62) Fluttering Finger Mindslip (Parte 1: De Riuz a Prostituto)

Temprano en la mañana, dentro de las barracas, Monkey, Crane, Viper y Riuz estaban desayunando, al menos hasta que Po llegó cargando una cesta llena de pergaminos.

PO: ¡Ahora, damas, abran paso!... y Riuz -Dijo colocando los pergaminos sobre la mesa donde comían- Es hora de empezar a leer los pergaminos sagrados. Finalmente puedo aprender cosas buenas: movimientos secretos, defensas mágicas -Dijo emocionada mientras cogía el primer pergamino- ¡Desplazamiento número uno! Cómo hacer té... ¡aww! -Se quejó desparramándose sobre la mesa, para luego robarle la comida del plato a Monkey.

Monkey: ¡Oye! ¡Consigue uno propio!

Po: Monkey, estoy haciéndote un favor. Tus mejillas se ven un poco *trago* gordas. -Respondió tocándole suavemente sus mejillas.

Monkey: ... -Resopló y luego cubrió su pecho- ¡Dijo mejillas! levanta la mirada -Le regañó al humano que parecía estar mirando al lugar incorrecto.

Riuz: Perdón... -Se disculpó antes de cambiar su atención a la panda- pero no te sientas mal Po, la verdad son muy útiles esos rollos sagrados. Cuando Moony los estudió, aprendió a hacer un té fenomenal que... -Se detuvo abruptamente luego de pensar en el té, o más bien cuando su mente empezó a organizar recuerdos uno tras otro buscando uno en particular.

Viper: hmm... ¿Riuz...? -Preguntó balanceando su cola frente a sus ojos.

Po: ¿Qué le pasa? -Preguntó luego de también notar cómo se congeló.

Riuz: ¡Ah!

El humano dio un pequeño grito cuando recordó algo particular sobre esta situación, y lo más extraño para todos fue que muy rápidamente los ojos en su rostro desaparecieron como si nunca hubieran estado allí.

Monkey: ¡Riuz! ¿Estás bien?

Crane: ¿Qué le pasó a tus ojos?

Riuz: Ah, ¿esto? No es nada, no los necesito. Decidí que entrenaría mis otros sentidos... jajaja... adiós chicas. -Rio incómodamente.

Riuz se levantó y tomó camino hacia la salida, pero se tropezó con la mesa y dio una voltereta cómica hacia el suelo. Se desparramó contra el piso con todas mirándole, pero rápidamente se levantó para irse como si fuera algo imperativo.

En el camino, el humano ciego fue golpeado por un bastón, moviéndolo hacia un lado. Aunque sin vista, el sentimiento de ese bastón era bastante familiar como para reconocerlo fácilmente.

Riuz: Disculpe maestra Shifu, por cierto, ¿sabe dónde está Moony? -Se disculpó con su maestra por casi chocarla.

Shifu: Está en el patio practicando su caligrafía... -Respondió extraña al humano sin ojos.

Riuz: Gracias maestra, y recuérdale a Po que no se saltee los pergaminos -Se despidió antes de seguir su camino golpeándose con las paredes.

Shifu: ¿Qué sucede? -Preguntó al ver el extraño comportamiento del humano.

Crane: No lo tenemos muy claro tampoco.

Shifu: Hmmm... no importa, pero lo que dijo es verdad, Po; no puedes saltarte ningún pergamino.

Po: Pero... ¡Ay, no puedo leer sobre té en todo el día! Tal vez pueda saltarme uno o dos pequeños pergaminos. No creo que le haga daño a nadie.

Shifu: Po, los pergaminos sagrados tienen un orden debido a una razón. Necesitas conocer los pergaminos del uno al nueve para comprender la importancia de diez y así sucesivamente -Explicó a su alumna.

Po: Pero... -Dijo tratando de tomar un pergamino.

Shifu: Sin peros... -Golpeó la mano de Po y arrastró la caja de pergaminos hacia ella, colocándola en sus manos- Llevarás estos pergaminos a la biblioteca y los leerás de principio a fin, sin distracciones. Sin omitir, sin hojear y sin atajos.

...

Mientras tanto, Riuz siguió llendo a tropezones hacia donde estaba Moony. La razón por la que se cegó a sí mismo y quería ir hacia donde su hermana era debido a que la escena con el pergamino de Té en las manos de Po le hizo recordar algo.

Puede que no recuerde mucho sobre "las leyendas de lo asombroso", pero hay algunos capítulos que están grabados en su mente, aunque no al completo, pero por lo menos este es uno de ellos.

Llegó al patio, aunque con cierta dificultad. En el camino notó lo dependiente que era de su vista y decidió que en realidad debería empezar a entrenar sus otros sentidos, o por lo menos usar sus poderes de cambiaformas para adquirir nuevos.

Riuz: ¿¡Moony!? -Llamó esperando respuesta.

Moony, quien estaba con un pincel en la mano transcribiendo algunos de los textos que se podían encontrar en la biblioteca, se volteó y vio a su hermano que parecía estar dirigiéndose hacia un árbol.

Moony: Hermano?

Riuz: Oh, Moony, al fin te encuentro. Tenemos un pequeño problema.

Riuz sonrió al escuchar la voz de su hermana y se dirigió hacia ella. Moony también se acercó a él y lo abrazó para que tuviera en donde apoyarse y le fuera más fácil moverse sin su vista.

Moony: ¿Qué sucede?

Riuz: Po está por aprender el ademán del aleteo de las mariposas -Dijo sin recordar bien cómo era el nombre.

Moony: ???

Riuz: Bueno, no me acuerdo bien el nombre. Lo importante es que es peligroso. Es una técnica dentro de los rollos sagrados, el que te pedí que me avisaras cuando la encontraras. Puede borrar la memoria a corto plazo y si se usa seguido hará que la mente borre recuerdo tras recuerdo hasta causar la muerte. Po no lo sabe y lo usará indiscriminadamente.

Moony: ¡¿Tenemos que detenerla?!

Riuz: No, al final usarán una olla con barro, creo, para restaurar la mente de todas. Lo importante es que recuerdes moverte durante este tiempo sin mirar a Po, por eso estoy así, no confío en poder cerrar los ojos todo el tiempo. También quiero que cuando Po suelte ese pergamino vayas y lo encuentres, lo transcribas como lo has hecho hasta ahora y lo lleves al espacio, será muy útil. No sé cuánto te tardarás en llegar a ese, por lo que es mejor tenerlo guardado desde ya.

Moony: Sí, ya he copiado muchos y los he dejado con las Minilunas para que los ordenen, pero hay demasiados aquí y es difícil copiar tantos sin ser notada.

Riuz: Bien, pero recuerda que lo más importante es no caer bajo ese movimiento. Lo de obtener una copia del pergamino es opcional.

Moony: Sí.

...

Dentro del palacio, Po estaba frente a una mesa con los pergaminos, tomando fuerzas para leerlos todos.

Po: "Además del té, las hierbas se pueden utilizar para hacer pequeños jabones perfumados decorativos". Pequeños jabones perfumados decorativos. Vaya, eso tiene que ser lo cosa más emocionante que he aprendido en mi vida. -Exclamó falsamente arrojando a un lado el pergamino- No, no puedo fingir, sigue siendo aburrido. Veamos... ¡Esto se ve increíble!... Así es como bloqueas... ¡Puños de furia! *jadeo* Oh, ¡¿puedes hacer eso con palillos?!... -Siguió leyendo hasta que- El Ademán del aleteo borramemorias (Fluttering Finger Mindslip) ¡Sí! ¡Esto puede ser bueno! -Dijo emocionada sin notar que Viper se acercaba- Gira hacia la izquierda, gira hacia la derecha, agita los dedos en un movimiento giratorio y... hecho correctamente borra la memoria a corto plazo de su víctima.

Viper: ... -Se quedó en silencio con los ojos muy abiertos luego de ser afectada por la técnica- Oh, oye Po, vine a decirte que... uh, eso... uh... Eh, no lo recuerdo. No debe haber sido importante.

...

Y así comenzó el abuso de la técnica borramemorias. Po empezó a usarla con quien quisiera pedirle o reclamarle algo, sin ser consciente de las consecuencias.

Por otra parte, Riuz y Moony estuvieron a salvo en su mayoría, pero por desgracia, el segundo objetivo no se cumplió porque Po se había llevado el pergamino consigo. Con el tiempo, empezaron a cerrar los ojos solo cuando Po estaba cerca, lo que ayudó bastante en su misión pero seguía siendo algo difícil.

Escucharon desde lejos cómo Po jugaba con sus compañeras, pero se mantuvieron alejados esperando el momento adecuado para actuar.

Los hermanos estaban un poco frustrados por no conseguir el pergamino que Po tenía guardado en la parte trasera de su pantalón, pero no se iban a arriesgar. Empezaron a actuar más normales para no levantar sospechas, pero hasta que Po no dejara de usar esa técnica, mantendrían agudizados sus oídos.

Aunque a Po le pareció extraño que los humanos parecieran huir de ella cuando la escuchaban, lo ignoró y siguió disfrutando de su nueva técnica.

...

En algún momento del día, Riuz se dirigió a las barracas, atento de que Po no estuviera cerca, cruzándose con las cinco de camino pero rápidamente notó algo extraño, sus miradas sobre él.

Viper: ¿Quién eres, extraño?

Mantis: ¿Qué eres?

Tigresa: ¿Qué haces en nuestras barracas? -Preguntó seria y amenazadoramente, pero con cierta confusión interna.

Monkey: me parece familiar, ¿Eres el nuevo cartero?

Las cinco estaban confundidas; todas sentían que la persona frente a ellos era familiar pero no sabían de qué, además de pertenecer a una especie desconocida para ellas.

Riuz rápidamente notó lo que estaba pasando, de hecho, este momento era muy esperado para él. Movió los engranajes de su cabeza para pensar en la mejor respuesta y rápidamente hizo que su expresión corporal cambiara.

Riuz: Por fin las veo, disculpen por llegar tan tarde y no estar preparado para nuestro encuentro -Dijo en tono sumiso mientras se inclinaba casi a noventa grados.

Crane: ¿Nos conocemos?

Riuz: Oh, supongo que no les dijeron sobre mí.

Tigresa. ¡Explícate! ¿Quién eres y qué haces aquí?... tú... mono lampiño -Dijo con cierta irritación; algo en su mente no dejaba de decirle que lo que tenía en frente se parecía mucho a la descripción del amigo que tenía en su infancia.

Riuz: Permítanme presentarme, soy Riuz, una prostituta y he venido aquí para satisfacer sus deseos sexuales.

Las cinco furiosas: ¡¿Qué?!

Riuz: Sí, creí que ya les habrían avisado, pero sus maestros me contrataron para... aliviar sus tensiones -Dijo intentando ser cada vez más seductor, aunque no le era tan fácil como pensaba, además de estar muy nervioso.

Al mismo tiempo, desde su puerta de Babilonia sacó algunos objetos para empezar a disfrazarse de prostituta de la antigua China. ¿Por qué tenía cosas que pudiera usar para disfrazarse como puta? Porque en realidad guardaba muchas cosas allí. ¿Cómo sabía cómo se veían? Pues... investigación científica...

Riuz: disculpen, no sabían que estarían aquí, aún no pude ir a mi habitación a prepararme -Dijo terminando pobre su cambio de look, haciendo más creíble que era una prostituta, por raro que fuera.

Monkey: Eso es imposible.

Tigresa: así es, ni Oogway ni Shifu contratarían a una prostituta, ni siquiera la traerían al Palacio de Jade para algo tan... tan... desagradable -Reafirmó juzgando con la mirada y los brazos cruzados.

Riuz: disculpen si les desagrada mi trabajo -Dijo un poco lastimeramente- Pero es verdad, la gran tortuga fue con mi maestra y le pidió mis servicios. Dijo algo muy profundo sobre "que solo quienes conocen aquello de lo que cuidarse..." o algo de "liberar aquello que te detiene..." en realidad no entendí bien qué le dijo, pero parecía muy sabio. Y en realidad la otra señora bajita con bigote y que caminaba con un bastón insistió y discutió con la tortuga que lo que menos necesitarían sería una prostituta y que sería un insulto, pero la tortuga la convenció y se quedó callada despues de eso, pero con el ceño fruncido.

Crane: ¿Oogway en realidad contrató un prostituto para nosotras? - Preguntó, dudando cada vez más.

Riuz: Es en serio, incluso me dieron especificaciones sobre algunas de ustedes.

Viper: ¿Qué especificaciones? -Preguntó con incertidumbre y curiosidad

Riuz: A ver... tú - Dijo señalando a Crane - Si no me equivoco, debo ayudarte a limpiar tu pico antes o después del sexo, además de que debo estar lo más limpio posible antes de cualquier contacto. Además, tengo prohibido mencionar cualquier nombre de otra hembra mientras seamos íntimos. En realidad, lo mejor para ti sería tener una prostituta personal, pero no sé por qué solo me seleccionaron a mí para venir.

Crane:... - La grulla se avergonzó y rápidamente cubrió su rostro con su sombrero.

Riuz: Luego tú, me dijeron que me contarías muchos chistes y que debería estar atento a ellos, además de que podría perder mis pantalones muy rápido - Señaló a Monkey - Luego tú... - Señaló a Mantis temblando un poco - Dijeron que después del sexo es posible que quieras comerte mi cabeza... y que no me resistiera... serás la última que visitaré.

Monkey y Mantis se miraron, casi asintiendo en lo que se había dicho.

Riuz: Y... tú... - Señaló a Tigresa con una mirada extraña - Bueno, hay mucho sobre ti que sé, pero lo único que me dijeron tus maestros es que me pagarían extra por cualquier herida que me causes.

Este último comentario hizo que Tigresa abriera los ojos y que sus compañeras tuvieran que ocultar sus risas.

Riuz: Si quieren otras pruebas, puedo decirles cuáles son sus habitaciones, hábitos alimenticios y algunos horarios de entrenamiento que me dieron para organizarme con ustedes - Dijo con seguridad mientras señalaba algunas habitaciones - La tortuga, Oogway como lo llaman, también me dijo que me quedara en esa habitación de allí junto a mi compañera y empezara mi trabajo mientras él se va de viaje por un tiempo. Por cierto, mi compañera no es prostituta, pero vino a aprender artes literarias aquí al Palacio de Jade. Es como yo, pero tiene el cabello blanco y ojos azules. Se los digo para que no se confundan.

Mantis: ¿Oogway se fue?

Riuz: Sí, me lo dijo luego de decirme dónde poner mis cosas, miren - Dijo abriendo la puerta de su habitación mostrando sus pertenencias, cosa que las chicas no recordaban.

Monkey: No me lo creo... en realidad tenemos una prostituta para... - Dijo incrédula, todo marcaba que era cierto, quizás más creíble después de estar tan afectadas por el borrado de memoria.

Viper: Creo... -También dijo insegura, pero dudando si así sería la forma en la que perdería la virginidad... con un prostituto.

Crane: Este no era un día que esperaría ver. - Comentó, pero en realidad estaba pensando que, si se daba el caso, debía limpiar su habitación nuevamente. Aunque ya estaba limpia, no quería dar mala impresión.

Tigress: Tú, Riuz, o como te llames... -Le señaló

Riuz: Sí, ¿quieres empezar ya? Me dijeron que debía aprovechar cualquier oportunidad para no estorbar con su entrenamiento.

Tigress: ¡NO! No quiero nada de ti, no planeo seguir con este insulto... - Pronunció con claro disgusto - solo quiero que me digas de qué especie eres.

Riuz: Sí... supongo que se debe romper el misterio luego de tantos años. Soy un humano, una especie poco conocida... lamento ocultártelo por tantos años, vieja amiga -Dijo con voz debil y llenó de culpa.

Al escucharlo, Tigresa reaccionó rápidamente, acercándose al humano y agarrándolo de sus brazos con fuerza, empujándolo contra la pared, sosteniéndolo fuertemente y con su rostro muy cerca, mirándolo fijamente.

Monkey: Wou... Tigresa, más despacio, no hay que estar tan desesperada.

Crane: Recuerda que tendremos que pagar extra por cada herida que reciba. Incluso si no haces nada, no podemos perturbar así la economía del palacio.

Mantis: Sí, vas a romperlo, deberías por lo menos dejar que todas las demás lo usemos primero - Al decir esas palabras se ganó una mirada de desconcierto de parte de todas sus compañeras - Digo... jeje... son las órdenes del maestro Oogway y por algo serán... solo planteo que podríamos tener en cuenta... olvídenlo - Se desanimó rascándose la cabeza, avergonzada de que supieran de qué estaba planeando aceptar sin dificultad los servicios del prostituto.

Tigress: Callense todos, esto es importante... - Reprochó a sus amigas y luego volvió su mirada al humano - ¡Tú! ¡DIME! ¡¿Por qué dejaste de escribirme?! -Exigió con insistencia al poder por fin obtener es deseada respuesta.

Riuz: Oh... lo siento por eso, no quería... - Pronunció con disculpa pero también con la mirada perdida - Unos bandidos atacaron mi aldea. mataron a mucha gente, robaron y... algunos fuimos violados y llevados para ser los juguetes sexuales de los bandidos.

Tigress: ¡¿Qué?! - Preguntó exaltada, esperaba muchas respuestas pero esa no era una. Tenía mucho odio acumulado que liberar, pero no estaba preparada para esto.

Riuz: Sí, bueno, luego de perder a todos los que conocía, fui llevado al campamento bandido y abusado noche tras noche, les parecía exótico por lo que me usaron hasta el cansancio... quería hablar contigo una última vez, pero apenas me daban la comida suficiente para no desmayarme, difícilmente me darían algo con lo que podría pedir ayuda.

Antes de que Riuz pudiera continuar con su historia, el puño de Tigresa ya había atravesado la pared de un puñetazo, y una mirada aterradora gobernaba en su rostro, una que hacía temblar al resto de las Cinco.

Tigress: ¡¡¿Q-Q-QUI-QUINES?!!! ¡¿QUIERO NOMBRES, ROSTROS, UBICACIONES?!... ¡VOY A IR A MATARLOS A TODOS! -Rugió con furia y una mirada frenética, con intenciones asesinas casi tangibles dirigidas a aquellos que le habían arrebatado a su único amigo y le causaron tanto daño.

Viper: Tigre... -Trató de calmarla, pero Tigresa volteó su cabeza y la miró, haciendo que Víbora se estremeciera de miedo ante esa mirada asesina.

Riuz: Tranquila, ya estoy bien. Además, las cosas mejoraron... un tiempo después. Luego de hartarse de mí, esos bandidos me vendieron como esclavo sexual a otro grupo de bandidos... que del mismo modo luego de usarme un tiempo me vendieron a un burdel. Trabajé allí un tiempo hasta que mi maestra me encontró y me compró. Fui a un templo donde entrenaban a personas como yo en el arte del placer y un poco de kung fu. Al final, tus maestros vinieron y, en realidad... -Tomó valor, miró a Tigresa a los ojos, liberándose de su agarre y tomando su mano con cariño y una mirada de ensueño- cuando supe que podía volver a verte, hice todo lo que pude para ser seleccionado y poder reencontrarme contigo.

Tigresa se quedó helada ante esa mirada casi lagrimeante y esas suaves manos tocándolas. No sabía qué sentir. Lo único que escuchaba en su cabeza era derramar la sangre de muchas personas que causaron su soledad y el sufrimiento de aquel a quien extrañó y culpó todos esos años. Pero esa mirada. Lo único que pudo hacer fue abrazar al humano con cariño, con miedo de romperlo y perderlo otra vez.

Riuz: Hmmm... qué entusiasta... si quieres comenzar, podemos usar mi habitación o la tuya. No te preocupes por lastimarme; por nuestra amistad, no cobraré de más... pero trata de no dejar marcas o no podré explicárselo a mi maestra -Dijo extendiendo sus manos para agarrar el trasero de Tigresa.

La felina se sobresaltó un poco pero cuidadosamente apartó esas manos antes de mirar fijamente al humano.

Tigresa: No, eso no va a ser así. NUNCA más vas a hacer nada de esto. Me encargaré de que así sea. Vivirás dignamente como mereces y nunca más venderás tu cuerpo a nadie -Dijo casi como si estuviera prometiendo a los cielos que cambiaría el destino de su amigo.

Riuz: Está bien, ya me acostumbré... vamos, déjame cumplir mi trabajo. -Dijo con una sonrisa mientras se dirigía a la habitación de Tigresa, arrastrándola consigo.