición de usar magia, jamás podrán volver a usar sus poderes mágicos.

Marca de deshonra, serán marcados como traidores para que todos los reconozcan.

Caza, se les emitirá una orden para que cualquiera pueda capturarlos o matarlos.

Todos los cargos serán ejecutados de forma inmediata y tiene un plazo de tres días y tres noches para irse sino serán cazados por cualquiera que se atreva.

¿Tienen alguna objeción? Sino desde ahora quedan absolutamente prohibidos usar sus magias, sabios ya pueden proceder hacer las marcas de deshonra.- dijo el rey Maric con autoridad y no escuchar objeciones, sus magos se movieron hacia ellos.

Pero Kenji avanzó, paso por paso y quedó solo a cuatro metros de los magos, la distancia suficiente para asesinarlos.

-dime rey Maric Thorne ¿Cómo puedes marcarme y prohibir usar magia?- dijo sonriendo al rey y a sus magos.

-eres un simple espadachín patriarca Roronoa, estas rodeados por las mejores fuerzas del rey Maric.- dijo uno de los sabios mágicos más ancianos.

-permítame discrepar, mago de pacotilla, estas hablando con el patriarca Roronoa, háblale con el respeto que se merece.- dijo un guerrero del clan Roronoa con su mano en el mango de su espada.

La tensión aumentó en un instante, los guardias del rey y sus magos prepararon sus armas y hechizos en caso de ser necesario.

-¿Cómo se supone que debemos irnos en tan solo tres días y tres noches rey Maric?- preguntó Ryuma mirando fijamente al rey sentado en su trono.

-eso no es problema nuestro patriarca Ryuma, y ahora se dejan marcar o tendremos que ponerlos por la fuerza.- y al escuchar un mago avanzó sin miedo pero sin que nadie se diera cuenta, el anciano del clan Shimotsuki realizó un corte con su espada, un corte fino y silencio apareció en la mejilla derecha del mago.

Un hilo de sangre comenzó a salir de la herida, nadie vio cómo y cuando desenvainó sus espada, solo recién se dieron cuenta cuando envainó su espada de forma ruidosa.

-dime rey de tethyr ¿acaso le pidió el permiso de mi patriarca para marcarlo? Si es así, yo no estoy de acuerdo con él, cualquiera que se atreva acercarse a este joven primero tendrá que pasar sobre mi cadáver.- dijo el anciano y los guerreros del clan Shimotsuki desenvainaron sus espadas y las imbuyeron en diferentes elementos.

El líder de los magos de la corte mágica de Maric, lanzó una lanza de luz de forma precisa y veloz y fue en dirección a Kenji pero el segundo al mando del clan Roronoa, activo su haki de armadura y partió en dos la lanza de poder sagrado.

Las armas de los Roronoa se volvieron negras al igual que sus manos y antebrazos, todos ya tenían un objetivo en mente para acabar con rapidez el combate dentro de la sala.

-alto.- ordenó de la nada Kenji.- seguiremos sus órdenes rey Maric, el clan Shimotsuki y Roronoa se irán de tethyr, pero no dejaré que sus prohibiciones sobre nuestra magia y una marca de deshonra nos afecte.

Todos envainen sus espadas, nos iremos ¿Ryuma vienes?- preguntó a su amigo.

El solo asintió y los dos ancianos y numerosos guerreros lo siguieron en silencio, pero cuando el mago quiso protestar, un haz de viento afilado cortó profundamente su mejilla, y solo Kenji sabía que fue Ryuma de tal ataque.

Sus guerreros no lo notaron pero sus ancianos apenas pudieron seguir el ataque, el mago por su parte se sentó sobre su trasero asustado y sudando profundamente mientras que sus compañeros de la corte curaron su herida.

Los dos clanes se subieron a sus caballos a galope en direcciones a sus respectivos clanes, y en el camino Kenji le dijo a Ryuma que al final del día se reunirán aquí en la encrucijada de caminos para ir a puerta de baldur, tenía un conocido que le debía un favor.

Cuando llegaron, todos los habitantes de cada pueblo fueron avisados por los ancianos y en menos de dos horas todos tenían sus objetos personales vitales y los subieron a las carrozas.

Los mejores guerreros flanqueaban toda la caravana y su patriarca los guiaba delante de ellos.

Los menores no sabían porque se mudaban de la tierra qué nacieron pero desde pequeños les enseñaron que siempre que había que confiar en la visión de su patriarca, que siempre quería lo mejor para su clan.

La caravana avanzaba en paso lento pero cuando se encontrasen con los Shimotsuki, todos los viejos retirados, niños, mujeres embarazadas y demás, se subirían a los carros y aumentarían el ritmo para llegar en poco tiempo en puerta de baldur.

Ryuma vio como Kenji le daba una nota a su guerrero más fuerte y con el caballo más sano y rápido este se fue corriendo a dar el mensaje al hombre que le debía un favor a Kenji.

Ryuma no dijo nada y confío en el juicio de su amigo.

En todo el camino y campamentos temporales, los dos clanes se conocieron entre sí amistosamente e incluso tuvieron combates de entrenamiento, pero sus estilos eran diferentes entre sí debido a las técnicas que crearon sus actuales patriarcas, todo el legado que dejaron los anteriores fueron reemplazados.

Se volvieron obsoletos e incluso inútiles ya que solo dañan más los cuerpos qué mejorarlos.

Esto era algo increíble para estos dos hombres ya que, desde pequeños tenían un talento innato inmenso que nadie puede superar.

Pero eso no significaba que se volvían complacientes, estudiaron todas las técnicas y estilos, las reemplazaron o mejoraron cuando apenas tenían diez años, y con el paso del tiempo estas fueron renovadas una y otra vez.

Al punto de que incluso los ancianos retirados los elogiaron por tal hecho que cambió la historia de sus clanes y de todo lo que habían visto.

Y finalmente estaba a simple vista, la Ciudad de puerta de baldur, milenaria, histórica, que cosas no vio sus paredes, su tierras, sus celdas, toda su presencia derramada antigüedad e historias , incluso desde lejos era magnífica pero no era el momento de apreciarla, Kenji fue acompañado por Ryuma y los dos ancianos más fuertes.

Después de ser identificados y apreciados por los mismos guardias por haber derrotado un pit fiend en todo su esplendor e incluso Ryuma fue elogiado por los guardias.

Pero Kenji los ignoró, dejaron sus caballos a los guardias para que lo cuidarán y fueron al puerto, al pasar por muchas tiendas, casas, lugares históricos del lugar, finalmente llegaron al astillero a cargo del tiefling que le debía el favor al patriarca Roronoa.

Cuando llegaron, el guerrero que actuó como mensajero los acompañó como guardia, y antes de que pudieran reaccionar, un tiefling apareció de la nada y abrazo a Kenji.

Un tiefling de piel rojiza con ojos naranjas brillantes como metal fundido.

Una apariencia de treinta y cinco años cuando en realidad tiene doscientos, pelo negro con mechones rojos, cuernos curvos pequeños mirando hacia atrás y dientes un poco afilados.

Kenji se resignó a su destino cuando salvó su caravana marítima de un ataque de piratas, desde entonces Kaelith SunShadow siempre lo abrazaba como un oso y siempre sonriente.

Vestido con un traje de cuero negro con detalles dorados, camisa blanca de mangas largas y cuello alto, pantalones de cuero negro con franjas rojas en cada lado, botas altas con hebillas doradas y un cinturón de cuero negro con hebilla de plata era su vestimenta para todas las ocasiones.

-Kenji mi amigo cuanto tiempo.- dijo riéndose ligeramente mientras soltaba al humano alto que le sacaba una cabeza.

-Kaelith, al punto, necesito cobrar ese favor.- dijo directamente Kenji a su amigo tiefling.

-No hay problema, vengan amigos míos, a mi despacho hay más privacidad.- dijo Kaelith caminando hasta la sala privada del astillero.

Cuando llegaron, el tiefling les sirvió bebida y comida, después de saludarse y presentarse, los dos patriarcas y Kaelith se sentaron mirándose fijamente cada uno.

-Necesito información, sobre una isla habitable, buenos recursos y tierra para la agricultura y el ganado y lo suficientemente cerca de cualquier lugar en momentos de ayuda cuando nosotros dos no estemos.- dijo Kenji hablando seriamente y con voz profunda.

La sonriente sonrisa de Kaelith desaparecieron cuando escuchó la petición de su salvador, se levantó y comenzó a rebuscar mapas en los alrededores de puerta de baldur y la costa de la espada.

Uno por uno fueron descartados debido a las especificaciones de su amigo, y después de media hora de rebuscar y encontrar detalles, llevó el mapa perfecto para él.

-aquí amigo mío, a doscientos kilómetros de la costa de la espada y dentro de la región del mar de dragones. Múltiples recursos para aprovechar, una defensa natural, un invierno soportable y un cálido verano.

Con el suficiente espacio para docenas de miles de personas. ¿necesitas mi ayuda para movilizarte allí?- preguntó Kaelith y Kenji solo asintió.

-De acuerdo, prepararé los barcos y tú te encargas de defenderlos, solo dame los números totales de los tuyos y para la tarde comenzará el viaje.- dijo Kaelith y todo se resolvió en esa misma mañana.

El grupo volvió a donde estaban los suyos y les dieron las noticias, poco después los patriarcas se separaron del grupo mayor y charlaron entre ellos.

-isla kaito, me gusta como suena ¿y el pueblo como se llamara Kenji?- preguntó Ryuma mirando a su amigo.

-Muranotachi. Un pueblo de espadachines que se dedican a la espada, agricultura, ganadería, comercio y armas, nunca espere esto en mi vida.- dijo agarrando su barbilla y se reía ligeramente.

-ya que vamos a vivir juntos, supongo que no me dirás que no cuando vea tus manuales de estilos y demás de tu clan.- dijo Ryuma meditando con los ojos cerrados.

-es lo mismo para ti, dos clanes unidos por la adversidad, y cuando descubran que fue por nuestra culpa, nuestros sucesores y antepasados querrán matarnos en el más allá.- dijo Kenji bebiendo alcohol de su cantimplora de calabaza.

-además de que tenemos que encontrar armas mejores, leí por ahí cuando buscaba cosas interesantes de las cuevas de los dragones que aún había adamantita oculta por algún lugar aunque también el acero infernal también es bueno.- dijo Ryuma recordando los escritos guardados o robados de los dragones que asesinó.

-son una opción no como los metales de los dioses, no nos quieres por casi destruir sus templos y santuarios por lo de Darromar, incluso sospecho que sus seguidores nos querrán matar cuando nos vean.- dijo Kenji sonriendo considerando el simple hecho de batallar con los campeones de estos dioses.

-no deberíamos preocuparnos, tal vez nos llevemos una sorpresa cuando investiguemos la isla kaito.- dijo Ryuma con los ojos cerrados mientras usaba la meditación para descansar y pensar.

-tal vez debería preguntarle a Kaelith sobre estos minerales cuando lo veamos devuelta.- dijo Kenji cuando comenzó a meditar igual que amigo.